¡Ay, papá! El fútbol nacional sigue dando de qué hablar, y ahora no precisamente por jugadas espectaculares ni golesazo, sino por un bronca monumental entre Alajuelense y Cartaginés. Resulta que el partido, que ya había sido pospuesto como tres veces, se va a reprogramar otra vez, dejando a la afición con la mosca detrás de la oreja y a la dirigencia cartaginesa furiosa hasta las pestañas.
Todo empezó porque la Liga Deportiva Alajuelense, con cinco jugadores convocados a la Selección Mayor y uno a las inferiores, pidió suspender el duelo correspondiente a la quinta fecha del torneo de apertura. Ahí parecía todo normal, pues es costumbre que los clubes cedan a las necesidades de la selección, pero ahí es donde entra el problema... Según fuentes cercanas, parece que hubo un acuerdo previo entre ambas directivas, y los manudos aparentemente no cumplieron la promesa. ¡Qué despiche!
El Comité de Competición, tras analizar la situación, decidió que el partido se juegue el próximo domingo 9 de noviembre a las 3:00 p.m. en el Estadio Alejandro Morera Soto. Esta decisión encendió aún más los ánimos en Cartaginés, quienes consideran que Alajuelense les jugó una mala pasada. Leonardo Vargas, presidente del Club Sport Cartaginés, no pudo contener su frustración durante una entrevista exclusiva con Grupo Extra.
En Tiempo Extra, el programa de radio de Extra Radio, Vargas soltó la bomba: “Al respecto, solamente le puedo decir que Alajuelense no cumplió con lo pactado y presentaron la solicitud de suspensión del partido. Nosotros creímos en la palabra de sus dirigentes, nos queda de experiencia para el futuro. Lo que ellos nos solicitaron, nosotros sí les cumplimos.” Su cara de quemado se veía hasta por la radio, mae.
Lo que más preocupa a la afición brumosa es que esto ocurre en un momento clave del campeonato. Con el calendario apretado que tienen por delante, tener que ajustar horarios y preparativos de última hora es un verdadero brete. Además, Vargas señaló que, a pesar de estar también diezmados por las convocatorias a la selección, ellos estaban ansiosos por jugar y sumar puntos valiosos. Parece que la bronca va más allá del partido en sí; hay resentimientos acumulados y promesas rotas en el aire.
Esta controversia ha generado un intenso debate en redes sociales y foros deportivos. Muchos aficionados cuestionan la ética de los dirigentes manudos y exigen transparencia en las decisiones del Comité de Competición. Otros argumentan que Alajuelense tenía derecho a pedir la suspensión, dada la gran cantidad de jugadores convocados a la selección, pero reconocen que debieron haber avisado con anticipación. ¡Qué vara tan complicada!
Además, esta situación pone de manifiesto la fragilidad de las relaciones entre los clubes de nuestro país. La confianza mutua es fundamental para el buen desarrollo del fútbol, y cuando se rompe esa confianza, las consecuencias pueden ser devastadoras tanto deportiva como emocionalmente. Ver a nuestros equipos peleándose por cosas que no deberían, resta valor al espectáculo y decepciona a los aficionados que solo queremos ver buen fútbol y disfrutar de la pasión del deporte rey. Un poco de respeto, por favor, y pensamos en la afición que se mata por apoyar a sus equipos.
En fin, este lío entre Alajuelense y Cartaginés es otro capítulo más en la telenovela del fútbol costarricense. Después de todo, ¿creen ustedes que la Federación Costarricense de Fútbol debería implementar medidas más estrictas para evitar este tipo de situaciones y garantizar un ambiente de juego justo y transparente?
Todo empezó porque la Liga Deportiva Alajuelense, con cinco jugadores convocados a la Selección Mayor y uno a las inferiores, pidió suspender el duelo correspondiente a la quinta fecha del torneo de apertura. Ahí parecía todo normal, pues es costumbre que los clubes cedan a las necesidades de la selección, pero ahí es donde entra el problema... Según fuentes cercanas, parece que hubo un acuerdo previo entre ambas directivas, y los manudos aparentemente no cumplieron la promesa. ¡Qué despiche!
El Comité de Competición, tras analizar la situación, decidió que el partido se juegue el próximo domingo 9 de noviembre a las 3:00 p.m. en el Estadio Alejandro Morera Soto. Esta decisión encendió aún más los ánimos en Cartaginés, quienes consideran que Alajuelense les jugó una mala pasada. Leonardo Vargas, presidente del Club Sport Cartaginés, no pudo contener su frustración durante una entrevista exclusiva con Grupo Extra.
En Tiempo Extra, el programa de radio de Extra Radio, Vargas soltó la bomba: “Al respecto, solamente le puedo decir que Alajuelense no cumplió con lo pactado y presentaron la solicitud de suspensión del partido. Nosotros creímos en la palabra de sus dirigentes, nos queda de experiencia para el futuro. Lo que ellos nos solicitaron, nosotros sí les cumplimos.” Su cara de quemado se veía hasta por la radio, mae.
Lo que más preocupa a la afición brumosa es que esto ocurre en un momento clave del campeonato. Con el calendario apretado que tienen por delante, tener que ajustar horarios y preparativos de última hora es un verdadero brete. Además, Vargas señaló que, a pesar de estar también diezmados por las convocatorias a la selección, ellos estaban ansiosos por jugar y sumar puntos valiosos. Parece que la bronca va más allá del partido en sí; hay resentimientos acumulados y promesas rotas en el aire.
Esta controversia ha generado un intenso debate en redes sociales y foros deportivos. Muchos aficionados cuestionan la ética de los dirigentes manudos y exigen transparencia en las decisiones del Comité de Competición. Otros argumentan que Alajuelense tenía derecho a pedir la suspensión, dada la gran cantidad de jugadores convocados a la selección, pero reconocen que debieron haber avisado con anticipación. ¡Qué vara tan complicada!
Además, esta situación pone de manifiesto la fragilidad de las relaciones entre los clubes de nuestro país. La confianza mutua es fundamental para el buen desarrollo del fútbol, y cuando se rompe esa confianza, las consecuencias pueden ser devastadoras tanto deportiva como emocionalmente. Ver a nuestros equipos peleándose por cosas que no deberían, resta valor al espectáculo y decepciona a los aficionados que solo queremos ver buen fútbol y disfrutar de la pasión del deporte rey. Un poco de respeto, por favor, y pensamos en la afición que se mata por apoyar a sus equipos.
En fin, este lío entre Alajuelense y Cartaginés es otro capítulo más en la telenovela del fútbol costarricense. Después de todo, ¿creen ustedes que la Federación Costarricense de Fútbol debería implementar medidas más estrictas para evitar este tipo de situaciones y garantizar un ambiente de juego justo y transparente?