¡Ay, Dios mío! Se armó un buen chinquetón en Boca Arenal de Cutris, San Carlos. La Fuerza Pública mandó a decomisar unos 250 kilos de cianuro, ¡sí, cianuro!, que estaban siendo transportados en un camión como si nada. Esto, mis panas, pinta a un problema serio con la minería ilegal en la zona.
Parece que los controles fronterizos han dado sus frutos, aunque un poco tarde, ay. Según el Ministerio de Seguridad Pública, el operativo se realizó como parte de una estrategia más amplia para cortarles el suministro a los mineros ilegales que andan haciendo de las suyas en Crucitas de Cutris. Esa área siempre ha sido conflictiva, brete complicado con toda la cuestión ambiental que implica.
Los responsables, dos señores de apellido Fernández y Vargas, ambos nicaragüenses naturalizados y residentes acá en Costa Rica, respectivamente, quedaron bien presos. Imagínense la escena: revisando el camión y encontrándose con cinco sacos llenos de esa sustancia venenosa. ¡Qué susto se tragaron los oficiales! Por suerte, la Cruz Roja y los bomberos estuvieron listos para cualquier emergencia, porque eso sí que es peligroso, mi pana.
Lo peor de todo es pensar en las consecuencias ambientales de esto. El cianuro es una sustancia extremadamente tóxica que contamina suelos, ríos y pone en riesgo la salud de las personas y animales. Toda esa agua contaminada llegando al río… ¡Qué barbaridad! Uno se pregunta cómo llegaron hasta ahí con tanta facilidad. ¿Habrá corrupción, quién sabe?
La carretera 35 tuvo que cerrarse temporalmente mientras movían el camión y el químico, imagínense el tráfico que se formó, qué torta. Después, todo el material quedó en manos del Ministerio de Salud para que hagan las pruebas correspondientes y evalúen el daño potencial. Ya saben, esos ministerios tardan una eternidad, diay…
Este caso nos recuerda que la lucha contra la minería ilegal sigue siendo un desafío enorme para Costa Rica. No basta con operativos aislados; necesitamos políticas públicas sólidas, control fiscalización constante y, sobre todo, voluntad política para realmente ponerle fin a esta actividad destructiva. Porque al final, todos pagamos las consecuencias: nosotros, el medio ambiente y las futuras generaciones. Es un tema que nos afecta a todos los ticos, sin excepción.
Y no olvidemos que esto sucede en medio de la discusión sobre el cambio de mando presidencial, con todas las tensiones políticas que eso conlleva. Uno no sabe si esto va a influir en la respuesta del gobierno ante estos temas, o si simplemente van a seguir pintando bonitas sin tomar medidas reales. ¡Qué despiche!
Entonces, mis queridos lectores, díganme ustedes: ¿creen que el gobierno actual está tomando las medidas necesarias para combatir la minería ilegal y proteger nuestros recursos naturales, o estamos viendo un parche apenas para quedar bien con la comunidad internacional? ¿Cuál debería ser la próxima medida drástica para frenar esta problemática?
Parece que los controles fronterizos han dado sus frutos, aunque un poco tarde, ay. Según el Ministerio de Seguridad Pública, el operativo se realizó como parte de una estrategia más amplia para cortarles el suministro a los mineros ilegales que andan haciendo de las suyas en Crucitas de Cutris. Esa área siempre ha sido conflictiva, brete complicado con toda la cuestión ambiental que implica.
Los responsables, dos señores de apellido Fernández y Vargas, ambos nicaragüenses naturalizados y residentes acá en Costa Rica, respectivamente, quedaron bien presos. Imagínense la escena: revisando el camión y encontrándose con cinco sacos llenos de esa sustancia venenosa. ¡Qué susto se tragaron los oficiales! Por suerte, la Cruz Roja y los bomberos estuvieron listos para cualquier emergencia, porque eso sí que es peligroso, mi pana.
Lo peor de todo es pensar en las consecuencias ambientales de esto. El cianuro es una sustancia extremadamente tóxica que contamina suelos, ríos y pone en riesgo la salud de las personas y animales. Toda esa agua contaminada llegando al río… ¡Qué barbaridad! Uno se pregunta cómo llegaron hasta ahí con tanta facilidad. ¿Habrá corrupción, quién sabe?
La carretera 35 tuvo que cerrarse temporalmente mientras movían el camión y el químico, imagínense el tráfico que se formó, qué torta. Después, todo el material quedó en manos del Ministerio de Salud para que hagan las pruebas correspondientes y evalúen el daño potencial. Ya saben, esos ministerios tardan una eternidad, diay…
Este caso nos recuerda que la lucha contra la minería ilegal sigue siendo un desafío enorme para Costa Rica. No basta con operativos aislados; necesitamos políticas públicas sólidas, control fiscalización constante y, sobre todo, voluntad política para realmente ponerle fin a esta actividad destructiva. Porque al final, todos pagamos las consecuencias: nosotros, el medio ambiente y las futuras generaciones. Es un tema que nos afecta a todos los ticos, sin excepción.
Y no olvidemos que esto sucede en medio de la discusión sobre el cambio de mando presidencial, con todas las tensiones políticas que eso conlleva. Uno no sabe si esto va a influir en la respuesta del gobierno ante estos temas, o si simplemente van a seguir pintando bonitas sin tomar medidas reales. ¡Qué despiche!
Entonces, mis queridos lectores, díganme ustedes: ¿creen que el gobierno actual está tomando las medidas necesarias para combatir la minería ilegal y proteger nuestros recursos naturales, o estamos viendo un parche apenas para quedar bien con la comunidad internacional? ¿Cuál debería ser la próxima medida drástica para frenar esta problemática?