¡Aguafiestas, pero necesarios! El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) puso el freno de mano a la importación de productos de cerdo de cualquier lugar del mundo. Sí, eso significa adiós a esos embutidos sabrosos que traías de viaje o a esa carne de puerco que querías preparar para el rancho familiar. Pero díganle a la Peste Porcina Africana (PPA), porque ahora tendrá que buscar otra ruta para llegar a nuestros cerdos.
Como muchos recordarán, la PPA ha causado un verdadero drama en varios países, dejando secas a gran parte de la industria porcina. Países europeos, República Dominicana y Haití ya han sentido el golpe, y nosotros, con la astucia que nos caracteriza, preferimos prevenir antes que lamentar. Según el Senasa, esta medida es crucial para mantener el estatus sanitario de Costa Rica y evitar que nuestra producción porcina se vaya al traste.
La resolución SENASA-DCA-R0029-2021, que entró en vigor desde el 5 de agosto de 2021, es clara: nada de carne de cerdo cruda, ni siquiera bien cocidita, ni salchichas, jamones, tocinos… ¡ni siquiera chicharrones, mae! Todo lo que venga de un cerdo, en cualquier forma o presentación, queda prohibido. Esto rige para quienes lleguen por aeropuertos, fronteras terrestres, e incluso por los puertos marítimos y fluviales que usamos para mover mercancía.
Imaginen la escena en el aeropuerto: ahí está Don José, llegando de España con una maleta llena de jamón serrano pensando que le caería de perlas para las fiestas. ¡Se lleva una decepción tremenda! Le confiscan el manjar y encima le ponen una sanción. Mejor se ahorró la pena y dejó el jamoncito allá, ¿eh?
Y no piensen que pueden intentar colar la pela de bacalao. El Senasa está poniendo lupa en cada pasajero, revisando maletas y equipaje de mano con lupa. Se ha pedido a las autoridades de migración y aduanas que estén alerta y hagan controles exhaustivos. No hay pierde, señores; si intentan burlar la ley, van a terminar pagando caro.
Pero, ¿por qué toda esta paranoia? Pues porque la PPA es una enfermedad devastadora para los cerdos, causando fiebre alta, hemorragias, pérdida de apetito y, finalmente, la muerte. Si entrara en Costa Rica, podría arruinar a miles de productores y afectar seriamente la economía del país. Así que, aunque sea un sacrificio para algunos, es un brete que vale la pena asumir.
Muchos agricultores y ganaderos ticos han expresado su alivio por esta medida. Reconocen que es una protección necesaria para su negocio y para asegurar el suministro de carne de cerdo a precios justos para el consumidor final. Además, consideran que esto ayuda a fortalecer la imagen de Costa Rica como un país comprometido con la seguridad alimentaria y la salud pública. ¡Un plus importante para nuestro turismo!
Ahora, la gran pregunta para ustedes, mi gente del Foro: ¿Creen que esta medida tan radical es exagerada, o es necesaria para proteger a nuestros cerdos y nuestra economía? ¿Están dispuestos a renunciar a sus antojos de jamón y tocino por el bien común? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan al respecto!
Como muchos recordarán, la PPA ha causado un verdadero drama en varios países, dejando secas a gran parte de la industria porcina. Países europeos, República Dominicana y Haití ya han sentido el golpe, y nosotros, con la astucia que nos caracteriza, preferimos prevenir antes que lamentar. Según el Senasa, esta medida es crucial para mantener el estatus sanitario de Costa Rica y evitar que nuestra producción porcina se vaya al traste.
La resolución SENASA-DCA-R0029-2021, que entró en vigor desde el 5 de agosto de 2021, es clara: nada de carne de cerdo cruda, ni siquiera bien cocidita, ni salchichas, jamones, tocinos… ¡ni siquiera chicharrones, mae! Todo lo que venga de un cerdo, en cualquier forma o presentación, queda prohibido. Esto rige para quienes lleguen por aeropuertos, fronteras terrestres, e incluso por los puertos marítimos y fluviales que usamos para mover mercancía.
Imaginen la escena en el aeropuerto: ahí está Don José, llegando de España con una maleta llena de jamón serrano pensando que le caería de perlas para las fiestas. ¡Se lleva una decepción tremenda! Le confiscan el manjar y encima le ponen una sanción. Mejor se ahorró la pena y dejó el jamoncito allá, ¿eh?
Y no piensen que pueden intentar colar la pela de bacalao. El Senasa está poniendo lupa en cada pasajero, revisando maletas y equipaje de mano con lupa. Se ha pedido a las autoridades de migración y aduanas que estén alerta y hagan controles exhaustivos. No hay pierde, señores; si intentan burlar la ley, van a terminar pagando caro.
Pero, ¿por qué toda esta paranoia? Pues porque la PPA es una enfermedad devastadora para los cerdos, causando fiebre alta, hemorragias, pérdida de apetito y, finalmente, la muerte. Si entrara en Costa Rica, podría arruinar a miles de productores y afectar seriamente la economía del país. Así que, aunque sea un sacrificio para algunos, es un brete que vale la pena asumir.
Muchos agricultores y ganaderos ticos han expresado su alivio por esta medida. Reconocen que es una protección necesaria para su negocio y para asegurar el suministro de carne de cerdo a precios justos para el consumidor final. Además, consideran que esto ayuda a fortalecer la imagen de Costa Rica como un país comprometido con la seguridad alimentaria y la salud pública. ¡Un plus importante para nuestro turismo!
Ahora, la gran pregunta para ustedes, mi gente del Foro: ¿Creen que esta medida tan radical es exagerada, o es necesaria para proteger a nuestros cerdos y nuestra economía? ¿Están dispuestos a renunciar a sus antojos de jamón y tocino por el bien común? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan al respecto!
