¡Ay, Dios mío! Esto sí que se puso caliente en Naranjo. Resulta que el Gobierno de Don Rodri, en su afán de mandar, mandó a meter pólizas al acueducto municipal para conectar un proyecto habitacional. Dos diputadas, Priscilla Vindas y Montserrat Ruiz, ya andan furiosas, diciendo que esto es un verdadero 'qué sal' y un ataque a la autonomía municipal.
La movida fue este fin de semana: funcionarios del AyA llegaron con la Fuerza Pública a controlar el acueducto. Según la Municipalidad, fue un operativo sorpresa, una verdadera 'torta', que dejó a todos boquiabiertos. La diputada Vindas, del Frente Amplio, no se anduvo con rodeos: dijo que esto es puro ‘matonismo’ presidencial y sienta un precedente peligroso, pues ahora cualquier municipalidad podría estar en la mira.
Y no es pa' bromear, porque la alcaldía ya tenía planes invertidos unos buenos ¢213 millones en mejorar el acueducto. Imagínate, dinero de los nuestros que ahora parece que fue pa' nada, mientras conectan agua a un condominio que, encima, ni siquiera tiene medidores. ¡Qué brete! Como dice mi abue', “pa' eso está el ojo avizor”. Lo peor es que la Municipalidad no sabe cómo cobrar el agua si empiezan a usarla, y se abre otro pandemonio, mae.
Montserrat Ruiz, la diputada liberacionista, tampoco se quedó callada. Ella considera que esto es un grave atropello al orden democrático y que van a apoyar a la Municipalidad en las acciones legales que estén tomando. Rezongar, rezongar… la verdad es que le dieron duro al gobierno. Dice ella que ni ella ni el pueblo de Naranjo se oponen a la vivienda digna, sino a que se haga respetando la ley y los procedimientos correctos. ¡Con razón la gente pierde la fe!
La Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL), buscando meterse en el ajo, lanzó un comunicado respaldando a la Municipalidad. Su presidente, Juan Diego Gómez, soltó que este trato es arbitrario y que no se puede tolerar que el Gobierno tome decisiones unilaterales. Dicen que esto crea un ambiente de confrontación en vez de colaboración, y eso nadie lo quiere, chunche.
Según contaron, el Gobierno primero le pidió al alcalde Randall Vega que él mismo hiciera la conexión, pero cuando vio que el asunto se ponía difícil, decidió meter a la Fuerza Pública. En medio de tanto revuelo, el AyA asegura que están cumpliendo con la ley y que todo está bajo control, pero muchos sospechan que hay intereses turbios detrás de todo esto. ¡Qué vara más complicada!
Lo más gracioso de todo es que recuerden que el mismo Don Rodri destituyó al alcalde Vega cuando era viceministro de Seguridad. ¡Ahora resulta que es aliado! La vida siempre te da sorpresas, diay... Y para colmo, la Fuerza Pública, hasta donde sabemos, no ha respondido a preguntas sobre quién les dio la orden de intervenir. Un silencio cómplice que levanta sospechas a montones, maquina. Además, han dañado la calle y la infraestructura durante la conexión, pa' sumar más problemas a la lista.
En fin, un embrollo monumental que deja muchas preguntas en el aire. ¿Será que el Gobierno realmente busca solucionar el problema de vivienda o simplemente está queriendo demostrar poderío? ¿Hasta dónde llegará esta pelea entre el Gobierno y la Municipalidad de Naranjo? ¿Ustedes creen que la Fuerza Pública debió intervenir en esta situación, o debería haber otra forma de resolverlo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes de esta 'torta'!
La movida fue este fin de semana: funcionarios del AyA llegaron con la Fuerza Pública a controlar el acueducto. Según la Municipalidad, fue un operativo sorpresa, una verdadera 'torta', que dejó a todos boquiabiertos. La diputada Vindas, del Frente Amplio, no se anduvo con rodeos: dijo que esto es puro ‘matonismo’ presidencial y sienta un precedente peligroso, pues ahora cualquier municipalidad podría estar en la mira.
Y no es pa' bromear, porque la alcaldía ya tenía planes invertidos unos buenos ¢213 millones en mejorar el acueducto. Imagínate, dinero de los nuestros que ahora parece que fue pa' nada, mientras conectan agua a un condominio que, encima, ni siquiera tiene medidores. ¡Qué brete! Como dice mi abue', “pa' eso está el ojo avizor”. Lo peor es que la Municipalidad no sabe cómo cobrar el agua si empiezan a usarla, y se abre otro pandemonio, mae.
Montserrat Ruiz, la diputada liberacionista, tampoco se quedó callada. Ella considera que esto es un grave atropello al orden democrático y que van a apoyar a la Municipalidad en las acciones legales que estén tomando. Rezongar, rezongar… la verdad es que le dieron duro al gobierno. Dice ella que ni ella ni el pueblo de Naranjo se oponen a la vivienda digna, sino a que se haga respetando la ley y los procedimientos correctos. ¡Con razón la gente pierde la fe!
La Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL), buscando meterse en el ajo, lanzó un comunicado respaldando a la Municipalidad. Su presidente, Juan Diego Gómez, soltó que este trato es arbitrario y que no se puede tolerar que el Gobierno tome decisiones unilaterales. Dicen que esto crea un ambiente de confrontación en vez de colaboración, y eso nadie lo quiere, chunche.
Según contaron, el Gobierno primero le pidió al alcalde Randall Vega que él mismo hiciera la conexión, pero cuando vio que el asunto se ponía difícil, decidió meter a la Fuerza Pública. En medio de tanto revuelo, el AyA asegura que están cumpliendo con la ley y que todo está bajo control, pero muchos sospechan que hay intereses turbios detrás de todo esto. ¡Qué vara más complicada!
Lo más gracioso de todo es que recuerden que el mismo Don Rodri destituyó al alcalde Vega cuando era viceministro de Seguridad. ¡Ahora resulta que es aliado! La vida siempre te da sorpresas, diay... Y para colmo, la Fuerza Pública, hasta donde sabemos, no ha respondido a preguntas sobre quién les dio la orden de intervenir. Un silencio cómplice que levanta sospechas a montones, maquina. Además, han dañado la calle y la infraestructura durante la conexión, pa' sumar más problemas a la lista.
En fin, un embrollo monumental que deja muchas preguntas en el aire. ¿Será que el Gobierno realmente busca solucionar el problema de vivienda o simplemente está queriendo demostrar poderío? ¿Hasta dónde llegará esta pelea entre el Gobierno y la Municipalidad de Naranjo? ¿Ustedes creen que la Fuerza Pública debió intervenir en esta situación, o debería haber otra forma de resolverlo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes de esta 'torta'!
