¡Ay, Dios mío! Resulta que unos pillos decidieron que era buena idea excavar un túnel para robarle gasolina a Recope, pero parece que no tenían ni la más remota idea de qué estaban haciendo. Lo que empezó como un plan para hacerse unos cuantos billetes terminó casi volviéndose una tragedia nacional cuando perforaron por accidente un poliducto de gas licuado de petróleo (GLP), ¡qué torta!
La cosa pasó en la línea marina de Moín, ese lugar por donde entran los combustibles y el GLP para llegar a los depósitos. Imagínate, estos señores estaban picoteando tierra a escasos metros del ducto, totalmente ajenos al peligro que corrían, tanto ellos como todos nosotros. Por suerte, la situación no se fue al traste gracias a la rápida reacción de la empresa y de las autoridades, que evitaron lo que pudo haber sido un desastre monumental.
Según nos cuentan desde Recope, la alarma saltó la semana pasada cuando detectaron una fuga de gas. Ahí empezaron los protocolos de inspección, y los técnicos encontraron el túnel medio colapsado y la brecha en el poliducto. Karla Montero, la presidenta de Recope, recalcó que el manejo del GLP es súper delicado – una chispa y ¡boom!, una explosión de esas que salen en las películas. Afortunadamente, los equipos técnicos actuaron rápido y pusieron todo en orden para evitar cualquier problema mayor. ¡Menuda papeleta!
Lo que hace este caso único, y el más peligroso que han atendido hasta la fecha, es la combinación de factores: el tipo de suelo y, sobre todo, el gas que transportaba el poliducto. No es lo mismo meter la pata con gasolina que con GLP, ¡creeme! Recope ha insistido una y otra vez en que estas acciones delictivas ponen en riesgo a todos, no solo a los ladrones, sino también a las comunidades cercanas y a los trabajadores de la zona. Es de darle vueltas a lo que puede pasar, diay.
Ya presentaron la denuncia correspondiente ante el OIJ (Organismo de Investigación Judicial) para que agarren a estos personajes y les caiga toda la ley. Claramente, esto es una señal de que la ignorancia y la irresponsabilidad pueden tener consecuencias terribles. Pero gracias a la detección temprana y a la pericia de los técnicos, pudimos zafarnos de una, porque si no, estaríamos hablando de otra cosa… mucho peor. De verdad, esto te hace pensar en cómo algunos mae andan pensando solamente en llenarle los bolsillos sin importar las consecuencias.
Es importante recordar que este no es un incidente aislado. El robo de combustible es un problema serio en Costa Rica, y estos incidentes demuestran la necesidad de fortalecer la seguridad y la vigilancia en las instalaciones de Recope. Además, resalta la importancia de educar a la población sobre los peligros de manipular sustancias peligrosas, porque a veces la curiosidad mata al gato... y en este caso, podía haber matado a muchos más.
La compañía asegura que seguirán trabajando con todo para cuidar nuestras instalaciones y asegurar nuestro suministro energético. Se dice que van a reforzar la seguridad, poner más cámaras y aumentar los patrullajes. Esperemos que sirva de lección para que nadie más se aventure a hacer tonterías que puedan poner en peligro la vida de todos. Hay que saber reconocer cuándo una vara está muy caliente, chunche.
Ahora sí, dime: ¿Crees que debería haber penas más severas para quienes intentan robar combustible a Recope, o es suficiente con lo que ya existe? ¿Y qué medidas crees que se deberían tomar para prevenir futuros incidentes como este?
	
		
			
		
		
	
				
			La cosa pasó en la línea marina de Moín, ese lugar por donde entran los combustibles y el GLP para llegar a los depósitos. Imagínate, estos señores estaban picoteando tierra a escasos metros del ducto, totalmente ajenos al peligro que corrían, tanto ellos como todos nosotros. Por suerte, la situación no se fue al traste gracias a la rápida reacción de la empresa y de las autoridades, que evitaron lo que pudo haber sido un desastre monumental.
Según nos cuentan desde Recope, la alarma saltó la semana pasada cuando detectaron una fuga de gas. Ahí empezaron los protocolos de inspección, y los técnicos encontraron el túnel medio colapsado y la brecha en el poliducto. Karla Montero, la presidenta de Recope, recalcó que el manejo del GLP es súper delicado – una chispa y ¡boom!, una explosión de esas que salen en las películas. Afortunadamente, los equipos técnicos actuaron rápido y pusieron todo en orden para evitar cualquier problema mayor. ¡Menuda papeleta!
Lo que hace este caso único, y el más peligroso que han atendido hasta la fecha, es la combinación de factores: el tipo de suelo y, sobre todo, el gas que transportaba el poliducto. No es lo mismo meter la pata con gasolina que con GLP, ¡creeme! Recope ha insistido una y otra vez en que estas acciones delictivas ponen en riesgo a todos, no solo a los ladrones, sino también a las comunidades cercanas y a los trabajadores de la zona. Es de darle vueltas a lo que puede pasar, diay.
Ya presentaron la denuncia correspondiente ante el OIJ (Organismo de Investigación Judicial) para que agarren a estos personajes y les caiga toda la ley. Claramente, esto es una señal de que la ignorancia y la irresponsabilidad pueden tener consecuencias terribles. Pero gracias a la detección temprana y a la pericia de los técnicos, pudimos zafarnos de una, porque si no, estaríamos hablando de otra cosa… mucho peor. De verdad, esto te hace pensar en cómo algunos mae andan pensando solamente en llenarle los bolsillos sin importar las consecuencias.
Es importante recordar que este no es un incidente aislado. El robo de combustible es un problema serio en Costa Rica, y estos incidentes demuestran la necesidad de fortalecer la seguridad y la vigilancia en las instalaciones de Recope. Además, resalta la importancia de educar a la población sobre los peligros de manipular sustancias peligrosas, porque a veces la curiosidad mata al gato... y en este caso, podía haber matado a muchos más.
La compañía asegura que seguirán trabajando con todo para cuidar nuestras instalaciones y asegurar nuestro suministro energético. Se dice que van a reforzar la seguridad, poner más cámaras y aumentar los patrullajes. Esperemos que sirva de lección para que nadie más se aventure a hacer tonterías que puedan poner en peligro la vida de todos. Hay que saber reconocer cuándo una vara está muy caliente, chunche.
Ahora sí, dime: ¿Crees que debería haber penas más severas para quienes intentan robar combustible a Recope, o es suficiente con lo que ya existe? ¿Y qué medidas crees que se deberían tomar para prevenir futuros incidentes como este?