¡Ay, Dios mío, qué momento! En medio de la celebración del 77 aniversario de la abolición del ejército, el candidato del PLN, Álvaro Ramos, soltó verdades que dejaron a más de uno con la boca abierta. Directamente, le dijo al gobierno de Chaves y a doña Laura Fernández que aquí no se andan con jueguitos. El mae está echándole ganas para levantarle el ánimo a la gente.
Como bien sabemos, la abolición del ejército en Costa Rica siempre ha sido un símbolo de nuestra identidad pacífica. Pero últimamente, con tanto problema de seguridad y tanta polarización política, parece que algunos han querido olvidar lo que significa realmente esa fecha. Ramos lo recordó con lujo de detalles, enfatizando que defender la paz es defender nuestra esencia como ticos.
Y vaya que hubo dardos directos. Ramos no se mordió la lengua al criticar al gobierno de Rodrigo Chaves, acusándolo de fomentar la confrontación y debilitar nuestras instituciones. "Nos amenaza un enemigo que no respeta fronteras ni vidas: el narcotráfico, la corrupción que lo alimenta y un estilo de gobierno que ha preferido el insulto y la confrontación en lugar del diálogo y la responsabilidad", sentenció, demostrando que no tiene pelos en la lengua. ¡Menudo brete!
Pero la cosa no terminó ahí. Ramos también apuntó a Laura Fernández, la candidata de Pueblo Soberano, criticándola por sus tácticas electorales basadas en el miedo. Según el PLNista, doña Laura está tratando de asustar a la gente para conseguir votos. "Basta de impunidad, basta de corrupción, basta de abandono institucional y de gobernar desde la confrontación. La campaña de miedo que promueve la señora Fernández no va a intimidar a los costarricenses", recalcó con firmeza.
Es verdad que el panorama no pinta fácil. El narcotráfico sigue siendo una amenaza latente, la economía está dando muchas vueltas, y la polarización política divide a la sociedad. Pero Ramos quiere transmitir un mensaje de esperanza y unión. Quiere recordarnos que somos capaces de superar cualquier obstáculo si trabajamos juntos y defendemos nuestros valores.
Recordemos también que estos ataques verbales entre candidatos no son novedad. Las campañas políticas suelen estar cargadas de tensiones y críticas, pero es importante analizar cada declaración con criterio y discernimiento. No dejémonos llevar por las emociones y busquemos información confiable antes de tomar decisiones. Este chunche del proceso electoral requiere atención constante.
Ahora bien, analizando la situación, es evidente que todos los candidatos tienen sus propias estrategias y propuestas para enfrentar los desafíos que enfrenta el país. Algunos apuestan por la confrontación, mientras que otros buscan el consenso. Lo importante es que la ciudadanía esté informada y pueda elegir al líder que mejor represente sus intereses y valores. Que no se nos salga de las manos, diay.
En fin, Álvaro Ramos cerró su discurso con un llamado a la unidad y a la valentía, reafirmando que Costa Rica no se rendirá ante ninguna amenaza. “Defender la paz es defender nuestra alma y nuestro futuro. Costa Rica se defiende. Costa Rica no se rinde. Costa Rica lucha por su paz. Y lo haremos juntos, con la misma valentía con la que abolimos el ejército”. Y me pregunto, queridos compañeros del Foro: ¿consideran que este tipo de discursos inflamatorios ayuda o perjudica al debate público en tiempos electorales?
Como bien sabemos, la abolición del ejército en Costa Rica siempre ha sido un símbolo de nuestra identidad pacífica. Pero últimamente, con tanto problema de seguridad y tanta polarización política, parece que algunos han querido olvidar lo que significa realmente esa fecha. Ramos lo recordó con lujo de detalles, enfatizando que defender la paz es defender nuestra esencia como ticos.
Y vaya que hubo dardos directos. Ramos no se mordió la lengua al criticar al gobierno de Rodrigo Chaves, acusándolo de fomentar la confrontación y debilitar nuestras instituciones. "Nos amenaza un enemigo que no respeta fronteras ni vidas: el narcotráfico, la corrupción que lo alimenta y un estilo de gobierno que ha preferido el insulto y la confrontación en lugar del diálogo y la responsabilidad", sentenció, demostrando que no tiene pelos en la lengua. ¡Menudo brete!
Pero la cosa no terminó ahí. Ramos también apuntó a Laura Fernández, la candidata de Pueblo Soberano, criticándola por sus tácticas electorales basadas en el miedo. Según el PLNista, doña Laura está tratando de asustar a la gente para conseguir votos. "Basta de impunidad, basta de corrupción, basta de abandono institucional y de gobernar desde la confrontación. La campaña de miedo que promueve la señora Fernández no va a intimidar a los costarricenses", recalcó con firmeza.
Es verdad que el panorama no pinta fácil. El narcotráfico sigue siendo una amenaza latente, la economía está dando muchas vueltas, y la polarización política divide a la sociedad. Pero Ramos quiere transmitir un mensaje de esperanza y unión. Quiere recordarnos que somos capaces de superar cualquier obstáculo si trabajamos juntos y defendemos nuestros valores.
Recordemos también que estos ataques verbales entre candidatos no son novedad. Las campañas políticas suelen estar cargadas de tensiones y críticas, pero es importante analizar cada declaración con criterio y discernimiento. No dejémonos llevar por las emociones y busquemos información confiable antes de tomar decisiones. Este chunche del proceso electoral requiere atención constante.
Ahora bien, analizando la situación, es evidente que todos los candidatos tienen sus propias estrategias y propuestas para enfrentar los desafíos que enfrenta el país. Algunos apuestan por la confrontación, mientras que otros buscan el consenso. Lo importante es que la ciudadanía esté informada y pueda elegir al líder que mejor represente sus intereses y valores. Que no se nos salga de las manos, diay.
En fin, Álvaro Ramos cerró su discurso con un llamado a la unidad y a la valentía, reafirmando que Costa Rica no se rendirá ante ninguna amenaza. “Defender la paz es defender nuestra alma y nuestro futuro. Costa Rica se defiende. Costa Rica no se rinde. Costa Rica lucha por su paz. Y lo haremos juntos, con la misma valentía con la que abolimos el ejército”. Y me pregunto, queridos compañeros del Foro: ¿consideran que este tipo de discursos inflamatorios ayuda o perjudica al debate público en tiempos electorales?
