¡Ay, Dios mío! Esto sí que es novela. Resulta que unos muchachos de Fuerza Pública, junto con los compas de Recope, andaban revisando unas tierras ahí cerca de Siquirres, y se toparon con un verdadero tingo de billete… ¡un bus reventao de tanques de diésel robado!
La movida se armó el lunes pasado, fecha 3 de noviembre, en un terrenito justo al lado de la carretera 32. Al parecer, alguien estaba usando la zona pa’ esconder cosas turbias. Dicen que ya hacía tiempo que había alertas por robos de combustible en la zona, así que los oficiales no andaban jugando.
Cuando llegaron al sitio, se quedaron boquiabiertos. Un autobús modificado, con unos huecos hechos andarivel para meter y camuflar unos estañones llenos a rebosar de combustible. ¡Imagínate la bronca pa’ poder mover eso! Esto no es cosa de dos o tres, huele a operación bien planeada, diay.
Contaron que adentro del bus tenían 34 estañones listos pa’ llevarse. Pero eso no era todo. En una bodeguita que tienen por allí mismo, encontraron otros 17, haciendo un total de 51 envases llenos de la cremita. ¡Eso sí da para hacer una travesura considerable!
Y como si fuera poco, atraparon a un tipo llamado Chaves, el único que estaba en el lugar cuando llegó la poli. Parece que este señor ya tiene historial, dicen que anda metido con drogas y que le gusta portar armas ilegales. Así que esto no pinta nada bien para él, chunche.
Las autoridades ya le quitaron el brete y lo mandaron pa’ la Fiscalía, pa’ que le caigan toda la ley. Ahora van a tener que investigar quién más andaba detrás de esto y cómo estaban vendiendo el combustible robado. Esto podría ser parte de una red mucho mayor, ¿quién sabe?
El robo de combustibles es un problema que nos afecta a todos, porque al final siempre terminamos pagando la factura nosotros. Recope ha puesto una línea especial, el 1-0-0-2, pa’ que la gente pueda denunciar cualquier cosita sospechosa. Así que si ven algo raro, no sean tímidos, avisen. Mejor prevenir que lamentar, maé.
Esto demuestra que, aunque intentemos taparle el ojo de la aguja, los delicuentes siempre buscan nuevas formas de hacer daño. Pero también nos muestra que la policía y Recope no se quedan cruzados de brazos. ¿Creen que deberíamos aumentar la seguridad en los políductos, o creen que la solución está en castigar más duro a los culpables? Den su opinión, quiero ver qué piensa la gente sobre este asunto que nos tiene a todos hablando.
La movida se armó el lunes pasado, fecha 3 de noviembre, en un terrenito justo al lado de la carretera 32. Al parecer, alguien estaba usando la zona pa’ esconder cosas turbias. Dicen que ya hacía tiempo que había alertas por robos de combustible en la zona, así que los oficiales no andaban jugando.
Cuando llegaron al sitio, se quedaron boquiabiertos. Un autobús modificado, con unos huecos hechos andarivel para meter y camuflar unos estañones llenos a rebosar de combustible. ¡Imagínate la bronca pa’ poder mover eso! Esto no es cosa de dos o tres, huele a operación bien planeada, diay.
Contaron que adentro del bus tenían 34 estañones listos pa’ llevarse. Pero eso no era todo. En una bodeguita que tienen por allí mismo, encontraron otros 17, haciendo un total de 51 envases llenos de la cremita. ¡Eso sí da para hacer una travesura considerable!
Y como si fuera poco, atraparon a un tipo llamado Chaves, el único que estaba en el lugar cuando llegó la poli. Parece que este señor ya tiene historial, dicen que anda metido con drogas y que le gusta portar armas ilegales. Así que esto no pinta nada bien para él, chunche.
Las autoridades ya le quitaron el brete y lo mandaron pa’ la Fiscalía, pa’ que le caigan toda la ley. Ahora van a tener que investigar quién más andaba detrás de esto y cómo estaban vendiendo el combustible robado. Esto podría ser parte de una red mucho mayor, ¿quién sabe?
El robo de combustibles es un problema que nos afecta a todos, porque al final siempre terminamos pagando la factura nosotros. Recope ha puesto una línea especial, el 1-0-0-2, pa’ que la gente pueda denunciar cualquier cosita sospechosa. Así que si ven algo raro, no sean tímidos, avisen. Mejor prevenir que lamentar, maé.
Esto demuestra que, aunque intentemos taparle el ojo de la aguja, los delicuentes siempre buscan nuevas formas de hacer daño. Pero también nos muestra que la policía y Recope no se quedan cruzados de brazos. ¿Creen que deberíamos aumentar la seguridad en los políductos, o creen que la solución está en castigar más duro a los culpables? Den su opinión, quiero ver qué piensa la gente sobre este asunto que nos tiene a todos hablando.
