¡Ay, Dios mío! Esto del proceso electoral se está poniendo más complicado que encontrar parqueado en Escazú los fines de semana. Resulta que el Gobierno, liderado por don Don Rodrigo, decidió meterle un buen empujón al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) llevando el asunto a la Sala Constitucional. Parece que no se han puesto de acuerdo sobre qué puede y qué no puede hacer Presidencia una vez que empiecen las campañas.
Todo empezó hace como quince días, cuando Presidencia mandó una serie de preguntas al TSE para aclarar las jugosas. Querían saber hasta dónde podían llegar con las transmisiones en redes sociales, si el gabinete podía dar entrevistas y, lo más importante, si podían seguir dando la conferencia semanal de los miércoles para contarle al país cómo le van las cosas. Una vara bien importante, ¿eh?
Don Rodrigo, como siempre, no se anda con rodeos y expresó su fastidio por la tardanza del TSE. Según él, la institución está “desmoronándose” y le dijeron que estaban atrasados por el trabajo acumulado. ¡Uy, eso no debió salir de ahí! Ahora la cosa pinta más tensa que el tráfico en Santa Bárbara a la hora pico. Claro, parece que el Presidente quiere asegurarse de que no le vayan a venir con sorpresas más adelante y que le imputen algo ilegal durante la campaña.
Arnold Zamora, el ministro de Comunicación, fue quien se encargó de enviar las consultas formales a través de un documento oficial. Las preguntas eran bastante específicas: ¿Pueden transmitir las inauguraciones de obras en redes sociales? ¿Pueden los ministros ir a dar entrevistas? Y lo crucial, ¿puede el Presidente seguir asistiendo a inauguraciones para mostrar el progreso de las obras durante sus giras? Estas varas andaban moviéndose buscando claridad.
Y no solo eso, también preguntaron si los medios podrían ser sancionados por transmitir actos presidenciales en vivo. ¡Imagínate! También quisieran controlar quién transmite qué. Además, querían saber si el TSE podría siquiera censurar a alguien que intentara cubrir una actividad presidencial. Claramente, la preocupación era evitar cualquier posible problema legal que les pudiera caer encima durante el proceso electoral. ¡Un brete!
Pero el TSE, parece que no estaba tan dispuesto a apurarse. Tan solo unos minutos después de que Presidencia hiciera pública su intención de ir a la Corte, el ente electoral sacó un comunicado diciendo que ya habían respondido las consultas el lunes pasado. Dicen que algunas preguntas estaban confusas o referían a casos concretos que no podían resolver. ¡Qué manera de echarle la culpa a la redacción! Lo cierto es que el TSE sí dio algunas pautas: no tienen prohibición de inaugurar obras ni de asistir a eventos públicos, pero sí de transmitirlo todo en plataformas digitales.
En cuanto a la famosa conferencia de los miércoles, tampoco la prohibirán, pero advirtieron que no se puede usar sus plataformas para difundirla. Un poquito de tibieza, ¿verdad? Además, permitieron que los medios asistan a entrevistas, aunque suspenden las cadenas de televisión y radio durante el período electoral. Al final, el gobierno parece haber conseguido algunas respuestas, pero la tensión sigue latente, y la incertidumbre reina sobre cómo se desarrollará el proceso electoral. Este rollo promete, diay...
Ahora, con esto del recurso de amparo y tanta vuelta que le están dando, ¿creen que el gobierno está exagerando en su afán por controlar la información o simplemente buscando protegerse de posibles acusaciones? ¿Les parece que el TSE debería haber sido más ágil en responder las consultas o es normal que haya demoras burocráticas? Déjenme sus opiniones, quiero ver qué piensa la gente sobre este panorama... ¡Vamos a darle!
Todo empezó hace como quince días, cuando Presidencia mandó una serie de preguntas al TSE para aclarar las jugosas. Querían saber hasta dónde podían llegar con las transmisiones en redes sociales, si el gabinete podía dar entrevistas y, lo más importante, si podían seguir dando la conferencia semanal de los miércoles para contarle al país cómo le van las cosas. Una vara bien importante, ¿eh?
Don Rodrigo, como siempre, no se anda con rodeos y expresó su fastidio por la tardanza del TSE. Según él, la institución está “desmoronándose” y le dijeron que estaban atrasados por el trabajo acumulado. ¡Uy, eso no debió salir de ahí! Ahora la cosa pinta más tensa que el tráfico en Santa Bárbara a la hora pico. Claro, parece que el Presidente quiere asegurarse de que no le vayan a venir con sorpresas más adelante y que le imputen algo ilegal durante la campaña.
Arnold Zamora, el ministro de Comunicación, fue quien se encargó de enviar las consultas formales a través de un documento oficial. Las preguntas eran bastante específicas: ¿Pueden transmitir las inauguraciones de obras en redes sociales? ¿Pueden los ministros ir a dar entrevistas? Y lo crucial, ¿puede el Presidente seguir asistiendo a inauguraciones para mostrar el progreso de las obras durante sus giras? Estas varas andaban moviéndose buscando claridad.
Y no solo eso, también preguntaron si los medios podrían ser sancionados por transmitir actos presidenciales en vivo. ¡Imagínate! También quisieran controlar quién transmite qué. Además, querían saber si el TSE podría siquiera censurar a alguien que intentara cubrir una actividad presidencial. Claramente, la preocupación era evitar cualquier posible problema legal que les pudiera caer encima durante el proceso electoral. ¡Un brete!
Pero el TSE, parece que no estaba tan dispuesto a apurarse. Tan solo unos minutos después de que Presidencia hiciera pública su intención de ir a la Corte, el ente electoral sacó un comunicado diciendo que ya habían respondido las consultas el lunes pasado. Dicen que algunas preguntas estaban confusas o referían a casos concretos que no podían resolver. ¡Qué manera de echarle la culpa a la redacción! Lo cierto es que el TSE sí dio algunas pautas: no tienen prohibición de inaugurar obras ni de asistir a eventos públicos, pero sí de transmitirlo todo en plataformas digitales.
En cuanto a la famosa conferencia de los miércoles, tampoco la prohibirán, pero advirtieron que no se puede usar sus plataformas para difundirla. Un poquito de tibieza, ¿verdad? Además, permitieron que los medios asistan a entrevistas, aunque suspenden las cadenas de televisión y radio durante el período electoral. Al final, el gobierno parece haber conseguido algunas respuestas, pero la tensión sigue latente, y la incertidumbre reina sobre cómo se desarrollará el proceso electoral. Este rollo promete, diay...
Ahora, con esto del recurso de amparo y tanta vuelta que le están dando, ¿creen que el gobierno está exagerando en su afán por controlar la información o simplemente buscando protegerse de posibles acusaciones? ¿Les parece que el TSE debería haber sido más ágil en responder las consultas o es normal que haya demoras burocráticas? Déjenme sus opiniones, quiero ver qué piensa la gente sobre este panorama... ¡Vamos a darle!
