¡Ay, Dios mío! Qué torta nos tocó vivir este lunes en San Ramón. La CNE reportó un montón de problemas por las lluvias, pero parece que ahí en el norte la rajaron de verdad. Aguas que se salieron de madre, deslizamientos y un panorama bien complicado para los vecinos. ¡Parece que Setiembre vino con toda!
Según las autoridades, la mayoría de los incidentes –más de 79, pa' que se enteren– se concentraron justo en San Ramón. Las quebradas decidieron hacerles competencia a los ríos y se desbordaron, inundando todo a su paso: casas, negocios, calles... ¡Un chiste negro! Dicen que el sistema de alcantarillado también le dio calabazo, así que ni hablar de que el agua bajara rápido.
La Cruz Roja anduvo haciendo de las suyas, atendiendo a los afectados en barrios como Santiago, San Rafael y Zamora. Ocho personas tuvieron que abandonar sus hogares y buscar refugio en zonas más seguras. Al final, uno nunca sabe cuándo va a necesitar ayuda, ¿verdad? ¡Esperemos que todos estén bien!
Alejandro Picado, el jefe de la CNE, no se anduvo con rodeos: “Esto se suma a un año que ya de por sí ha sido una locura de lluvia”. Me imagino cómo se sienten los vecinos, con tanta agua acumulada en sus patios y negocios. Parece sacado de una película, pero es la realidad de muchos.
Y hablando de realidad, San Ramón amaneció con varios bretes en las rutas. La 745 quedó cerrada a la altura del puente Barranca, la 705 se atascó en dirección a Piedades Norte y la 702 tuvo problemas en el camino a Bajo Los Rodríguez. Ni siquiera la 1, que conecta con Santiago, se salvó. Cuadrillas del MOPT y municipios anduvieron remendando lo que pudieron, pero qué le vamos a hacer, la naturaleza impone, ¿no?
Pero eso no es todo, chunches. Resulta que septiembre batió récords negativos, superando los mil reportes de inundación. ¡Mil!, diay. Más de 70 cantones sufrieron las consecuencias. Esto pinta feo, porque todavía estamos a las puertas de octubre, que según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), va a estar aún más lluvioso de lo normal. ¡Imagínate qué nos espera!
Ahora, la CNE tiene activada la alerta amarilla en todo el país, pidiendo a la gente que tenga cuidado, especialmente en las zonas propensas a inundaciones y deslizamientos. Mejor prevenir que lamentar, como dicen por ahí. Hay que estar atentos a las indicaciones de las autoridades y no meterse en líos innecesarios. ¡La seguridad primero, siempre!
Con este panorama, me pregunto: ¿Qué medidas creen ustedes que deberían tomarse a largo plazo para mitigar los efectos de estos fenómenos climáticos extremos en nuestras comunidades? ¿Será suficiente con las alertas tempranas y la respuesta inmediata de las autoridades, o necesitamos invertir más en infraestructura y planificación urbana resistente al clima?
Según las autoridades, la mayoría de los incidentes –más de 79, pa' que se enteren– se concentraron justo en San Ramón. Las quebradas decidieron hacerles competencia a los ríos y se desbordaron, inundando todo a su paso: casas, negocios, calles... ¡Un chiste negro! Dicen que el sistema de alcantarillado también le dio calabazo, así que ni hablar de que el agua bajara rápido.
La Cruz Roja anduvo haciendo de las suyas, atendiendo a los afectados en barrios como Santiago, San Rafael y Zamora. Ocho personas tuvieron que abandonar sus hogares y buscar refugio en zonas más seguras. Al final, uno nunca sabe cuándo va a necesitar ayuda, ¿verdad? ¡Esperemos que todos estén bien!
Alejandro Picado, el jefe de la CNE, no se anduvo con rodeos: “Esto se suma a un año que ya de por sí ha sido una locura de lluvia”. Me imagino cómo se sienten los vecinos, con tanta agua acumulada en sus patios y negocios. Parece sacado de una película, pero es la realidad de muchos.
Y hablando de realidad, San Ramón amaneció con varios bretes en las rutas. La 745 quedó cerrada a la altura del puente Barranca, la 705 se atascó en dirección a Piedades Norte y la 702 tuvo problemas en el camino a Bajo Los Rodríguez. Ni siquiera la 1, que conecta con Santiago, se salvó. Cuadrillas del MOPT y municipios anduvieron remendando lo que pudieron, pero qué le vamos a hacer, la naturaleza impone, ¿no?
Pero eso no es todo, chunches. Resulta que septiembre batió récords negativos, superando los mil reportes de inundación. ¡Mil!, diay. Más de 70 cantones sufrieron las consecuencias. Esto pinta feo, porque todavía estamos a las puertas de octubre, que según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), va a estar aún más lluvioso de lo normal. ¡Imagínate qué nos espera!
Ahora, la CNE tiene activada la alerta amarilla en todo el país, pidiendo a la gente que tenga cuidado, especialmente en las zonas propensas a inundaciones y deslizamientos. Mejor prevenir que lamentar, como dicen por ahí. Hay que estar atentos a las indicaciones de las autoridades y no meterse en líos innecesarios. ¡La seguridad primero, siempre!
Con este panorama, me pregunto: ¿Qué medidas creen ustedes que deberían tomarse a largo plazo para mitigar los efectos de estos fenómenos climáticos extremos en nuestras comunidades? ¿Será suficiente con las alertas tempranas y la respuesta inmediata de las autoridades, o necesitamos invertir más en infraestructura y planificación urbana resistente al clima?