¡Ay, Dios mío! Quién lo iba a decir, ¿verdad, compas? El MOPT, la mismísima entidad encargada de cuidarnos de los baches y desmoronamientos, acaba de confesar que hubo un buen descuido – un 'error operativo', le dicen ellos – detrás del derrumbe de tierra que asustó a medio Cartago hace unas semanas. Ya saben, aquel sustazo en la entrada a la ciudad, justo antes de Taras. Imaginen la bronca, el tráfico... ¡un verdadero despiche!
La movida ocurrió el 12 de octubre, y en ese momento, la versión oficial era que la lluvia había saturado el suelo y eso fue todo. Una explicación sencilla, fácil de digerir. Pero bueno, parece que la cosa es más compleja que eso, porque ahora, después de una revisión técnica, resulta que alguien dejó unas barreras de concreto en un lugar donde no debían estar. ¡Un fallo garrafal, mándale! Como si estuvieran jugando a ponerle cemento a tetris.
Y ahí es donde se empieza a complicar la cosa, porque aparece el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), esos mismos que desde julio estaban advirtiendo del peligro potencial de ese talud – perdón, pared de pilotes, según el MOPT. Ahí es cuando te quedas pensando: ¿qué onda con esto? Porque el Lanamme insistía en que necesitaba una intervención urgente, especialmente con la temporada de lluvias encima. Pero aparentemente, nadie les hizo caso.
Ahora, el MOPT niega y afirma que no había ningún riesgo de deslizamiento, justificando su inacción como una “respuesta técnica fundamentada”. Dicen que la estructura cumplía su función, y que todo eso del Lanamme era solo porque todavía estaban haciendo trabajos en la zona. Suena bien en el papel, pero, diay, ¿cómo confiarles si luego pasa esto?
Pero espérate, que hay más. Según el MOPT, este pequeño percance no va a retrasar la fecha de entrega del proyecto Taras-La Lima, que tienen planeado terminar entre diciembre y los primeros meses del 2026. ¡Vamos a ver, mae! Que no nos vengan con cuentos, porque estamos cansados de fechas incumplidas. Además, advierten a los conductores que mantengan la distancia y respeten las señales, porque todavía hay un retiro de cinco metros del talud… o mejor dicho, de la pared de pilotes.
Lo que más me preocupa es la confianza que podemos tener en estas instituciones. Uno espera que estén cuidándonos, previniendo problemas, no esperando a que ocurran para luego echarle la culpa a la lluvia o a un simple “error operativo”. Esto demuestra que a veces hay más preocupación por cumplir presupuestos que por garantizar la seguridad de la gente. ¡Qué pena, pura pena!
Las reacciones no se han hecho esperar, claro. Muchos cartagüeños están furiosos, exigiendo responsabilidades. Otros simplemente se ríen a carcajadas, diciendo que esto es típico de cómo se hacen las cosas por acá. Y el Lanamme sigue firme en sus recomendaciones, señalando que este incidente podría haber sido evitado si se hubieran tomado en serio sus advertencias. Parece que esta vara aún tiene mucho recorrido.
En fin, una historia llena de controversias, negaciones y preguntas sin respuesta. Ahora me pregunto, compas: ¿hasta qué punto debemos confiar en las autoridades cuando ocurren estos accidentes? ¿Deberían haber escuchado al Lanamme desde el principio o es normal que siempre haya esta pelea entre diferentes entidades técnicas? Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes sobre este asunto tan "chivato".
La movida ocurrió el 12 de octubre, y en ese momento, la versión oficial era que la lluvia había saturado el suelo y eso fue todo. Una explicación sencilla, fácil de digerir. Pero bueno, parece que la cosa es más compleja que eso, porque ahora, después de una revisión técnica, resulta que alguien dejó unas barreras de concreto en un lugar donde no debían estar. ¡Un fallo garrafal, mándale! Como si estuvieran jugando a ponerle cemento a tetris.
Y ahí es donde se empieza a complicar la cosa, porque aparece el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), esos mismos que desde julio estaban advirtiendo del peligro potencial de ese talud – perdón, pared de pilotes, según el MOPT. Ahí es cuando te quedas pensando: ¿qué onda con esto? Porque el Lanamme insistía en que necesitaba una intervención urgente, especialmente con la temporada de lluvias encima. Pero aparentemente, nadie les hizo caso.
Ahora, el MOPT niega y afirma que no había ningún riesgo de deslizamiento, justificando su inacción como una “respuesta técnica fundamentada”. Dicen que la estructura cumplía su función, y que todo eso del Lanamme era solo porque todavía estaban haciendo trabajos en la zona. Suena bien en el papel, pero, diay, ¿cómo confiarles si luego pasa esto?
Pero espérate, que hay más. Según el MOPT, este pequeño percance no va a retrasar la fecha de entrega del proyecto Taras-La Lima, que tienen planeado terminar entre diciembre y los primeros meses del 2026. ¡Vamos a ver, mae! Que no nos vengan con cuentos, porque estamos cansados de fechas incumplidas. Además, advierten a los conductores que mantengan la distancia y respeten las señales, porque todavía hay un retiro de cinco metros del talud… o mejor dicho, de la pared de pilotes.
Lo que más me preocupa es la confianza que podemos tener en estas instituciones. Uno espera que estén cuidándonos, previniendo problemas, no esperando a que ocurran para luego echarle la culpa a la lluvia o a un simple “error operativo”. Esto demuestra que a veces hay más preocupación por cumplir presupuestos que por garantizar la seguridad de la gente. ¡Qué pena, pura pena!
Las reacciones no se han hecho esperar, claro. Muchos cartagüeños están furiosos, exigiendo responsabilidades. Otros simplemente se ríen a carcajadas, diciendo que esto es típico de cómo se hacen las cosas por acá. Y el Lanamme sigue firme en sus recomendaciones, señalando que este incidente podría haber sido evitado si se hubieran tomado en serio sus advertencias. Parece que esta vara aún tiene mucho recorrido.
En fin, una historia llena de controversias, negaciones y preguntas sin respuesta. Ahora me pregunto, compas: ¿hasta qué punto debemos confiar en las autoridades cuando ocurren estos accidentes? ¿Deberían haber escuchado al Lanamme desde el principio o es normal que siempre haya esta pelea entre diferentes entidades técnicas? Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes sobre este asunto tan "chivato".
