¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que la Policia Penitenciaria, en movida conjunta con los del Guardacostas, le metieron mano a La Reforma con unos equipos de escaneo que parecen sacados de película de espías. Y vaya si encontraron cosas… ¡Una verdadera torta!
El operativo, que se mandaron el pasado 22 de diciembre, fue cabal. Revisaron a rayitas a todos los que entraban, tanto personal como visitantes, además de registrar cada rincón del centro penal. Parece que alguien estaba tratando de meterle cositas turbias, pero los policías no andan jugando.
Y ahí empezaron a salir las cosas, diay. Cuatro funcionarios penitenciarios terminaron apresados con unos jueguetes prohibidos encima: celulares, de esos que te permiten mandar WhatsApp hasta desde la cárcel. ¡Imagínate la pena que se agarraron! Además, se les decomisaron unos aparatos electrónicos que ni siquiera sé para qué los querían.
Pero eso no es todo, chunches. Las autoridades se toparon con un arsenal de cosas ilegales: siete armas blancas listas para usarlas, cuatro celulares (además de los de los guardias), 22 gramos de cocaína, casi 20 de marihuana, y hasta un poquito de crack. ¡Qué sal! Parece que algunos internos estaban pensando en hacer fiesta, pero se les acabó la tertulia.
Lo más impactante, y esto ya es de película, fue encontrar una pasta dental mezclada con cocaína. ¡Pasta dental con cocaína, mae! ¡Quién lo diría! Eran como 70 gramos, escondidos en el baño. ¿Será que ahora van a cepillarse los dientes con eso? ¡Qué cosas pasan en La Reforma!
Además de la pasta dental sospechosa, hallaron otras cositas extrañas, como una licor, ocho cables USB, once chips para celular, unas herramientas que parecían salidas de una ferretería – una broca, puntas de destornillador, un formón, pipas, placas de integrado y cargadores. ¡Parece que estaban planeando construir algo dentro de la cárcel! Un brete de invento tenían armado.
Según la Policía Penitenciaria, estos operativos forman parte de la estrategia “Tolerancia Cero” que están aplicando en la capital, con apoyo de la Fuerza Pública. Dicen que quieren reforzar la seguridad y mantener el orden público, especialmente durante estas fiestas de fin de año. Ya saben, tratar de evitar que la cosa se ponga fea.
En fin, parece que La Reforma sigue siendo un foco de problemas, diay. Pero bueno, al menos la policía anda trabajando para ponerle un freno. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que estos operativos deberían ser más frecuentes y estrictos, o se están llevando sus propios quebraderos de cabeza?
El operativo, que se mandaron el pasado 22 de diciembre, fue cabal. Revisaron a rayitas a todos los que entraban, tanto personal como visitantes, además de registrar cada rincón del centro penal. Parece que alguien estaba tratando de meterle cositas turbias, pero los policías no andan jugando.
Y ahí empezaron a salir las cosas, diay. Cuatro funcionarios penitenciarios terminaron apresados con unos jueguetes prohibidos encima: celulares, de esos que te permiten mandar WhatsApp hasta desde la cárcel. ¡Imagínate la pena que se agarraron! Además, se les decomisaron unos aparatos electrónicos que ni siquiera sé para qué los querían.
Pero eso no es todo, chunches. Las autoridades se toparon con un arsenal de cosas ilegales: siete armas blancas listas para usarlas, cuatro celulares (además de los de los guardias), 22 gramos de cocaína, casi 20 de marihuana, y hasta un poquito de crack. ¡Qué sal! Parece que algunos internos estaban pensando en hacer fiesta, pero se les acabó la tertulia.
Lo más impactante, y esto ya es de película, fue encontrar una pasta dental mezclada con cocaína. ¡Pasta dental con cocaína, mae! ¡Quién lo diría! Eran como 70 gramos, escondidos en el baño. ¿Será que ahora van a cepillarse los dientes con eso? ¡Qué cosas pasan en La Reforma!
Además de la pasta dental sospechosa, hallaron otras cositas extrañas, como una licor, ocho cables USB, once chips para celular, unas herramientas que parecían salidas de una ferretería – una broca, puntas de destornillador, un formón, pipas, placas de integrado y cargadores. ¡Parece que estaban planeando construir algo dentro de la cárcel! Un brete de invento tenían armado.
Según la Policía Penitenciaria, estos operativos forman parte de la estrategia “Tolerancia Cero” que están aplicando en la capital, con apoyo de la Fuerza Pública. Dicen que quieren reforzar la seguridad y mantener el orden público, especialmente durante estas fiestas de fin de año. Ya saben, tratar de evitar que la cosa se ponga fea.
En fin, parece que La Reforma sigue siendo un foco de problemas, diay. Pero bueno, al menos la policía anda trabajando para ponerle un freno. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que estos operativos deberían ser más frecuentes y estrictos, o se están llevando sus propios quebraderos de cabeza?
