¡Ay, Dios mío, qué situación más rara! Resulta que la tranquilidad de San Lorenzo de Flores, en Heredia, se vio interrumpida la madrugada del viernes pasado cuando cuatro individuos decidieron transformar el portón de dos viviendas en pura chatarra. Un robo fallido, un acto vandálico... bueno, nadie lo sabe todavía, pero sí dejaron a sus desafortunados vecinos con la boca abierta y una buena dosis de preocupación.
Según Karla Echavarría, una de las afectadas, todo comenzó alrededor de las 12:18 a.m. Al principio, pensaron que era un camión descontrolado chocando contra su propiedad, dada la fuerza del impacto. Pero al revisar las grabaciones de seguridad, descubrieron la cruda realidad: cuatro maes, con las caras tapadas, destrozando el portón a puro puntapié. Ni siquiera se molestaron en llevarse nada, lo que añade aún más misterio a esta peculiar situación. Parece una clase de retos bien extraña, diay.
Lo curioso es que estos vándalos parecían tener un plan, o al menos eso sugiere el relato de Karla. Dos se dirigieron hacia el portón de la vivienda contigua, mientras que los otros dos atacaron el suyo. El video muestra un esfuerzo visible por parte de aquellos que debieron subir la cuesta hasta la casa del vecino. Y ni hablar de la energía invertida: ¡el portón quedó prácticamente desmembrado! Tres enormes tabletas de bloque reducidas a pedazos gracias al poder de unas botas furiosas.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya está picoteando el caso, buscando pistas que puedan identificar a estos sujetos encaprichados. Las autoridades recibieron las grabaciones de seguridad y están analizando cada detalle para determinar si hay algún patrón o conexión con otros incidentes similares en la zona. Se han solicitado refuerzos en patrullaje nocturno para prevenir cualquier otro ‘desmadre’ de estas características.
Pero no todo fue rapidez y eficiencia desde el lado de las autoridades, según cuenta Karla. Después de llamar al 9-1-1, tuvieron que esperar quince o veinte minutos para que llegara una patrulla de la Fuerza Pública. El oficial que llegó, además, pareció cuestionar la pertinencia de la llamada, explicando que el protocolo es que el 9-1-1 canalice el reporte a la policía local, lo que podría demorar. ¡Imagínate el shock de estar temblando de miedo y encima te digan que deberías haber esperado!
A pesar de la demora inicial, la policía patrulló la zona, pero no logró capturar a los responsables. La familia Echavarría acudió a las oficinas del OIJ en Heredia para presentar la denuncia formal y entregar las pruebas recopiladas. Su esposo, Manuel, e hijo se organizaron para reparar el portón de forma provisional, aunque ya están cotizando opciones para reforzar la estructura o incluso considerar nuevas tecnologías de seguridad, porque esto amerita una inversión seria, brete.
Y hablando de vecinos solidarios, resultó que varios de ellos tenían grabaciones de seguridad que pudieron compartir a través del grupo de WhatsApp del vecindario. Este tipo de colaboración comunitaria demuestra la importancia de la vigilancia vecinal y el apoyo mutuo en situaciones como esta. Es bueno saber que tienes a tus compas velando por ti, especialmente cuando cuatro tipos aparecen de la nada a destruir tu portón. Aunque, sinceramente, eso de salir a patear portones a esas horas... ¡qué necesidad!
Este incidente deja varias preguntas en el aire. ¿Fue un simple acto vandálico impulsivo, un desafío entre amigos que salió terriblemente mal, o hay algo más detrás de todo esto? Con tanta incertidumbre rondando por San Lorenzo de Flores, ¿cree usted que debería aumentar la seguridad privada en la zona o depende solamente de las autoridades?
Según Karla Echavarría, una de las afectadas, todo comenzó alrededor de las 12:18 a.m. Al principio, pensaron que era un camión descontrolado chocando contra su propiedad, dada la fuerza del impacto. Pero al revisar las grabaciones de seguridad, descubrieron la cruda realidad: cuatro maes, con las caras tapadas, destrozando el portón a puro puntapié. Ni siquiera se molestaron en llevarse nada, lo que añade aún más misterio a esta peculiar situación. Parece una clase de retos bien extraña, diay.
Lo curioso es que estos vándalos parecían tener un plan, o al menos eso sugiere el relato de Karla. Dos se dirigieron hacia el portón de la vivienda contigua, mientras que los otros dos atacaron el suyo. El video muestra un esfuerzo visible por parte de aquellos que debieron subir la cuesta hasta la casa del vecino. Y ni hablar de la energía invertida: ¡el portón quedó prácticamente desmembrado! Tres enormes tabletas de bloque reducidas a pedazos gracias al poder de unas botas furiosas.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya está picoteando el caso, buscando pistas que puedan identificar a estos sujetos encaprichados. Las autoridades recibieron las grabaciones de seguridad y están analizando cada detalle para determinar si hay algún patrón o conexión con otros incidentes similares en la zona. Se han solicitado refuerzos en patrullaje nocturno para prevenir cualquier otro ‘desmadre’ de estas características.
Pero no todo fue rapidez y eficiencia desde el lado de las autoridades, según cuenta Karla. Después de llamar al 9-1-1, tuvieron que esperar quince o veinte minutos para que llegara una patrulla de la Fuerza Pública. El oficial que llegó, además, pareció cuestionar la pertinencia de la llamada, explicando que el protocolo es que el 9-1-1 canalice el reporte a la policía local, lo que podría demorar. ¡Imagínate el shock de estar temblando de miedo y encima te digan que deberías haber esperado!
A pesar de la demora inicial, la policía patrulló la zona, pero no logró capturar a los responsables. La familia Echavarría acudió a las oficinas del OIJ en Heredia para presentar la denuncia formal y entregar las pruebas recopiladas. Su esposo, Manuel, e hijo se organizaron para reparar el portón de forma provisional, aunque ya están cotizando opciones para reforzar la estructura o incluso considerar nuevas tecnologías de seguridad, porque esto amerita una inversión seria, brete.
Y hablando de vecinos solidarios, resultó que varios de ellos tenían grabaciones de seguridad que pudieron compartir a través del grupo de WhatsApp del vecindario. Este tipo de colaboración comunitaria demuestra la importancia de la vigilancia vecinal y el apoyo mutuo en situaciones como esta. Es bueno saber que tienes a tus compas velando por ti, especialmente cuando cuatro tipos aparecen de la nada a destruir tu portón. Aunque, sinceramente, eso de salir a patear portones a esas horas... ¡qué necesidad!
Este incidente deja varias preguntas en el aire. ¿Fue un simple acto vandálico impulsivo, un desafío entre amigos que salió terriblemente mal, o hay algo más detrás de todo esto? Con tanta incertidumbre rondando por San Lorenzo de Flores, ¿cree usted que debería aumentar la seguridad privada en la zona o depende solamente de las autoridades?
