¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos raspando llanta, imagínate esto: autoridades belgas pillaron unas 2.5 toneladas de cocaína escondidas en un contenedor de fruta que salió directo de nuestro país. ¡Eso sí es una vara bien gorda! Parece que alguien pensó que podían meterle mano a Europa con sus cosas turbias.
La movida ocurrió en el puerto de Amberes, uno de los más grandes del mundo, allá en Bélgica. Según el Ministerio de Seguridad Pública (MSP), la incautación fue producto de una ardua labor de inteligencia conjunta entre las fuerzas policiales de Costa Rica y Bélgica. Uno se queda pensando qué andaban haciendo nuestros muchachos acá para que eso pasara tan tranqui.
Obviamente, ahora todos los ojos están puestos en descubrir quiénes son los cabecillas de esta operación. El MSP ya está investigando a fondo para desmantelar toda la red de narcotráfico que estaría involucrada. Dicen que se va a mover cielo y tierra para sacarles los tapones a estos delincuentes. Esperemos que no se les escape ni una, porque esto le hace quedar feísimo al país.
Lo que resulta más preocupante es cómo lograron pasar zafando tanto polvo. Con controles estrictos en los puertos, uno esperaría mayor seguridad. Pero parece que estos tipos saben cómo burlar el sistema, o que alguien está dejando entrar la mercancía a cambio de unos cuantos billetes verdes. ¡Qué despiche!
Desde el MSP aseguran que este decomiso demuestra la importancia del contacto constante entre las policías nacional y europea. Que, al parecer, el intercambio de información ha sido clave para frustrar estas operaciones. Suena lindo en el comunicado, pero a mi me da la impresión de que todavía hay mucho por hacer para fortalecer la seguridad en nuestros puertos y evitar que nos usen para lavar plata.
Y no es la primera vez que nos salen con este rollo, vamos a ser honestos. Ya hemos tenido varios casos similares en el pasado, donde contenedores con droga terminaban siendo descubiertos en otros países. Esto pone en tela de juicio la capacidad de control de nuestras autoridades y la efectividad de las medidas de seguridad implementadas. ¡Qué carga!
Pero no todo está perdido, señores. Este decomiso también puede servir como un llamado de atención para reforzar los controles, invertir en tecnología y capacitar al personal encargado de la seguridad portuaria. Además, necesitamos trabajar en coordinación con otros países para combatir el narcotráfico de manera integral. Porque, díganlo conmigo, la guerra contra las drogas es una brete que requiere el esfuerzo de todos.
Ahora, si me permiten la pregunta, ¿cree usted que este decomiso es el resultado de una falla sistémica en nuestros puertos o simplemente un golpe de suerte para las autoridades belgas? ¿Y qué medidas concretas deberían tomarse para evitar que sigua pasando este tipo de situaciones y así proteger la imagen de Costa Rica?
	
		
			
		
		
	
				
			La movida ocurrió en el puerto de Amberes, uno de los más grandes del mundo, allá en Bélgica. Según el Ministerio de Seguridad Pública (MSP), la incautación fue producto de una ardua labor de inteligencia conjunta entre las fuerzas policiales de Costa Rica y Bélgica. Uno se queda pensando qué andaban haciendo nuestros muchachos acá para que eso pasara tan tranqui.
Obviamente, ahora todos los ojos están puestos en descubrir quiénes son los cabecillas de esta operación. El MSP ya está investigando a fondo para desmantelar toda la red de narcotráfico que estaría involucrada. Dicen que se va a mover cielo y tierra para sacarles los tapones a estos delincuentes. Esperemos que no se les escape ni una, porque esto le hace quedar feísimo al país.
Lo que resulta más preocupante es cómo lograron pasar zafando tanto polvo. Con controles estrictos en los puertos, uno esperaría mayor seguridad. Pero parece que estos tipos saben cómo burlar el sistema, o que alguien está dejando entrar la mercancía a cambio de unos cuantos billetes verdes. ¡Qué despiche!
Desde el MSP aseguran que este decomiso demuestra la importancia del contacto constante entre las policías nacional y europea. Que, al parecer, el intercambio de información ha sido clave para frustrar estas operaciones. Suena lindo en el comunicado, pero a mi me da la impresión de que todavía hay mucho por hacer para fortalecer la seguridad en nuestros puertos y evitar que nos usen para lavar plata.
Y no es la primera vez que nos salen con este rollo, vamos a ser honestos. Ya hemos tenido varios casos similares en el pasado, donde contenedores con droga terminaban siendo descubiertos en otros países. Esto pone en tela de juicio la capacidad de control de nuestras autoridades y la efectividad de las medidas de seguridad implementadas. ¡Qué carga!
Pero no todo está perdido, señores. Este decomiso también puede servir como un llamado de atención para reforzar los controles, invertir en tecnología y capacitar al personal encargado de la seguridad portuaria. Además, necesitamos trabajar en coordinación con otros países para combatir el narcotráfico de manera integral. Porque, díganlo conmigo, la guerra contra las drogas es una brete que requiere el esfuerzo de todos.
Ahora, si me permiten la pregunta, ¿cree usted que este decomiso es el resultado de una falla sistémica en nuestros puertos o simplemente un golpe de suerte para las autoridades belgas? ¿Y qué medidas concretas deberían tomarse para evitar que sigua pasando este tipo de situaciones y así proteger la imagen de Costa Rica?
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		