¡Ay, Dios mío! Parece que ahora sí nos quieren agarrarle con más ganas a los que andamos manejando por acá. La Asamblea Legislativa aprobó en primer debate un proyecto de ley para endurecer las pruebas de alcohol y drogas a los conductores. A ver si con esto bajan los accidentes, porque la verdad, ¡qué torta lo que pasa en nuestras carreteras!
El tema viene desde hace rato, pues la normativa actual deja mucho que desear, dice el diputado Horacio Alvarado del PUSC, quien es el que le dio impulso a este expedietito 23.405. Básicamente, quieren cambiar cómo detectan a los borrachitos o a los que anda prendiditos de otras cositas, pasando de simple apariencia a tener pruebas más contundentes, tipo muestras de saliva.
Ahora, la idea principal es que puedan tomarle una muestra de babosa al mae que paran, pa' analizar si tiene drogas en el sistema. Ya no basta con sentirlo huele a licor o verlo medio zoncho, necesitan pruebas científicas. Según explican, esto es pa’ evitar que algunos se escapan con argucias legales y pa’ que los judiciales tengan más solidez en sus decomisos y arrestos.
Además, van a meterle mano a la redacción de la ley. En lugar de decir “bajo la influencia de bebidas alcohólicas”, van a poner “la presencia de la sustancia al momento del hecho”. Suena técnico, ¿verdad? Pero lo que buscan es dejar claro que lo importante es saber si tenías alcohol o drogas en el cuerpo cuando te pararon, y luego darle un tiempecito pa’ hacer el test formal. Un poquito de margen, vamos, porque no cualquiera puede ir a hacerse un alcootest a cualquier hora.
Y hablando de pruebas, parece que el cuerpo policial tiene unos 227 alcohosensores regados por todo el país. Ahora, la gran pregunta es si esos aparatos andan calibrados y funcionando bien, porque ya hemos visto casos de gente que sale absuelta por errores técnicos en los tests. ¡Qué sal, la weva!
Pero ojo, que esto todavía no es definitivo. El proyecto tiene que pasar por un segundo debate en la Asamblea el próximo martes 28 de octubre. Así que todavía hay tiempo pa’ que los diputados le metan más frijoles, hagan correcciones o hasta lo manden pa’ el olvido. Depende de qué tan fuertes sean las presiones de los diferentes grupos de interés.
Algunos expertos dicen que esta reforma es necesaria para proteger a los peatones y otros conductores. Otros, sin embargo, critican que podría abrir espacio para abusos policiales o violaciones a la privacidad. Vamos, la polémica está servida. Además, no sabemos cuánto va a costar todo esto, porque implementar nuevas tecnologías y capacitar al personal siempre sale caro... ¡Una vara más pa’ apretarnos el bolsillo!
En fin, a esperar qué onda con este proyecto. ¿Ustedes creen que esta reforma realmente ayudará a reducir los accidentes de tránsito causados por el alcohol y las drogas, o simplemente será otra medida más que terminará generando controversia y nuevos problemas? Dejen sus opiniones aquí abajo, ¡me interesa saber qué piensa el pueblo!
El tema viene desde hace rato, pues la normativa actual deja mucho que desear, dice el diputado Horacio Alvarado del PUSC, quien es el que le dio impulso a este expedietito 23.405. Básicamente, quieren cambiar cómo detectan a los borrachitos o a los que anda prendiditos de otras cositas, pasando de simple apariencia a tener pruebas más contundentes, tipo muestras de saliva.
Ahora, la idea principal es que puedan tomarle una muestra de babosa al mae que paran, pa' analizar si tiene drogas en el sistema. Ya no basta con sentirlo huele a licor o verlo medio zoncho, necesitan pruebas científicas. Según explican, esto es pa’ evitar que algunos se escapan con argucias legales y pa’ que los judiciales tengan más solidez en sus decomisos y arrestos.
Además, van a meterle mano a la redacción de la ley. En lugar de decir “bajo la influencia de bebidas alcohólicas”, van a poner “la presencia de la sustancia al momento del hecho”. Suena técnico, ¿verdad? Pero lo que buscan es dejar claro que lo importante es saber si tenías alcohol o drogas en el cuerpo cuando te pararon, y luego darle un tiempecito pa’ hacer el test formal. Un poquito de margen, vamos, porque no cualquiera puede ir a hacerse un alcootest a cualquier hora.
Y hablando de pruebas, parece que el cuerpo policial tiene unos 227 alcohosensores regados por todo el país. Ahora, la gran pregunta es si esos aparatos andan calibrados y funcionando bien, porque ya hemos visto casos de gente que sale absuelta por errores técnicos en los tests. ¡Qué sal, la weva!
Pero ojo, que esto todavía no es definitivo. El proyecto tiene que pasar por un segundo debate en la Asamblea el próximo martes 28 de octubre. Así que todavía hay tiempo pa’ que los diputados le metan más frijoles, hagan correcciones o hasta lo manden pa’ el olvido. Depende de qué tan fuertes sean las presiones de los diferentes grupos de interés.
Algunos expertos dicen que esta reforma es necesaria para proteger a los peatones y otros conductores. Otros, sin embargo, critican que podría abrir espacio para abusos policiales o violaciones a la privacidad. Vamos, la polémica está servida. Además, no sabemos cuánto va a costar todo esto, porque implementar nuevas tecnologías y capacitar al personal siempre sale caro... ¡Una vara más pa’ apretarnos el bolsillo!
En fin, a esperar qué onda con este proyecto. ¿Ustedes creen que esta reforma realmente ayudará a reducir los accidentes de tránsito causados por el alcohol y las drogas, o simplemente será otra medida más que terminará generando controversia y nuevos problemas? Dejen sus opiniones aquí abajo, ¡me interesa saber qué piensa el pueblo!