¡Ay, Dios mío! Qué bronca la que le tocó vivir al don Arce Salas. Resulta que estaba tranquilamente mañanas adentro tratando de ponerle manos a su carro, cuando unos tipos, pa’lante, llegan y le hacen una escena digna de película. Un robo a mano armada, ¡imagínate!, justo ahí mismo en San Luis de Ciudad Quesada.
Según nos cuentan desde el OIJ, el incidente ocurrió el 4 de junio, pero la investigación ha ido avanzando hasta llegar a estos momentos. Al parecer, los sospechosos, dos cabecitas llamadas García Rodríguez, uno de 23 y otro de 26 años, se acercaron al don Arce mientras trabajaba en su máquina. No precisamente lo invitaron a tomar café, sino que directamente empezaron a amenazarlo con fieras y a exigirle sus cosas.
Lo más triste de todo es que no solo le robaron el celular –que ya sé, hoy en día es como perder un pedazo del alma–, sino también sus herramientas de trabajo. Imagínate el naco tener que empezar de cero otra vez, comprándose todo porque unos maleantes decidieron que era más importante quedarse con lo ajeno. Eso sí que duele, mae.
Pero bueno, gracias a Dios y al esfuerzo de la policía municipal y el OIJ, lograron capturar a estos dos sujetos en una operación sorpresa realizada temprano este jueves. Fueron descubiertos en una casa en San Luis, donde además de estar planeando qué atracar ahora, tenían otras sorpresas desagradables: droga. ¡Qué combinación!
Y ni hablar de los antecedentes de estos señores. El joven de 23 años, aparentemente, ya había tenido problemas con la justicia por intento de homicidio. ¡Eso da escalofríos!, ¿no creen? El otro, de 26 años, tiene historial por maltrato y portación ilegal de arma. Ya ven, una dupla pesada, vamos.
Ahora, van a tener que rendir cuentas ante el Ministerio Público. Ahí se va a determinar si van a pasar varios años entre barrotes, o si tendrán la oportunidad de seguir causando problemas en la comunidad. Esperemos que la ley haga su trabajo y que esto sirva de ejemplo para otros que estén pensando en andar haciendo fechorías.
Esta vaina me hace pensar en cómo se han puesto las cosas últimamente. Parece que la inseguridad ha tomado tintes preocupantes en nuestro país. Uno ya no se puede sentir seguro ni siquiera en su propia casa, y menos cuando está trabajando. Hay que estar siempre alerta, cuidando nuestros bienes y denunciando cualquier actividad sospechosa.
En fin, esperemos que las autoridades redoblen esfuerzos para combatir la delincuencia y recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que aumentar la presencia policial realmente disuadirá a estas personas de cometer crímenes, o necesitamos abordar las causas profundas de la delincuencia, como la pobreza y la falta de oportunidades?
Según nos cuentan desde el OIJ, el incidente ocurrió el 4 de junio, pero la investigación ha ido avanzando hasta llegar a estos momentos. Al parecer, los sospechosos, dos cabecitas llamadas García Rodríguez, uno de 23 y otro de 26 años, se acercaron al don Arce mientras trabajaba en su máquina. No precisamente lo invitaron a tomar café, sino que directamente empezaron a amenazarlo con fieras y a exigirle sus cosas.
Lo más triste de todo es que no solo le robaron el celular –que ya sé, hoy en día es como perder un pedazo del alma–, sino también sus herramientas de trabajo. Imagínate el naco tener que empezar de cero otra vez, comprándose todo porque unos maleantes decidieron que era más importante quedarse con lo ajeno. Eso sí que duele, mae.
Pero bueno, gracias a Dios y al esfuerzo de la policía municipal y el OIJ, lograron capturar a estos dos sujetos en una operación sorpresa realizada temprano este jueves. Fueron descubiertos en una casa en San Luis, donde además de estar planeando qué atracar ahora, tenían otras sorpresas desagradables: droga. ¡Qué combinación!
Y ni hablar de los antecedentes de estos señores. El joven de 23 años, aparentemente, ya había tenido problemas con la justicia por intento de homicidio. ¡Eso da escalofríos!, ¿no creen? El otro, de 26 años, tiene historial por maltrato y portación ilegal de arma. Ya ven, una dupla pesada, vamos.
Ahora, van a tener que rendir cuentas ante el Ministerio Público. Ahí se va a determinar si van a pasar varios años entre barrotes, o si tendrán la oportunidad de seguir causando problemas en la comunidad. Esperemos que la ley haga su trabajo y que esto sirva de ejemplo para otros que estén pensando en andar haciendo fechorías.
Esta vaina me hace pensar en cómo se han puesto las cosas últimamente. Parece que la inseguridad ha tomado tintes preocupantes en nuestro país. Uno ya no se puede sentir seguro ni siquiera en su propia casa, y menos cuando está trabajando. Hay que estar siempre alerta, cuidando nuestros bienes y denunciando cualquier actividad sospechosa.
En fin, esperemos que las autoridades redoblen esfuerzos para combatir la delincuencia y recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que aumentar la presencia policial realmente disuadirá a estas personas de cometer crímenes, o necesitamos abordar las causas profundas de la delincuencia, como la pobreza y la falta de oportunidades?