¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez, con temas que dan escalofríos. El Colegio de Farmacéuticos ha lanzado una bomba este fin de año: ¡hay un montón de medicinas ilegales entrando al país, especialmente por la frontera norte! Ya saben, esos “gangas” que te ofrecen en algunos sitios… pues resultan ser pura torta.
Según los expertos, la situación es grave porque estas medicinas no tienen ningún tipo de control sanitario. Ni trazabilidad, ni nada. Imagínate, no sabes si el medicamento está vencido, si le han agregado cosas raras o si simplemente no funciona. ¡Es jugártela con la salud!
Y eso es lo peor, ¿eh? Porque muchos de estos productos carecen del registro sanitario, que es como el sello de garantía de que las autoridades de salud revisaron que todo esté bien. Sin ese sello, estás comprando gato por liebre, y a veces, gato envenenado. Que ni me digas, ¡qué sal!
Lo que preocupa más es que algunas de estas medicinas podrían estar causando daños serios a la gente. Desde efectos secundarios inesperados hasta hacer que los antibióticos pierdan su poder contra las bacterias. ¡Imagínate tener una infección grave y que el medicamento no haga nada! Un brete, díganlo ustedes.
El colegio nos recuerda, y vaya que sí lo hacen, que lo barato sale caro. Una pastillita barata hoy podría significar una hospitalización costosa mañana. No hay que andar buscando atajos cuando se trata de nuestra salud, ¿verdad, maes?
Por eso, desde el Colegio de Farmacéuticos insisten: compren sus medicamentos solo en farmacias acreditadas. Ahí saben qué hacen, conservan bien los productos y además, te pueden asesorar correctamente. Además, cuando se necesita mantener la cadena de frío – y ya sabemos que muchas vacunas y otros medicamentos requieren temperaturas especiales – las farmacias cumplen al pie de la letra. En otros lugares, ¡ni hablar!
Y ojo, que esto no es solo cosa de farmacéuticos. Todos tenemos que ponerle atención y denunciar cualquier sospecha. Si ves a alguien vendiendo medicinas en la calle, en ferias o por internet sin ningún tipo de permiso, ¡denúncialo! Así evitamos que más personas se arriesguen a meterse una torta con su salud. La presidenta Aura Gabriela Jara Pérez lo dijo claro: la salud no se juega, y un medicamento mal administrado puede hacer más daño que bien.
Ahora dime, ¿tú has comprado alguna vez un medicamento fuera de una farmacia tradicional? ¿Te has sentido confiado con la calidad de esos productos? ¿Crees que las autoridades deberían aumentar la vigilancia en las fronteras para evitar que entren más medicinas ilegales al país? ¡Vamos a debatir sobre esto en el foro, pa’ ver qué piensa la gente!
Según los expertos, la situación es grave porque estas medicinas no tienen ningún tipo de control sanitario. Ni trazabilidad, ni nada. Imagínate, no sabes si el medicamento está vencido, si le han agregado cosas raras o si simplemente no funciona. ¡Es jugártela con la salud!
Y eso es lo peor, ¿eh? Porque muchos de estos productos carecen del registro sanitario, que es como el sello de garantía de que las autoridades de salud revisaron que todo esté bien. Sin ese sello, estás comprando gato por liebre, y a veces, gato envenenado. Que ni me digas, ¡qué sal!
Lo que preocupa más es que algunas de estas medicinas podrían estar causando daños serios a la gente. Desde efectos secundarios inesperados hasta hacer que los antibióticos pierdan su poder contra las bacterias. ¡Imagínate tener una infección grave y que el medicamento no haga nada! Un brete, díganlo ustedes.
El colegio nos recuerda, y vaya que sí lo hacen, que lo barato sale caro. Una pastillita barata hoy podría significar una hospitalización costosa mañana. No hay que andar buscando atajos cuando se trata de nuestra salud, ¿verdad, maes?
Por eso, desde el Colegio de Farmacéuticos insisten: compren sus medicamentos solo en farmacias acreditadas. Ahí saben qué hacen, conservan bien los productos y además, te pueden asesorar correctamente. Además, cuando se necesita mantener la cadena de frío – y ya sabemos que muchas vacunas y otros medicamentos requieren temperaturas especiales – las farmacias cumplen al pie de la letra. En otros lugares, ¡ni hablar!
Y ojo, que esto no es solo cosa de farmacéuticos. Todos tenemos que ponerle atención y denunciar cualquier sospecha. Si ves a alguien vendiendo medicinas en la calle, en ferias o por internet sin ningún tipo de permiso, ¡denúncialo! Así evitamos que más personas se arriesguen a meterse una torta con su salud. La presidenta Aura Gabriela Jara Pérez lo dijo claro: la salud no se juega, y un medicamento mal administrado puede hacer más daño que bien.
Ahora dime, ¿tú has comprado alguna vez un medicamento fuera de una farmacia tradicional? ¿Te has sentido confiado con la calidad de esos productos? ¿Crees que las autoridades deberían aumentar la vigilancia en las fronteras para evitar que entren más medicinas ilegales al país? ¡Vamos a debatir sobre esto en el foro, pa’ ver qué piensa la gente!