¡Ay, Dios mío! Aquí en Costa Rica nunca nos quedamos tranquilos, ¿verdad? Resulta que el Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori), esos muchachos que siempre están ahí cuidándonos, nos dicen que hemos tenido más de 320 sismos en el Pacífico Sur en los últimos cinco días. ¡Y eso sí que es una torta! Más encima, algunos se sintieron acá en casa, haciendo temblar los vasos y poniendo a todos a rezar un poquito.
Todo empezó el 17 de noviembre, y desde entonces no hemos parado de sentir cositas. No son terremotos enormes que nos vayan a enterrar vivos, pero sí suficientes para empezar a ponerse un poco nerviosos, especialmente porque varios se han sentido con fuerza considerable. El más grande, con una magnitudo de 6.0, lo sentimos como si estuvieran demoliendo una casa al lado, ¡qué susto!
Esteban Chaves, el especialista del Ovsicori, nos explica que todo esto es producto de la placa del Coco. Resulta que esta placa se está metiendo por debajo de Costa Rica, y ese movimiento crea tensiones y fallas que terminan generando estos sismos. Suena complicado, pero básicamente es la tierra estirándose y soltándose, ¿me entienden? Estos señores andan monitoreando la zona día y noche, así que nos dicen que podemos estar tranquilos… aunque, díganle a mi abuela que ella ya está preparando sus provisiones para el apocalipsis.
Lo bueno es que los expertos aseguran que están entendiendo bien qué está pasando, estudiando la geodinámica y la sismotectónica para tratar de predecir qué va a pasar ahora. Dicen que van a seguir informándonos, así que les aconsejo que estén atentos a las noticias y redes sociales del Ovsicori. Mejor prevenir que lamentar, como dice mi mamá.
Ahora, claro, en las redes sociales se armó la que te quiero contar. Hay gente diciendo de todo, desde que estamos a punto de ser tragados por el mar hasta que es señal del fin del mundo. Pero calma, compis, respiremos profundo y recordemos que estos sismos son normales en nuestra zona. Costa Rica está justo donde chocan placas tectónicas, ¡así que esto es parte del juego!
De hecho, algunos vecinos de zonas costeras me comentaban que ya empezaron a reforzar sus casas, comprando varillas de acero y cemento. Otros, simplemente están tratando de vivir normalmente, pero con un ojo puesto en el cielo y otro en el suelo. Al final, todos queremos sentirnos seguros, ¿quién no quiere eso?
También hay quienes recuerdan otros eventos similares que hemos vivido en el pasado, como el temblor de Bagaz en 2012. Entonces, muchos se preguntan si esto podría ser el preludio de algo más grande. Aunque los científicos insisten en que no hay señales de que vaya a ocurrir un terremoto devastador, la incertidumbre sigue presente. Y en Costa Rica, la incertidumbre siempre nos pone un poco nerviosos, ¡eso es innegable!
En fin, parece que tendremos unos días de tensión en el aire. Así que, ¿ustedes qué piensan? ¿Se sienten preparados para enfrentar estos sismos? ¿Creen que deberíamos tomar medidas más drásticas para protegernos o es suficiente con seguir las recomendaciones del Ovsicori? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, necesito desahogarme un poco!
Todo empezó el 17 de noviembre, y desde entonces no hemos parado de sentir cositas. No son terremotos enormes que nos vayan a enterrar vivos, pero sí suficientes para empezar a ponerse un poco nerviosos, especialmente porque varios se han sentido con fuerza considerable. El más grande, con una magnitudo de 6.0, lo sentimos como si estuvieran demoliendo una casa al lado, ¡qué susto!
Esteban Chaves, el especialista del Ovsicori, nos explica que todo esto es producto de la placa del Coco. Resulta que esta placa se está metiendo por debajo de Costa Rica, y ese movimiento crea tensiones y fallas que terminan generando estos sismos. Suena complicado, pero básicamente es la tierra estirándose y soltándose, ¿me entienden? Estos señores andan monitoreando la zona día y noche, así que nos dicen que podemos estar tranquilos… aunque, díganle a mi abuela que ella ya está preparando sus provisiones para el apocalipsis.
Lo bueno es que los expertos aseguran que están entendiendo bien qué está pasando, estudiando la geodinámica y la sismotectónica para tratar de predecir qué va a pasar ahora. Dicen que van a seguir informándonos, así que les aconsejo que estén atentos a las noticias y redes sociales del Ovsicori. Mejor prevenir que lamentar, como dice mi mamá.
Ahora, claro, en las redes sociales se armó la que te quiero contar. Hay gente diciendo de todo, desde que estamos a punto de ser tragados por el mar hasta que es señal del fin del mundo. Pero calma, compis, respiremos profundo y recordemos que estos sismos son normales en nuestra zona. Costa Rica está justo donde chocan placas tectónicas, ¡así que esto es parte del juego!
De hecho, algunos vecinos de zonas costeras me comentaban que ya empezaron a reforzar sus casas, comprando varillas de acero y cemento. Otros, simplemente están tratando de vivir normalmente, pero con un ojo puesto en el cielo y otro en el suelo. Al final, todos queremos sentirnos seguros, ¿quién no quiere eso?
También hay quienes recuerdan otros eventos similares que hemos vivido en el pasado, como el temblor de Bagaz en 2012. Entonces, muchos se preguntan si esto podría ser el preludio de algo más grande. Aunque los científicos insisten en que no hay señales de que vaya a ocurrir un terremoto devastador, la incertidumbre sigue presente. Y en Costa Rica, la incertidumbre siempre nos pone un poco nerviosos, ¡eso es innegable!
En fin, parece que tendremos unos días de tensión en el aire. Así que, ¿ustedes qué piensan? ¿Se sienten preparados para enfrentar estos sismos? ¿Creen que deberíamos tomar medidas más drásticas para protegernos o es suficiente con seguir las recomendaciones del Ovsicori? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, necesito desahogarme un poco!
