¡Ay, Dios mío! La tristeza invade a toda la comunidad de Florencia, en San Carlos. Resulta que nuestro querido Joshua Sancho, un jovencito de quinto año de secundaria, se nos fue inesperadamente. Se le vino encima un infartito en pleno colegio, ¡qué sal!
Según fuentes cercanas, Joshua ya tenía problemas de corazón, estaba cardiópato, así que la cosa se complicó bastante rápido. Imagínate el susto que se llevaron los compañeros y los profes cuando vieron cómo se desplomaba en medio de clase. Dicen que hicieron todo lo que pudieron, llamaron a emergencias, pero no hubo manera, el muchacho no aguantó.
Este tema nos recuerda lo importante que es prestarle atención a nuestra salud, maes. No solo a los adultos, sino también a los jóvenes. A veces pensamos que esos males son de viejitos, pero no siempre es así. El caso de Joshua es un recordatorio bien duro de que la vida puede cambiar en un instante, ¡y qué torta!
Ahora, la familia Sancho, que está pasando por momentos difíciles, necesita nuestra ayuda. Se han puesto en contacto con la comunidad para pedir un poquito de apoyo para poder darle cristiana sepultura a Joshua. Ya saben, los entierros cuestan una barbaridad y no todos tenemos el bolsillo lleno, diay.
Para quienes quieran echarle una mano, pueden hacer un depósito a través de SINPE Móvil al número 6182-4775 a nombre de Johanna Chavarría Oviedo. Cada colón cuenta, maes, y cualquier aporte, por pequeño que sea, ayudará a aliviar la carga económica de la familia en estos momentos tan duelosos. Un gran gesto de solidaridad nunca está de más, ¿verdad?
Sus amigos y familiares, obviamente desconsolados, han compartido un mensaje bíblico, Proverbios 11:25, que dice: “El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”. Es un llamado a la bondad y a la empatía, a recordar que juntos podemos superar estas adversidades. Que encuentren consuelo en el amor y el apoyo de sus seres queridos y de toda la comunidad.
Más allá de la tragedia, este acontecimiento pone sobre relieve la importancia del acceso a servicios médicos de calidad para todos, especialmente para nuestros jóvenes. ¿Cómo podemos garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a chequeos regulares y a la detección temprana de posibles enfermedades cardíacas? Necesitamos fortalecer los programas de prevención y promoción de la salud en nuestras escuelas, para evitar que tragedias como esta se repitan. Eso sí sería una vara buena.
Esta pérdida deja un vacío inmenso en el corazón de muchos, pero también nos invita a reflexionar sobre el valor de la vida y la importancia de apoyarnos mutuamente. Ahora me pregunto, ¿qué medidas creen ustedes que deberían tomarse a nivel nacional para mejorar la prevención de enfermedades cardiacas en adolescentes y promover una cultura de bienestar en las escuelas costarricenses?
Según fuentes cercanas, Joshua ya tenía problemas de corazón, estaba cardiópato, así que la cosa se complicó bastante rápido. Imagínate el susto que se llevaron los compañeros y los profes cuando vieron cómo se desplomaba en medio de clase. Dicen que hicieron todo lo que pudieron, llamaron a emergencias, pero no hubo manera, el muchacho no aguantó.
Este tema nos recuerda lo importante que es prestarle atención a nuestra salud, maes. No solo a los adultos, sino también a los jóvenes. A veces pensamos que esos males son de viejitos, pero no siempre es así. El caso de Joshua es un recordatorio bien duro de que la vida puede cambiar en un instante, ¡y qué torta!
Ahora, la familia Sancho, que está pasando por momentos difíciles, necesita nuestra ayuda. Se han puesto en contacto con la comunidad para pedir un poquito de apoyo para poder darle cristiana sepultura a Joshua. Ya saben, los entierros cuestan una barbaridad y no todos tenemos el bolsillo lleno, diay.
Para quienes quieran echarle una mano, pueden hacer un depósito a través de SINPE Móvil al número 6182-4775 a nombre de Johanna Chavarría Oviedo. Cada colón cuenta, maes, y cualquier aporte, por pequeño que sea, ayudará a aliviar la carga económica de la familia en estos momentos tan duelosos. Un gran gesto de solidaridad nunca está de más, ¿verdad?
Sus amigos y familiares, obviamente desconsolados, han compartido un mensaje bíblico, Proverbios 11:25, que dice: “El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”. Es un llamado a la bondad y a la empatía, a recordar que juntos podemos superar estas adversidades. Que encuentren consuelo en el amor y el apoyo de sus seres queridos y de toda la comunidad.
Más allá de la tragedia, este acontecimiento pone sobre relieve la importancia del acceso a servicios médicos de calidad para todos, especialmente para nuestros jóvenes. ¿Cómo podemos garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a chequeos regulares y a la detección temprana de posibles enfermedades cardíacas? Necesitamos fortalecer los programas de prevención y promoción de la salud en nuestras escuelas, para evitar que tragedias como esta se repitan. Eso sí sería una vara buena.
Esta pérdida deja un vacío inmenso en el corazón de muchos, pero también nos invita a reflexionar sobre el valor de la vida y la importancia de apoyarnos mutuamente. Ahora me pregunto, ¿qué medidas creen ustedes que deberían tomarse a nivel nacional para mejorar la prevención de enfermedades cardiacas en adolescentes y promover una cultura de bienestar en las escuelas costarricenses?