Maes, seamos honestos. ¿Quién no recuerda las clases de inglés del cole? Para algunos era la materia más tuanis, pero para otros era una tortura china donde el “verbo to be” nos perseguía hasta en sueños. El resultado casi siempre era el mismo: un montón de gente que salía con un nivel de inglés ahí, más o menos, que no alcanzaba para pedir una birra afuera sin hacer un papelón. Diay, parece que esa vara está por cambiar, y de una forma que suena sacada de una película de ciencia ficción.
Resulta que el Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Universidad de Costa Rica (UCR) se pusieron las pilas y se mandaron con una iniciativa que, sinceramente, está a otro nivel. Por primera vez en la historia del país, se va a aplicar una prueba estandarizada para medir cómo andan los güilas de secundaria escribiendo en inglés. Lo más impresionante de todo es el cómo: con una herramienta que usa inteligencia artificial. ¡Qué nivel! Este chunche, llamado AWA-UCR (Automated Writing Assessment), fue desarrollado aquí mismo, en la Escuela de Lenguas Modernas de la UCR. De verdad, qué carga de proyecto.
Ahora, ¿cómo funciona esta vara? No es que una compu va a decidir todo a lo loco. La prueba le pide a los estudiantes de décimo y undécimo de 24 colegios públicos (incluyendo los bilingües, claro) que escriban dos textos: uno descriptivo de 150 palabras y uno argumentativo de 200, todo en una hora. El sistema de IA analiza la gramática, el vocabulario, la coherencia y hasta la puntuación. Pero aquí viene la parte que suena a cachete: después del filtro de la IA, un equipo de expertos humanos de la UCR revisa los resultados para garantizar que la nota sea justa y precisa. Una doble revisión que busca objetividad total.
Y esto no es un simple examen más para estresar al estudiantado. El objetivo de fondo es alinear la evaluación con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER), que es el estándar mundial. O sea, estamos hablando de dejar de batear y empezar a medir de verdad qué tan bien (o mal) estamos formando a los futuros profesionales. Tener una certificación así abre puertas para conseguir un buen brete y para la vida en general. Es una movida estratégica que nos pone en el mapa, tanto que según el rector de la UCR, es la primera prueba de su tipo en toda Latinoamérica.
Además, hay que aplaudir que la UCR no solo puso el cerebro, sino también la plata. Donaron 1.000 licencias, cada una valorada en $30, para que esta primera fase arranque con todo. ¡Qué tuanis ese gesto! Y parece que la idea le está gustando a los mismos estudiantes. Por ahí leí que un mae de décimo del Liceo de Higuito, Christopher Calderón, dijo que le parecía “algo bueno y diferente” y que ojalá se hiciera en todos los coles. Cuando los propios involucrados le ven el valor, es porque algo se está haciendo bien.
En fin, esta noticia es un respiro de aire fresco. Entre tanto despiche y malas noticias, ver una innovación así en educación pública da esperanza. Obviamente, habrá que ver los resultados que se entregarán en un par de meses y cómo se usa esa información para mejorar los programas. Pero el primer paso, el de atreverse a cambiar y usar la tecnología para bien, ya se dio. Ahora les pregunto a ustedes, maes del foro: ¿Creen que esta prueba con IA es la salvada para que el bilingüismo en los coles públicos por fin sea una realidad sólida o es solo un chunche tecnológico más del montón? ¿Debería el MEP meterle el acelerador para llevar esto a todos los colegios del país de una vez?
Resulta que el Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Universidad de Costa Rica (UCR) se pusieron las pilas y se mandaron con una iniciativa que, sinceramente, está a otro nivel. Por primera vez en la historia del país, se va a aplicar una prueba estandarizada para medir cómo andan los güilas de secundaria escribiendo en inglés. Lo más impresionante de todo es el cómo: con una herramienta que usa inteligencia artificial. ¡Qué nivel! Este chunche, llamado AWA-UCR (Automated Writing Assessment), fue desarrollado aquí mismo, en la Escuela de Lenguas Modernas de la UCR. De verdad, qué carga de proyecto.
Ahora, ¿cómo funciona esta vara? No es que una compu va a decidir todo a lo loco. La prueba le pide a los estudiantes de décimo y undécimo de 24 colegios públicos (incluyendo los bilingües, claro) que escriban dos textos: uno descriptivo de 150 palabras y uno argumentativo de 200, todo en una hora. El sistema de IA analiza la gramática, el vocabulario, la coherencia y hasta la puntuación. Pero aquí viene la parte que suena a cachete: después del filtro de la IA, un equipo de expertos humanos de la UCR revisa los resultados para garantizar que la nota sea justa y precisa. Una doble revisión que busca objetividad total.
Y esto no es un simple examen más para estresar al estudiantado. El objetivo de fondo es alinear la evaluación con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER), que es el estándar mundial. O sea, estamos hablando de dejar de batear y empezar a medir de verdad qué tan bien (o mal) estamos formando a los futuros profesionales. Tener una certificación así abre puertas para conseguir un buen brete y para la vida en general. Es una movida estratégica que nos pone en el mapa, tanto que según el rector de la UCR, es la primera prueba de su tipo en toda Latinoamérica.
Además, hay que aplaudir que la UCR no solo puso el cerebro, sino también la plata. Donaron 1.000 licencias, cada una valorada en $30, para que esta primera fase arranque con todo. ¡Qué tuanis ese gesto! Y parece que la idea le está gustando a los mismos estudiantes. Por ahí leí que un mae de décimo del Liceo de Higuito, Christopher Calderón, dijo que le parecía “algo bueno y diferente” y que ojalá se hiciera en todos los coles. Cuando los propios involucrados le ven el valor, es porque algo se está haciendo bien.
En fin, esta noticia es un respiro de aire fresco. Entre tanto despiche y malas noticias, ver una innovación así en educación pública da esperanza. Obviamente, habrá que ver los resultados que se entregarán en un par de meses y cómo se usa esa información para mejorar los programas. Pero el primer paso, el de atreverse a cambiar y usar la tecnología para bien, ya se dio. Ahora les pregunto a ustedes, maes del foro: ¿Creen que esta prueba con IA es la salvada para que el bilingüismo en los coles públicos por fin sea una realidad sólida o es solo un chunche tecnológico más del montón? ¿Debería el MEP meterle el acelerador para llevar esto a todos los colegios del país de una vez?