¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) parece haber sido cómplice del Cártel del Caribe Sur, facilitando trámites a diestra izquierda para mantener operativas las embarcaciones de 'Shock' y compañía. El caso, que ya tiene a medio país boquiabierto, sale a relucir gracias a un expediente judicial del caso Traición, y vaya si tiene tela, ¿eh?
Según la investigación, Greymer Ramos Loría, jefa de la Sección de Combustibles de Incopesca en la zona Huetar Caribe, jugó un papel crucial en agilizar esos trámites. No se anduvo con rodeos, pasándole información confidencial y haciendo gestiones internas para que todo saliera como querían los presuntos narcotraficantes. Esto, por cierto, no es novedad; hemos visto cómo el crimen organizado se mete en todos lados, buscando siempre un resquicio para operar.
Y no estaba solo. Su principal conexión era Anita Mc Donald Rodríguez, suegra de 'Shock' y exdirectiva de Incopesca. Esta señora, recordemos, ya había levantado sospechas en 2015 por reunirse con Gilbert Bell Fernández, alias 'Macho Coca', a quien ahora la Fiscalía de Nueva York pide en extradition por tráfico de droga. Parece que estos personajes tienen una red bien tejida, y Incopesca, lamentablemente, se prestó para ello.
Las llamadas interceptadas revelan una relación bastante peculiar entre Ramos y Mc Donald. Él, aconsejándola sobre qué documentos presentar para que aprueben los trámites, y ella recordándole que tenga cuidado porque podría perder su trabajo. ¡Imagínate! Un funcionario público preocupado por su pellejo mientras ayuda a un cártel a lavar dinero... ¡Qué torta! Las comunicaciones demuestran claramente una afinidad para que concretaran sus intereses, priorizando las embarcaciones ligadas al grupo criminal, tratando de pasar desapercibidos.
Lo más curioso es que gran parte de estas asesorías y favores ocurrieron DESPUÉS de la detención de 'Shock' en Londres. ¡Eso sí que es tener aguante! Parecía que, pese a estar preso, el capo aún tenía gente trabajando para él en Costa Rica. El caso Jade 1, perteneciente a Chira, es otro ejemplo claro de cómo Ramos se puso las pilas para que la embarcación estuviera operativa y lista para navegar sin problemas.
Pero la cosa no termina ahí. También se descubrió que Ramos ayudó a Isaías Rodríguez Reyes, alias 'Chira Viejo', padre de Keyner Rodríguez Morales, alias 'Chira', ambos también relacionados con el Cártel del Caribe Sur. Parece que la red de influencias de estos capos llega hasta lugares inimaginables, y Incopesca, como ya dijimos, se convirtió en un punto estratégico para sus operaciones. Ya ni me sorprende, la verdad; en este país, parece que todo se puede comprar… o casi.
En la megaoperación del OIJ el pasado martes, Ramos fue arrestado junto a otras personas implicadas en el caso. El Operativo fue calificado como el más grande en la historia criminal del país. Según el informe policial, Loría conocía a fondo las actividades del cártel y utilizó su puesto en Incopesca para advertir a Mc Donald sobre los trámites de las embarcaciones de 'Shock'. Aun así, le explicó que la embarcación podía seguir utilizándose, pues, a su criterio, "ahorita lo que hay es un proceso". ¡Qué nivel de audacia!
Ante este panorama tan oscuro, no podemos evitar preguntarnos: ¿Hasta dónde llega la corrupción en nuestro país? ¿Cómo podemos garantizar que instituciones públicas como Incopesca estén libres de infiltraciones del crimen organizado? ¿Qué medidas debemos tomar para recuperar la confianza de la ciudadanía y construir un futuro más justo y transparente para todos los costarricenses?
Según la investigación, Greymer Ramos Loría, jefa de la Sección de Combustibles de Incopesca en la zona Huetar Caribe, jugó un papel crucial en agilizar esos trámites. No se anduvo con rodeos, pasándole información confidencial y haciendo gestiones internas para que todo saliera como querían los presuntos narcotraficantes. Esto, por cierto, no es novedad; hemos visto cómo el crimen organizado se mete en todos lados, buscando siempre un resquicio para operar.
Y no estaba solo. Su principal conexión era Anita Mc Donald Rodríguez, suegra de 'Shock' y exdirectiva de Incopesca. Esta señora, recordemos, ya había levantado sospechas en 2015 por reunirse con Gilbert Bell Fernández, alias 'Macho Coca', a quien ahora la Fiscalía de Nueva York pide en extradition por tráfico de droga. Parece que estos personajes tienen una red bien tejida, y Incopesca, lamentablemente, se prestó para ello.
Las llamadas interceptadas revelan una relación bastante peculiar entre Ramos y Mc Donald. Él, aconsejándola sobre qué documentos presentar para que aprueben los trámites, y ella recordándole que tenga cuidado porque podría perder su trabajo. ¡Imagínate! Un funcionario público preocupado por su pellejo mientras ayuda a un cártel a lavar dinero... ¡Qué torta! Las comunicaciones demuestran claramente una afinidad para que concretaran sus intereses, priorizando las embarcaciones ligadas al grupo criminal, tratando de pasar desapercibidos.
Lo más curioso es que gran parte de estas asesorías y favores ocurrieron DESPUÉS de la detención de 'Shock' en Londres. ¡Eso sí que es tener aguante! Parecía que, pese a estar preso, el capo aún tenía gente trabajando para él en Costa Rica. El caso Jade 1, perteneciente a Chira, es otro ejemplo claro de cómo Ramos se puso las pilas para que la embarcación estuviera operativa y lista para navegar sin problemas.
Pero la cosa no termina ahí. También se descubrió que Ramos ayudó a Isaías Rodríguez Reyes, alias 'Chira Viejo', padre de Keyner Rodríguez Morales, alias 'Chira', ambos también relacionados con el Cártel del Caribe Sur. Parece que la red de influencias de estos capos llega hasta lugares inimaginables, y Incopesca, como ya dijimos, se convirtió en un punto estratégico para sus operaciones. Ya ni me sorprende, la verdad; en este país, parece que todo se puede comprar… o casi.
En la megaoperación del OIJ el pasado martes, Ramos fue arrestado junto a otras personas implicadas en el caso. El Operativo fue calificado como el más grande en la historia criminal del país. Según el informe policial, Loría conocía a fondo las actividades del cártel y utilizó su puesto en Incopesca para advertir a Mc Donald sobre los trámites de las embarcaciones de 'Shock'. Aun así, le explicó que la embarcación podía seguir utilizándose, pues, a su criterio, "ahorita lo que hay es un proceso". ¡Qué nivel de audacia!
Ante este panorama tan oscuro, no podemos evitar preguntarnos: ¿Hasta dónde llega la corrupción en nuestro país? ¿Cómo podemos garantizar que instituciones públicas como Incopesca estén libres de infiltraciones del crimen organizado? ¿Qué medidas debemos tomar para recuperar la confianza de la ciudadanía y construir un futuro más justo y transparente para todos los costarricenses?
