¡Ay, Dios mío, qué torta! Resulta que la señora Estefanía Mc Donald, esposa del tristemente célebre Luis Manuel Picado Grijalba, alias 'Shock', estaba viviendo un cuento de hadas... a costa del erario público, parece ser. Las autoridades judiciales destaparon un lote de gastos extravagantes que la dama realizó durante sus escapadas a Nueva York y París, mientras en la Caja seguía reportando un salario que ni para pagar el agua alcanza.
Imagínense la escena: 'Shock', metido en sus negocios turbios, y su esposa, paseándose por tiendas de lujo como si estuviera comprando pan. El expediente del caso, al que CR Hoy tuvo acceso, revela un historial de compras que desafían cualquier lógica. Desde Gucci Osteria hasta Christian Dior, pasando por Cartier, la señora Estefanía parecía tener el bolsillo ilimitado... aunque su salario oficial diga lo contrario. ¡Un brete!
Pero lo más curioso es cómo todo esto se descubrió. No fue precisamente por casualidad, sino gracias a la intervención de las comunicaciones. Los detectives siguieron el rastro de mensajes de texto asociados a las compras realizadas tanto en Estados Unidos como en Francia, y ahí aparecieron los nombres de esos lugares exclusivos y los montos astronómicos que la señora Estefanía dilapidaba. Se nota que la vida de lujo no es barata, diay.
Ahora, hablemos de números. Según el expediente, la señora Estefanía reporta unos modestos ¢363.000 mensuales a la Caja. Pero, ¿dónde quedó ese dinerito cuando se trata de desembolsar $797 en Gucci Osteria, $1.000 en Most Loved L.A., $510 en Dynamic Fashion L.A., $1.340 en Saks Fifth y llegar a gastar $2.899 en Cartier N.Y.? ¡Es un escándalo!
Y eso no es todo. Sumemos los $10.738 en boletos de avión AirFrance, $1.241 en alojamiento en Trump International Hotel N.Y., $729 en Celine INC N.Y y otros $1.186 en Christian Dior N.Y. ¡Qué carga! Con todo ese dinero se podrían haber construido unas cuantas escuelas o hospitales, chunches que realmente beneficien al pueblo. Pero claro, para algunos la prioridad son las marcas de diseñador.
Además, la investigación reveló que la familia entera, incluyendo a la mamá de Estefanía, Anita Mc Donald (quien también enfrenta cargos), participaba en este estilo de vida opulento. Se hospedaban en los mejores hoteles, volaban en primera clase y acumulaban joyas, ropa y accesorios de marcas exclusivas. ¡No faltaba nada! Incluso tenían un Mercedes Benz GLE Coupé valuado en cerca de $100.000, claro, todo pagado con el sudor ajeno.
Cabe destacar que Anita Mc Donald, además de ser cómplice en estos gastos excesivos, también era la abogada que representaba legalmente al grupo criminal. Parece que la familia tenía todos los canales cubiertos: abogados, negocios turbios y una billetera llena de billetes manchados. Ya saben, los peces gordos siempre encuentran la forma de engordar más. Lo que pasa es que ahora la red se está cerrando, maé.
Este caso nos deja pensando: ¿Hasta dónde llegará la corrupción en nuestro país? ¿Cómo podemos evitar que personas vinculadas al crimen organizado utilicen el sistema para enriquecerse a expensas de la sociedad? ¿Creen que las medidas actuales son suficientes para combatir este tipo de delitos económicos? ¡Den su opinión en el foro, queremos saber qué piensan ustedes!
Imagínense la escena: 'Shock', metido en sus negocios turbios, y su esposa, paseándose por tiendas de lujo como si estuviera comprando pan. El expediente del caso, al que CR Hoy tuvo acceso, revela un historial de compras que desafían cualquier lógica. Desde Gucci Osteria hasta Christian Dior, pasando por Cartier, la señora Estefanía parecía tener el bolsillo ilimitado... aunque su salario oficial diga lo contrario. ¡Un brete!
Pero lo más curioso es cómo todo esto se descubrió. No fue precisamente por casualidad, sino gracias a la intervención de las comunicaciones. Los detectives siguieron el rastro de mensajes de texto asociados a las compras realizadas tanto en Estados Unidos como en Francia, y ahí aparecieron los nombres de esos lugares exclusivos y los montos astronómicos que la señora Estefanía dilapidaba. Se nota que la vida de lujo no es barata, diay.
Ahora, hablemos de números. Según el expediente, la señora Estefanía reporta unos modestos ¢363.000 mensuales a la Caja. Pero, ¿dónde quedó ese dinerito cuando se trata de desembolsar $797 en Gucci Osteria, $1.000 en Most Loved L.A., $510 en Dynamic Fashion L.A., $1.340 en Saks Fifth y llegar a gastar $2.899 en Cartier N.Y.? ¡Es un escándalo!
Y eso no es todo. Sumemos los $10.738 en boletos de avión AirFrance, $1.241 en alojamiento en Trump International Hotel N.Y., $729 en Celine INC N.Y y otros $1.186 en Christian Dior N.Y. ¡Qué carga! Con todo ese dinero se podrían haber construido unas cuantas escuelas o hospitales, chunches que realmente beneficien al pueblo. Pero claro, para algunos la prioridad son las marcas de diseñador.
Además, la investigación reveló que la familia entera, incluyendo a la mamá de Estefanía, Anita Mc Donald (quien también enfrenta cargos), participaba en este estilo de vida opulento. Se hospedaban en los mejores hoteles, volaban en primera clase y acumulaban joyas, ropa y accesorios de marcas exclusivas. ¡No faltaba nada! Incluso tenían un Mercedes Benz GLE Coupé valuado en cerca de $100.000, claro, todo pagado con el sudor ajeno.
Cabe destacar que Anita Mc Donald, además de ser cómplice en estos gastos excesivos, también era la abogada que representaba legalmente al grupo criminal. Parece que la familia tenía todos los canales cubiertos: abogados, negocios turbios y una billetera llena de billetes manchados. Ya saben, los peces gordos siempre encuentran la forma de engordar más. Lo que pasa es que ahora la red se está cerrando, maé.
Este caso nos deja pensando: ¿Hasta dónde llegará la corrupción en nuestro país? ¿Cómo podemos evitar que personas vinculadas al crimen organizado utilicen el sistema para enriquecerse a expensas de la sociedad? ¿Creen que las medidas actuales son suficientes para combatir este tipo de delitos económicos? ¡Den su opinión en el foro, queremos saber qué piensan ustedes!