¡Ay, Dios mío, qué torta! El ministro de Comunicación, Arnold Zamora, se metió en un brete tremendo al soltarle el nombre a la persona que lo denunció por supuesto abuso sexual. Esto ya pinta pa’ novela, gente, y parece que los abogados no van a dejar pasar esto así nomás. ¡Imagínate el movidón!
Todo empezó con una denuncia presentada ante el Ministerio Público el pasado lunes por un jefe de prensa de un ministerio, cuyo apellido es Quesada. Según la información que tenemos, el señor Quesada trabaja directamente con Zamora y decidió levantar la voz tras unos incidentes que ocurrieron entre el sábado en la noche y el amanecer del domingo, dentro de un hotel en San José. La cosa pinta complicada, ¿verdad?
Pero lo que realmente encendió las alarmas fue la reacción del ministro Zamora. En un video que rápidamente se viralizó gracias a la Casa Presidencial, el ministro decidió darle su versión de los hechos… ¡y en medio de eso reveló el nombre completo del denunciante! Vaya manera de meterle bala al pobre tipo, y encima, con un espacio público destinado a aclarar cosas. Un despache, señores, ¡una verdadera torta!
Los abogados Marvin Carvajal y Róger Guevara, representantes legales del denunciante, no tardaron en reaccionar. Declararon que emprenderán acciones legales contra Zamora por esta flagrante violación a los derechos de su cliente. Dijeron textualmente, y les hago cita: “Deploramos que el imputado haya hecho uso de un espacio destinado a dar su versión de los hechos para revelar la identidad de la víctima, en una nueva violación de los más elementales derechos de nuestro cliente. Haremos lo necesario para que ese hecho tampoco quede impune y produzca las consecuencias que determina la ley.” ¡No le van a perdonar esto tan fácil!
Y ahora vamos con la defensa del ministro. En el mismo video, Zamora niega rotundamente las acusaciones, asegurando que nunca abusó sexualmente del señor Quesada. Dice que él, al contrario, fue quien solicitó que lo recogieran en su casa y que hay mensajes de texto que lo demuestran. Además, argumenta que ambos consumieron bebidas alcohólicas voluntariamente y que reservó una habitación en el hotel por precaución, para evitar conducir bajo los efectos del alcohol. "Nunca abusé sexualmente de usted, fue usted quien me pidió que lo recogiera", expresó el ministro.
Por otro lado, Zamora plantea la posibilidad de que esta denuncia sea parte de una persecución política. Afirma que el caso es “totalmente alejado de los hechos reales” y que la información se filtró a la prensa con una velocidad inusual. Incluso insinuó que podría haber motivos ocultos detrás de la denuncia, aunque no especificó cuáles. Esta vara está picando, como dicen por acá. La denuncia corre bajo el expediente 23-028218-0042-PE y estará a cargo de una fiscalía ordinaria, ya que Zamora ocupa un cargo de ministro sin cartera y, por ende, no cuenta con inmunidad parlamentaria.
Es importante recordar que los ministros sin cartera son una figura peculiar en el gobierno costarricense; básicamente, son reconocimientos políticos otorgados por el Ejecutivo. Su designación se realiza mediante decreto presidencial y, aunque participan activamente en la administración pública, no poseen presupuesto propio ni competencias específicas como otros ministerios. El criterio del Fiscal General, Carlo Díaz, aclara que, al no tener inmunidad, el caso se tratará como cualquier otra investigación penal, sin privilegios para el ministro.
Ante este panorama cargado de controversia y acusaciones cruzadas, queda claro que este caso promete dar mucho de qué hablar. Con abogados moviéndose, denuncias formales y un ministro en la cuerda floja, la expectativa es alta. Pero dime, vos, ¿crees que el ministro Zamora está siendo víctima de una persecución política o debería enfrentar las consecuencias de sus actos? ¿Será que este escándalo afectará la popularidad del gobierno o simplemente se quedará como una nota más en la historia política tica? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!
Todo empezó con una denuncia presentada ante el Ministerio Público el pasado lunes por un jefe de prensa de un ministerio, cuyo apellido es Quesada. Según la información que tenemos, el señor Quesada trabaja directamente con Zamora y decidió levantar la voz tras unos incidentes que ocurrieron entre el sábado en la noche y el amanecer del domingo, dentro de un hotel en San José. La cosa pinta complicada, ¿verdad?
Pero lo que realmente encendió las alarmas fue la reacción del ministro Zamora. En un video que rápidamente se viralizó gracias a la Casa Presidencial, el ministro decidió darle su versión de los hechos… ¡y en medio de eso reveló el nombre completo del denunciante! Vaya manera de meterle bala al pobre tipo, y encima, con un espacio público destinado a aclarar cosas. Un despache, señores, ¡una verdadera torta!
Los abogados Marvin Carvajal y Róger Guevara, representantes legales del denunciante, no tardaron en reaccionar. Declararon que emprenderán acciones legales contra Zamora por esta flagrante violación a los derechos de su cliente. Dijeron textualmente, y les hago cita: “Deploramos que el imputado haya hecho uso de un espacio destinado a dar su versión de los hechos para revelar la identidad de la víctima, en una nueva violación de los más elementales derechos de nuestro cliente. Haremos lo necesario para que ese hecho tampoco quede impune y produzca las consecuencias que determina la ley.” ¡No le van a perdonar esto tan fácil!
Y ahora vamos con la defensa del ministro. En el mismo video, Zamora niega rotundamente las acusaciones, asegurando que nunca abusó sexualmente del señor Quesada. Dice que él, al contrario, fue quien solicitó que lo recogieran en su casa y que hay mensajes de texto que lo demuestran. Además, argumenta que ambos consumieron bebidas alcohólicas voluntariamente y que reservó una habitación en el hotel por precaución, para evitar conducir bajo los efectos del alcohol. "Nunca abusé sexualmente de usted, fue usted quien me pidió que lo recogiera", expresó el ministro.
Por otro lado, Zamora plantea la posibilidad de que esta denuncia sea parte de una persecución política. Afirma que el caso es “totalmente alejado de los hechos reales” y que la información se filtró a la prensa con una velocidad inusual. Incluso insinuó que podría haber motivos ocultos detrás de la denuncia, aunque no especificó cuáles. Esta vara está picando, como dicen por acá. La denuncia corre bajo el expediente 23-028218-0042-PE y estará a cargo de una fiscalía ordinaria, ya que Zamora ocupa un cargo de ministro sin cartera y, por ende, no cuenta con inmunidad parlamentaria.
Es importante recordar que los ministros sin cartera son una figura peculiar en el gobierno costarricense; básicamente, son reconocimientos políticos otorgados por el Ejecutivo. Su designación se realiza mediante decreto presidencial y, aunque participan activamente en la administración pública, no poseen presupuesto propio ni competencias específicas como otros ministerios. El criterio del Fiscal General, Carlo Díaz, aclara que, al no tener inmunidad, el caso se tratará como cualquier otra investigación penal, sin privilegios para el ministro.
Ante este panorama cargado de controversia y acusaciones cruzadas, queda claro que este caso promete dar mucho de qué hablar. Con abogados moviéndose, denuncias formales y un ministro en la cuerda floja, la expectativa es alta. Pero dime, vos, ¿crees que el ministro Zamora está siendo víctima de una persecución política o debería enfrentar las consecuencias de sus actos? ¿Será que este escándalo afectará la popularidad del gobierno o simplemente se quedará como una nota más en la historia política tica? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!