¡Ay, Dios mío, qué panorama para el deporte nacional! El entrenador de natación, don Francisco Rivas Espinoza, acaba de recibir una suspensión provisional por parte de World Aquatics, la federación internacional de natación. La jugada se puso fea, muy fea, porque las acusaciones de acoso y abuso pesan bastante, especialmente viniendo de figuras tan respetadas como Claudia Poll.
Según nos cuentan desde World Aquatics, la Unidad de Integridad Acuática (AQIU) ya inició una investigación formal sobre este asunto. Parece que abrieron los ojos con unas denuncias que vinieron a flote hace unos meses, allá por julio, cuando varios exnadadores decidieron hablar claro. Al parecer, esas entrevistas que dieron a Interferencia de Radios UCR fueron el detonante de todo esto, ¿eh?
Y ojo, que la suspensión no es broma. Don Francisco queda vetado de cualquier actividad relacionada con la natación a nivel mundial. Ni entrenando, ni dirigiendo, ni siquiera estando presente en alguna competencia. Imaginen el impacto que esto tendrá en la Federación Costarricense de Deportes Acuáticos (FECODA), que precisamente ha estado trabajando duro para impulsar el desarrollo de nuestros nadadores jóvenes. ¡Un brete!
Las acusaciones provienen de Claudia Poll, nuestra gloria olímpica, y otros exnadadores como Marcela Cuesta Jiménez y Manuel Rojas Giralt. Según ellos, don Francisco tenía algunos comportamientos… digamos, poco profesionales. No vamos a entrar en detalles aquí, pero sí es importante destacar que estas denuncias han sacudido el mundo de la natación costarricense hasta sus cimientos. Muchos se preguntan cómo llegó a esto, porque siempre parecía un tipo bien intencionado y comprometido con el deporte.
Intentamos contactar a don Francisco para darle la oportunidad de defenderse, pero parece que se hizo humo. Nadie contesta el teléfono, ¿será que se fue al traste? Esto complica mucho las cosas, porque aunque la suspensión es provisional, deja una sombra enorme sobre él y sobre la credibilidad de la FECODA. La transparencia es clave ahora mismo, y esperar que World Aquatics les dé un respiro rápido no es realista.
Ahora, muchos se estarán preguntando: ¿qué significa esto para el futuro de la natación costarricense? Con don Francisco fuera temporalmente, ¿quién guiará a nuestros talentos hacia los próximos Juegos Olímpicos? Se abre un vacío importante, y encontrar un reemplazo será un desafío considerable. Además, este escándalo podría afectar la imagen del país como destino seguro para deportistas y entrenadores internacionales. Un verdadero pinchazo para el turismo deportivo.
Es evidente que esta situación pone en tela de juicio los mecanismos de control y supervisión dentro de la FECODA. ¿Cómo pudieron pasar desapercibidos estos presuntos abusos durante tanto tiempo? Habrá que revisar a fondo los protocolos internos y fortalecer las medidas de protección para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir. Porque eso, señores, sería una verdadera torta, ¡una vergüenza!
En fin, un golpe duro para el deporte tico. Las aguas están revueltas, y mientras esperamos los resultados de la investigación, toca mantener la calma y apoyar a las víctimas. Pero me pregunto, considerando la magnitud de estas acusaciones y el impacto en la comunidad deportiva, ¿cree usted que la suspensión provisional es suficiente castigo para Francisco Rivas, o debería haber sido expulsado definitivamente de inmediato?
Según nos cuentan desde World Aquatics, la Unidad de Integridad Acuática (AQIU) ya inició una investigación formal sobre este asunto. Parece que abrieron los ojos con unas denuncias que vinieron a flote hace unos meses, allá por julio, cuando varios exnadadores decidieron hablar claro. Al parecer, esas entrevistas que dieron a Interferencia de Radios UCR fueron el detonante de todo esto, ¿eh?
Y ojo, que la suspensión no es broma. Don Francisco queda vetado de cualquier actividad relacionada con la natación a nivel mundial. Ni entrenando, ni dirigiendo, ni siquiera estando presente en alguna competencia. Imaginen el impacto que esto tendrá en la Federación Costarricense de Deportes Acuáticos (FECODA), que precisamente ha estado trabajando duro para impulsar el desarrollo de nuestros nadadores jóvenes. ¡Un brete!
Las acusaciones provienen de Claudia Poll, nuestra gloria olímpica, y otros exnadadores como Marcela Cuesta Jiménez y Manuel Rojas Giralt. Según ellos, don Francisco tenía algunos comportamientos… digamos, poco profesionales. No vamos a entrar en detalles aquí, pero sí es importante destacar que estas denuncias han sacudido el mundo de la natación costarricense hasta sus cimientos. Muchos se preguntan cómo llegó a esto, porque siempre parecía un tipo bien intencionado y comprometido con el deporte.
Intentamos contactar a don Francisco para darle la oportunidad de defenderse, pero parece que se hizo humo. Nadie contesta el teléfono, ¿será que se fue al traste? Esto complica mucho las cosas, porque aunque la suspensión es provisional, deja una sombra enorme sobre él y sobre la credibilidad de la FECODA. La transparencia es clave ahora mismo, y esperar que World Aquatics les dé un respiro rápido no es realista.
Ahora, muchos se estarán preguntando: ¿qué significa esto para el futuro de la natación costarricense? Con don Francisco fuera temporalmente, ¿quién guiará a nuestros talentos hacia los próximos Juegos Olímpicos? Se abre un vacío importante, y encontrar un reemplazo será un desafío considerable. Además, este escándalo podría afectar la imagen del país como destino seguro para deportistas y entrenadores internacionales. Un verdadero pinchazo para el turismo deportivo.
Es evidente que esta situación pone en tela de juicio los mecanismos de control y supervisión dentro de la FECODA. ¿Cómo pudieron pasar desapercibidos estos presuntos abusos durante tanto tiempo? Habrá que revisar a fondo los protocolos internos y fortalecer las medidas de protección para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir. Porque eso, señores, sería una verdadera torta, ¡una vergüenza!
En fin, un golpe duro para el deporte tico. Las aguas están revueltas, y mientras esperamos los resultados de la investigación, toca mantener la calma y apoyar a las víctimas. Pero me pregunto, considerando la magnitud de estas acusaciones y el impacto en la comunidad deportiva, ¿cree usted que la suspensión provisional es suficiente castigo para Francisco Rivas, o debería haber sido expulsado definitivamente de inmediato?