¡Aguántate! Parece que el candidato del PLN, Álvaro Ramos, no se anda con rodeos. A pesar de las encuestas que lo ubican bastante rezagado – ¡léase, lejos de Laura Fernández! –, el mae sigue convencido de que todavía hay tiempo para darle la vuelta a la tortilla. Dice que el problema es que la gente todavía no lo conoce a profundidad, y ahí radica su esperanza.
La última encuesta de la UCR dejó claro que la cosa está difícil para el verdiblanco. Laura Fernández va puntea con un 30% de intención de voto, mientras que Ramos lucha por alcanzar el 8%. O sea, ¡una diferencia abismal! Pero él no se amilagona, dice que esa misma encuesta revela que casi el 70% de los votantes aún está indeciso, y ahí, señores, está la clave para cambiar el panorama.
Ramos ha estado recorriendo el país, tratando de transmitir su mensaje y mostrarle a los indecisos qué ofrece diferente. Se enfoca en resaltar que en Liberación Nacional hay nuevas caras, nuevos aires, pero también una tradición de defender los intereses del país. No niega que tiene detractores, que algunos prefieren a otros candidatos, pero los califica de “chavistas” y seguidores de otras corrientes políticas que buscan mantener el status quo. ¡Un clásico!
En declaraciones a los medios, el candidato fue contundente: “Nosotros vamos a demostrar que sí hay diferencias, y de fondo. Hay quienes solo ofrecen promesas vacías, pero nosotros tenemos propuestas concretas y un equipo comprometido con el bienestar de todos los costarricenses”. Además, criticó indirectamente a sus oponentes, acusándolos de no tener claridad en sus planteamientos ni en sus intenciones. ¡Menos hablar y más hacer, parece decir!
Respecto al rechazo que enfrenta, Ramos fue sorprendentemente relajado. Admitió que un 25% de los encuestados dijo que jamás votaría por él, pero lo atribuyó a la polarización política. Utilizó una analogía futbolística, diciendo que es como la rivalidad entre Saprissa y Alajuela: “No siempre te puedes llevar bien con todos”. Pero enfatizó que ese porcentaje no le preocupa tanto como la gran masa de indecisos que aún no han decidido por quién votar.
Lo que realmente parece mover a Ramos es la posibilidad de convencer a esos indecisos. Quiere mostrarles que su partido es la alternativa de cambio que necesita el país, y que está dispuesto a trabajar duro para lograrlo. Está claro que no tiene mucho que perder, así que está apostando todo a esta recta final de la campaña. Algunos analistas políticos incluso sugieren que podría estar jugando una estrategia deliberada para generar expectativa y sorprender en las urnas.
Ahora bien, la tarea no es fácil. Necesita movilizar a sus bases, convencer a los indecisos y superar el hartazgo generalizado que existe hacia la clase política. El brete es grande, pero él confía en que puede lograrlo. Su discurso es directo, sin adornos, y apela a los valores tradicionales del nacionalismo. Veremos si esa fórmula funciona en una sociedad cada vez más diversa y compleja. Además, los tiempos son raros, ¿quién sabe qué sorpresa nos espera?
En fin, el panorama electoral sigue siendo incierto. Ramos mantiene viva la llama, aunque las probabilidades no estén a su favor. ¿Crees que Álvaro Ramos tiene posibilidades reales de remontar en las encuestas y darle una sorpresa a todos, o es simplemente una jugada arriesgada para intentar sumar votos de última hora? Déjanos tus opiniones en el foro, ¡nos interesa saber qué piensas tú!
La última encuesta de la UCR dejó claro que la cosa está difícil para el verdiblanco. Laura Fernández va puntea con un 30% de intención de voto, mientras que Ramos lucha por alcanzar el 8%. O sea, ¡una diferencia abismal! Pero él no se amilagona, dice que esa misma encuesta revela que casi el 70% de los votantes aún está indeciso, y ahí, señores, está la clave para cambiar el panorama.
Ramos ha estado recorriendo el país, tratando de transmitir su mensaje y mostrarle a los indecisos qué ofrece diferente. Se enfoca en resaltar que en Liberación Nacional hay nuevas caras, nuevos aires, pero también una tradición de defender los intereses del país. No niega que tiene detractores, que algunos prefieren a otros candidatos, pero los califica de “chavistas” y seguidores de otras corrientes políticas que buscan mantener el status quo. ¡Un clásico!
En declaraciones a los medios, el candidato fue contundente: “Nosotros vamos a demostrar que sí hay diferencias, y de fondo. Hay quienes solo ofrecen promesas vacías, pero nosotros tenemos propuestas concretas y un equipo comprometido con el bienestar de todos los costarricenses”. Además, criticó indirectamente a sus oponentes, acusándolos de no tener claridad en sus planteamientos ni en sus intenciones. ¡Menos hablar y más hacer, parece decir!
Respecto al rechazo que enfrenta, Ramos fue sorprendentemente relajado. Admitió que un 25% de los encuestados dijo que jamás votaría por él, pero lo atribuyó a la polarización política. Utilizó una analogía futbolística, diciendo que es como la rivalidad entre Saprissa y Alajuela: “No siempre te puedes llevar bien con todos”. Pero enfatizó que ese porcentaje no le preocupa tanto como la gran masa de indecisos que aún no han decidido por quién votar.
Lo que realmente parece mover a Ramos es la posibilidad de convencer a esos indecisos. Quiere mostrarles que su partido es la alternativa de cambio que necesita el país, y que está dispuesto a trabajar duro para lograrlo. Está claro que no tiene mucho que perder, así que está apostando todo a esta recta final de la campaña. Algunos analistas políticos incluso sugieren que podría estar jugando una estrategia deliberada para generar expectativa y sorprender en las urnas.
Ahora bien, la tarea no es fácil. Necesita movilizar a sus bases, convencer a los indecisos y superar el hartazgo generalizado que existe hacia la clase política. El brete es grande, pero él confía en que puede lograrlo. Su discurso es directo, sin adornos, y apela a los valores tradicionales del nacionalismo. Veremos si esa fórmula funciona en una sociedad cada vez más diversa y compleja. Además, los tiempos son raros, ¿quién sabe qué sorpresa nos espera?
En fin, el panorama electoral sigue siendo incierto. Ramos mantiene viva la llama, aunque las probabilidades no estén a su favor. ¿Crees que Álvaro Ramos tiene posibilidades reales de remontar en las encuestas y darle una sorpresa a todos, o es simplemente una jugada arriesgada para intentar sumar votos de última hora? Déjanos tus opiniones en el foro, ¡nos interesa saber qué piensas tú!
