¡Ay, Dios mío! Quién lo diría... Randall Zúñiga, el mismísimo jefe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), ahora en medio del ojo del huracán. Resulta que su casita en La Uruca amaneció allanada este viernes por la Fiscalía Adjunta de Género, sí, la misma que lleva los casos de violencia contra las mujeres. Imagínate el revuelo, pura polémica, diay.
Zúñiga, que ya lleva unos buenos añitos dirigiendo allanamientos a otros como parte de sus investigaciones –desde asesinatos hasta cosas más turbias–, ahora es él quien recibe la visita sorpresa. Según la Fiscalía, buscan pruebas relacionadas con tres denuncias graves: presuntas violaciones y abusos sexuales. ¡Una vara bien pesada para el hombre!
Las denuncias vienen acompañadas de acusaciones fuertes. Tres mujeres aseguran haber sido víctimas de Zúñiga, y una de ellas, para colmo, afirma que también le transmitió alguna enfermedad venérea. El Ministerio Público dice que han brindado “abordaje especializado” a las víctimas, con apoyo legal y psicológico, eso suena bien, aunque da qué pensar cómo llegó la cosa a este punto.
Pero ahí no acaba la telenovela, porque Zúñiga salió al frente con una versión explosiva: ¡dice que el Gobierno de Rodrigo Chaves está ofreciendo ayudas sociales a mujeres a cambio de poner denuncias falsas en su contra! Un golpe bajo, si es cierto. Él asegura que va a sacar toda la verdad a la luz y limpiar su nombre, pero esto huele a podrido, mi pana.
El mae contó que en Turrialba, una mujer se presentó denunciando que “personeros del Gobierno” le ofrecían cositas atractivas para meter una denuncia falsa. Obvio, el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) respondió negándolo rotundamente, diciendo que solo ofrecen los servicios normales a las víctimas, ni más ni menos. Pero bueno, con este gobierno, uno ya no sabe qué esperar, ¿eh?
La cosa se puso aún más cargada cuando recordamos que Zúñiga está suspendido del cargo por 15 días. Suspendido, precisamente, mientras se investiga todo este brete. La suspensión es una medida drástica, muestra que la cosa está seria. Ahora mismo, todos estamos observando cómo se desarrolla esta novela judicial, con muchos interrogantes en el aire.
No es ningún secreto que la relación entre el OIJ y el Gobierno de Chaves ha estado tensa últimamente. Han habido roces, choques de criterio… esta acusación, si resulta cierta, podría significar un terremoto político tremendo. Algunos dicen que es una vendetta, otros que es justicia poberosa, pero nadie puede negar que esto es un escándalo de proporciones gigantescas. ¡Qué torta de situación!
Y ahora la gran pregunta: ¿Estamos ante un caso de corrupción donde el poder político manipula la justicia, o las denuncias son legítimas y Zúñiga realmente cometió estas fechorías? ¿Crees que el gobierno está involucrado en un plan para desprestigiar a Zúñiga, o es simplemente producto de una serie de coincidencias desafortunadas? Déjanos tus opiniones en el foro, ¡queremos saber qué piensas tú!
Zúñiga, que ya lleva unos buenos añitos dirigiendo allanamientos a otros como parte de sus investigaciones –desde asesinatos hasta cosas más turbias–, ahora es él quien recibe la visita sorpresa. Según la Fiscalía, buscan pruebas relacionadas con tres denuncias graves: presuntas violaciones y abusos sexuales. ¡Una vara bien pesada para el hombre!
Las denuncias vienen acompañadas de acusaciones fuertes. Tres mujeres aseguran haber sido víctimas de Zúñiga, y una de ellas, para colmo, afirma que también le transmitió alguna enfermedad venérea. El Ministerio Público dice que han brindado “abordaje especializado” a las víctimas, con apoyo legal y psicológico, eso suena bien, aunque da qué pensar cómo llegó la cosa a este punto.
Pero ahí no acaba la telenovela, porque Zúñiga salió al frente con una versión explosiva: ¡dice que el Gobierno de Rodrigo Chaves está ofreciendo ayudas sociales a mujeres a cambio de poner denuncias falsas en su contra! Un golpe bajo, si es cierto. Él asegura que va a sacar toda la verdad a la luz y limpiar su nombre, pero esto huele a podrido, mi pana.
El mae contó que en Turrialba, una mujer se presentó denunciando que “personeros del Gobierno” le ofrecían cositas atractivas para meter una denuncia falsa. Obvio, el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) respondió negándolo rotundamente, diciendo que solo ofrecen los servicios normales a las víctimas, ni más ni menos. Pero bueno, con este gobierno, uno ya no sabe qué esperar, ¿eh?
La cosa se puso aún más cargada cuando recordamos que Zúñiga está suspendido del cargo por 15 días. Suspendido, precisamente, mientras se investiga todo este brete. La suspensión es una medida drástica, muestra que la cosa está seria. Ahora mismo, todos estamos observando cómo se desarrolla esta novela judicial, con muchos interrogantes en el aire.
No es ningún secreto que la relación entre el OIJ y el Gobierno de Chaves ha estado tensa últimamente. Han habido roces, choques de criterio… esta acusación, si resulta cierta, podría significar un terremoto político tremendo. Algunos dicen que es una vendetta, otros que es justicia poberosa, pero nadie puede negar que esto es un escándalo de proporciones gigantescas. ¡Qué torta de situación!
Y ahora la gran pregunta: ¿Estamos ante un caso de corrupción donde el poder político manipula la justicia, o las denuncias son legítimas y Zúñiga realmente cometió estas fechorías? ¿Crees que el gobierno está involucrado en un plan para desprestigiar a Zúñiga, o es simplemente producto de una serie de coincidencias desafortunadas? Déjanos tus opiniones en el foro, ¡queremos saber qué piensas tú!
