¡Ay, Dios mío! Resulta que ahora los gringos andan metiéndose en broncas ajenas, sancionando al Cártel Santa Rosa de Lima y a su jefe, José Antonio Yépez Ortiz, alias ‘El Marro’. Parece que les alcanzó el aguijón de tanta gasolina robada en Guanajuato. Pero díganme, ¿hasta dónde llegará esto?
Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, este cártel, que surgió allá por el 2014 en Santa Rosa de Lima, Guanajuato, se dedica principalmente al robo de combustibles, un brete que les ha generado muchísima lana y, claro, muertes a diestra y siniestra. No precisamente un modelo a seguir, vamos.
La cosa está complicada porque el CSRL anda en una pelea feroz con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control del negocio ilícito del combustible. Guanajuato, tristemente, se ha convertido en uno de los estados más peligrosos de México, con niveles de violencia que te dejan helao. Imagínate, ¡un triángulo de las Bermudas lleno de tanques clandestinos y balazos!
Y eso no es todo, amigos. Este cártel, además de robarle al Estado mexicano millones de pesos, está afectando a empresas americanas de petróleo y gas natural, generando un mercado negro transfronterizo que le hace daño a todos. Es un círculo vicioso, una verdadera carga, ¿verdad?
Lo curioso es cómo ‘El Marro’, aunque preso desde 2020 con una condena de 60 años, todavía manda desde la cárcel. ¡Increíble! Según dicen, da órdenes a través de sus abogados y familiares, manteniendo el control del cártel como si nada. Se rumora que incluso ayudó a formar la alianza con el Cártel del Golfo, ¡más complicidades en este tinglado! Hasta exmilitares colombianos han contratado para reforzar seguridad.
Ahora, con estas sanciones, cualquier transacción económica relacionada con el cártel y su líder estará bajo lupa en Estados Unidos. Ni modo de hacerle negocios, ni siquiera darle una moneda. Los gringos están poniéndole toda la vara para acabar con esta maraña de corrupción y criminalidad.
Pero me pregunto, ¿será suficiente esta medida para desmantelar realmente al CSRL? ¿No será que simplemente surgirán otros grupos aprovechándose del vacío dejado? Las redes criminales son como maleza, siempre encuentran la forma de crecer en terrenos fértiles. Y en México, lamentablemente, esos terrenos abundan, bretes difíciles de limpiar a fondo.
En fin, esta historia nos deja pensando en qué tanto llegan las influencias extranjeras en temas de crimen organizado, y si realmente podemos esperar que las sanciones internacionales sean la solución mágica. ¿Ustedes creen que estas medidas tendrán un impacto duradero o el Cártel Santa Rosa de Lima encontrará la forma de resurgir de entre las cenizas? Compartan sus opiniones en el foro; ¡esta vara está candela y necesita de nuestra visión!
Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, este cártel, que surgió allá por el 2014 en Santa Rosa de Lima, Guanajuato, se dedica principalmente al robo de combustibles, un brete que les ha generado muchísima lana y, claro, muertes a diestra y siniestra. No precisamente un modelo a seguir, vamos.
La cosa está complicada porque el CSRL anda en una pelea feroz con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control del negocio ilícito del combustible. Guanajuato, tristemente, se ha convertido en uno de los estados más peligrosos de México, con niveles de violencia que te dejan helao. Imagínate, ¡un triángulo de las Bermudas lleno de tanques clandestinos y balazos!
Y eso no es todo, amigos. Este cártel, además de robarle al Estado mexicano millones de pesos, está afectando a empresas americanas de petróleo y gas natural, generando un mercado negro transfronterizo que le hace daño a todos. Es un círculo vicioso, una verdadera carga, ¿verdad?
Lo curioso es cómo ‘El Marro’, aunque preso desde 2020 con una condena de 60 años, todavía manda desde la cárcel. ¡Increíble! Según dicen, da órdenes a través de sus abogados y familiares, manteniendo el control del cártel como si nada. Se rumora que incluso ayudó a formar la alianza con el Cártel del Golfo, ¡más complicidades en este tinglado! Hasta exmilitares colombianos han contratado para reforzar seguridad.
Ahora, con estas sanciones, cualquier transacción económica relacionada con el cártel y su líder estará bajo lupa en Estados Unidos. Ni modo de hacerle negocios, ni siquiera darle una moneda. Los gringos están poniéndole toda la vara para acabar con esta maraña de corrupción y criminalidad.
Pero me pregunto, ¿será suficiente esta medida para desmantelar realmente al CSRL? ¿No será que simplemente surgirán otros grupos aprovechándose del vacío dejado? Las redes criminales son como maleza, siempre encuentran la forma de crecer en terrenos fértiles. Y en México, lamentablemente, esos terrenos abundan, bretes difíciles de limpiar a fondo.
En fin, esta historia nos deja pensando en qué tanto llegan las influencias extranjeras en temas de crimen organizado, y si realmente podemos esperar que las sanciones internacionales sean la solución mágica. ¿Ustedes creen que estas medidas tendrán un impacto duradero o el Cártel Santa Rosa de Lima encontrará la forma de resurgir de entre las cenizas? Compartan sus opiniones en el foro; ¡esta vara está candela y necesita de nuestra visión!
