¡Ay, Dios mío! La Sugef echó leña al gallo, revelando que cuatro de los siete directivos nombrados al Banco Nacional (BN) por el gobierno de Don Rodri no cumplían con lo que se necesita pa’ echarle ganas al brete. Esto ha levantado un polvorón, porque recordemos cómo entraron ahí, quitándole el puesto a los otros, con todo el rollo.
La cosa es que la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) dejó claro, en un documento firmado por Hazel Valverde Richmond –que la diputada Andrea Álvarez sacó a relucir– que estos señores no tenían los papeles en regla. Parece que se les fue la olla al momento de elegir a la gente, ¡qué torta!
Según la Sugef, Noylin Cruz Suárez, María del Milagro Solórzano León, Anabelle Chaves Soto y Rolando Saborío Jiménez quedaron bastante cortos en cuanto a idoneidad. Imagínate, la vicepresidenta, el secretario… ¡gente clave! Y todo esto sale a la luz después de que la Sala Constitucional los sacó del asiento, ordenando que volvieran a poner a los directivos originales, después de un proceso disciplinario que olía raro desde lejos.
Todo empezó cuando Stephan Brunner, que era el vicepresidente en ese momento, jaló el carro para destituirlos, aparentemente por diferencias con el gobierno sobre el nombramiento de Rosaysella Ulloa como gerente general. Pero ojo, el Poder Ejecutivo hizo de cuenta que no existía la ley, y procedió con las destituciones sin pedir permiso a la Sugef, que es el requisito básico según la Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional. ¡Qué despiste!
Después de mandar a volar a los viejos directivos, el Consejo de Gobierno armó un comité improvisado, juramentado por Don Rodri en menos de dos horas. Y luego, pa’ rematar, seis de esos directivos interinos fueron confirmados de manera definitiva, hasta que la Sala Cuarta dijo basta, y les puso tierra encima, restableciendo a los que habían sido despedidos injustamente. ¡Una novela!
Como bien nos avisaron nuestros colegas de CR Hoy hace unos meses, había problemas con estos nuevos directivos. Revisamos la normativa y los currículums, y encontramos varias cosillas que no cuadraban con lo que exige el Acuerdo 15-22 del Conassif, también conocido como Reglamento sobre Idoneidad y Desempeño. Este reglamento es el que pone trabas pa' que la gente que esté en posiciones de responsabilidad tenga la experiencia necesaria.
Para ser presidente de la junta directiva, se requiere tener al menos ocho años de experiencia en puestos directivos o de alta gerencia en los últimos diez años. Y para los demás directivos, mínimo tres años de experiencia en puestos similares. ¡Imagínate la bronca si alguien llega ahí sin saber ni dónde está el baño! Parece que algunos de estos señores no cumplían con esas bases, según documentos que CR Hoy consiguió y que enviaron al Banco Nacional. Ahora la Sugef lo reafirma, poniendo fin al embrollo.
Bueno, pues ahora que ya sabemos toda esta vaina, me pregunto: ¿Creen ustedes que este lío en el Banco Nacional es producto de la torpeza o de malas intenciones? ¿Debería haber consecuencias legales para quienes tomaron estas decisiones tan apresuradas?
La cosa es que la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) dejó claro, en un documento firmado por Hazel Valverde Richmond –que la diputada Andrea Álvarez sacó a relucir– que estos señores no tenían los papeles en regla. Parece que se les fue la olla al momento de elegir a la gente, ¡qué torta!
Según la Sugef, Noylin Cruz Suárez, María del Milagro Solórzano León, Anabelle Chaves Soto y Rolando Saborío Jiménez quedaron bastante cortos en cuanto a idoneidad. Imagínate, la vicepresidenta, el secretario… ¡gente clave! Y todo esto sale a la luz después de que la Sala Constitucional los sacó del asiento, ordenando que volvieran a poner a los directivos originales, después de un proceso disciplinario que olía raro desde lejos.
Todo empezó cuando Stephan Brunner, que era el vicepresidente en ese momento, jaló el carro para destituirlos, aparentemente por diferencias con el gobierno sobre el nombramiento de Rosaysella Ulloa como gerente general. Pero ojo, el Poder Ejecutivo hizo de cuenta que no existía la ley, y procedió con las destituciones sin pedir permiso a la Sugef, que es el requisito básico según la Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional. ¡Qué despiste!
Después de mandar a volar a los viejos directivos, el Consejo de Gobierno armó un comité improvisado, juramentado por Don Rodri en menos de dos horas. Y luego, pa’ rematar, seis de esos directivos interinos fueron confirmados de manera definitiva, hasta que la Sala Cuarta dijo basta, y les puso tierra encima, restableciendo a los que habían sido despedidos injustamente. ¡Una novela!
Como bien nos avisaron nuestros colegas de CR Hoy hace unos meses, había problemas con estos nuevos directivos. Revisamos la normativa y los currículums, y encontramos varias cosillas que no cuadraban con lo que exige el Acuerdo 15-22 del Conassif, también conocido como Reglamento sobre Idoneidad y Desempeño. Este reglamento es el que pone trabas pa' que la gente que esté en posiciones de responsabilidad tenga la experiencia necesaria.
Para ser presidente de la junta directiva, se requiere tener al menos ocho años de experiencia en puestos directivos o de alta gerencia en los últimos diez años. Y para los demás directivos, mínimo tres años de experiencia en puestos similares. ¡Imagínate la bronca si alguien llega ahí sin saber ni dónde está el baño! Parece que algunos de estos señores no cumplían con esas bases, según documentos que CR Hoy consiguió y que enviaron al Banco Nacional. Ahora la Sugef lo reafirma, poniendo fin al embrollo.
Bueno, pues ahora que ya sabemos toda esta vaina, me pregunto: ¿Creen ustedes que este lío en el Banco Nacional es producto de la torpeza o de malas intenciones? ¿Debería haber consecuencias legales para quienes tomaron estas decisiones tan apresuradas?