¡Aguante, pura vida! Después de un buen despiche con la salida del profe Beni Rubido, la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF) finalmente anunció a la nueva timonel de la Selección Nacional Femenina: Lindsay Camila Teles de Carvalho, una brasileña con pinta de venir a romperla. Ya saben cómo andan las cosas, buscando quien nos represente dignamente en los compromisos internacionales.
La jugada se dio hace unos días, pero se hizo oficial el lunes pasado con un protocolo medio elegante en el Museo de Arte Costarricense. Se presentó la brasilera, y vaya si trae currículum. Con 43 años, Camila no es precisamente nueva en esto del fútbol, ni mucho menos. Tiene un historial bien cargado tanto como futbolista como entrenadora, así que esperemos que pueda darle un empuje al equipo patrio.
Lo más impresionante de su trayectoria es que es la primera mujer en ganarle la Copa Libertadores Femenina. ¡Imagínate eso! Lo logró en 2021, llevando al Ferroviária brasileño a la cima. Ahí te das cuenta que no es cualquier hende, sino alguien que sabe lo que hace y le ponele ganas. Un logro así no se consigue jugando playero.
Pero la historia no empezó ahí, claro. Camila lleva desde 2007 metida en esto de dirigir, comenzando con los equipos juveniles del Olympique Lyon en Francia. Luego, tras sacarse la Licencia A de UEFA – que no es un paseo precisamente – recorrió varios países de Europa y volvió a su tierra natal. Eso demuestra que tiene compromiso y busca siempre crecer profesionalmente.
La federación nos cuenta que entre 2019 y 2021, apoyó a la Selección Sub-17 de Brasil como asistente, sumándole experiencia internacional al brete. Después, tomó las riendas del Atlético Mineiro Femenino, donde consiguió dos campeonatos, incluyendo uno en Colombia. ¡Eso sí que es moviendo el balón! Y justo este año, ascendió al Bahia a la Serie A1 del campeonato brasileño, demostrando que tiene visión y estrategia.
Y pa’ rematar, estuvo dirigiendo al Al-Ittihad femenino en Arabia Saudita hasta junio pasado. Una experiencia exótica, vamos. Pero lo importante es que, según la FCRF, Camila ha recibido reconocimientos de la Conmebol por su labor en el fútbol femenino y por abrirle puertas a otras mujeres en el deporte. Claramente, es una figura respetada en el ámbito futbolístico sudamericano, y eso da esperanza a nuestras chicas.
Muchos se preguntarán qué trae nuevo Camila a nuestra selección. Bueno, aparte de la experiencia internacional, viene con la misión de fortalecer el juego ofensivo y mejorar la preparación física del equipo. Dicen que le gusta trabajar con jóvenes talentos y sacarles el máximo provecho. Esperemos que encuentre esas joyas escondidas que necesitamos para competir a otro nivel. Será interesante ver cómo implementa sus tácticas en nuestro estilo de juego, que a veces anda medio tibio, díganlo como digan.
Ahora, la gran pregunta que me quiero hacer es: ¿cree usted que la llegada de una entrenadora extranjera, con tanta experiencia internacional, cambiará radicalmente el destino de la Selección Femenina, o simplemente seguirá siendo un ciclo más en la eterna búsqueda de un triunfo memorable? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios! Vamos a debatir un poco sobre el futuro del fútbol femenino costarricense… ¡Que siga el debate!
	
		
			
		
		
	
				
			La jugada se dio hace unos días, pero se hizo oficial el lunes pasado con un protocolo medio elegante en el Museo de Arte Costarricense. Se presentó la brasilera, y vaya si trae currículum. Con 43 años, Camila no es precisamente nueva en esto del fútbol, ni mucho menos. Tiene un historial bien cargado tanto como futbolista como entrenadora, así que esperemos que pueda darle un empuje al equipo patrio.
Lo más impresionante de su trayectoria es que es la primera mujer en ganarle la Copa Libertadores Femenina. ¡Imagínate eso! Lo logró en 2021, llevando al Ferroviária brasileño a la cima. Ahí te das cuenta que no es cualquier hende, sino alguien que sabe lo que hace y le ponele ganas. Un logro así no se consigue jugando playero.
Pero la historia no empezó ahí, claro. Camila lleva desde 2007 metida en esto de dirigir, comenzando con los equipos juveniles del Olympique Lyon en Francia. Luego, tras sacarse la Licencia A de UEFA – que no es un paseo precisamente – recorrió varios países de Europa y volvió a su tierra natal. Eso demuestra que tiene compromiso y busca siempre crecer profesionalmente.
La federación nos cuenta que entre 2019 y 2021, apoyó a la Selección Sub-17 de Brasil como asistente, sumándole experiencia internacional al brete. Después, tomó las riendas del Atlético Mineiro Femenino, donde consiguió dos campeonatos, incluyendo uno en Colombia. ¡Eso sí que es moviendo el balón! Y justo este año, ascendió al Bahia a la Serie A1 del campeonato brasileño, demostrando que tiene visión y estrategia.
Y pa’ rematar, estuvo dirigiendo al Al-Ittihad femenino en Arabia Saudita hasta junio pasado. Una experiencia exótica, vamos. Pero lo importante es que, según la FCRF, Camila ha recibido reconocimientos de la Conmebol por su labor en el fútbol femenino y por abrirle puertas a otras mujeres en el deporte. Claramente, es una figura respetada en el ámbito futbolístico sudamericano, y eso da esperanza a nuestras chicas.
Muchos se preguntarán qué trae nuevo Camila a nuestra selección. Bueno, aparte de la experiencia internacional, viene con la misión de fortalecer el juego ofensivo y mejorar la preparación física del equipo. Dicen que le gusta trabajar con jóvenes talentos y sacarles el máximo provecho. Esperemos que encuentre esas joyas escondidas que necesitamos para competir a otro nivel. Será interesante ver cómo implementa sus tácticas en nuestro estilo de juego, que a veces anda medio tibio, díganlo como digan.
Ahora, la gran pregunta que me quiero hacer es: ¿cree usted que la llegada de una entrenadora extranjera, con tanta experiencia internacional, cambiará radicalmente el destino de la Selección Femenina, o simplemente seguirá siendo un ciclo más en la eterna búsqueda de un triunfo memorable? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios! Vamos a debatir un poco sobre el futuro del fútbol femenino costarricense… ¡Que siga el debate!