¡Aguántense, gente del Foro! Parece que tenemos una ligera bajada en el número de vaquitas caminando por nuestras montañas y campos. Según la última Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA), ahora somos 1.469.408 cabezas de ganado vacuno en Costa Rica. Sí, señor, un poquito menos que el año pasado, cuando contábamos con 1.510.563. Pero tranquilos, el INEC dice que no es para alarmarse, vamos, ni un cosito.
Para ponerle contexto a esto, hay que recordar que la agropecuaria es pilar fundamental de nuestra economía, especialmente en zonas rurales. El ganado, así, grande o pequeño, le da trabajo a muchísima gente. Entonces, cualquier cambio en el hato, aunque sea mínimo, siempre genera curiosidad y un poco de preocupación, porque afecta directamente a los campesinos, a los negocios relacionados y hasta al precio de la carne en el supermercado. Imagínense el jale si se fuera al traste la producción, ¡sería bochornoso!
Si nos metemos en detalles, la gran mayoría – casi dos tercios, eh – de este ganado se dedica a producir carne: hablamos de unas 909.099 vaquitas regordetas listas para la milonga. Después, encontramos los “doble propósito”, esos que dan leche y carne a partes iguales, unos 279.415. Y finalmente, las dedicadas exclusivamente a la producción de leche, otras 279.709. Hay unos pocos animalitos trabajando, apenas 2.185, pero bueno, cumplen su brete, ¿no?
Lo interesante es que la mayoría del ganado, casi el 71%, son hembras. Eso es positivo, porque implica que tenemos potencial para seguir aumentando el hato con nuevas crías. Y hablando de eso, el reporte indica que nacieron cerca de 413.246 vaquitos durante el 2024. ¡Imaginen la alegría de los dueños viendo crecer sus manadas! Aunque también es importante destacar que perdimos unos 61.243 animales, principalmente por plagas y enfermedades. Ahí sí, qué sal… Siempre hay que estar pendientes de cuidar bien nuestro ganado.
Y ojo con cómo alimentamos al ganado, porque eso importa mucho. Los que producen leche y carne usan principalmente pasto natural, mientras que los que van directo a la carne reciben pasto mejorado. Es decir, se busca optimizar la producción dependiendo del propósito. Los criadores saben lo que hacen, buscando darle el mejor churche a sus animales para que estén sanos y productivos. ¡No les aflojan a trabajar la tierra, mae!
Pero no todo es vaca, ¿eh? También hay cerdos en Costa Rica. ¡Y vaya que los hay! Tenemos un hato porcino de 430.175 animales, la mayoría destinados a la producción de carne, alrededor del 88.9%. Se registraron más de 824.000 nacimientos de cerditos y lamentablemente, casi 96.500 muertes, casi todas por temas de carne. Esto demuestra la importancia del sector porcino en nuestra mesa y en la economía del país.
Ahora, para entender mejor esta dinámica, hay que ver cómo se alimenta el ganado porcino. En las fincas grandes y medianas, lo más común es utilizar concentrados, una alimentación más rica y enfocada en el crecimiento rápido. Mientras tanto, en las fincas más pequeñas, todavía se recurre al método tradicional del pastoreo. Varios factores influyen en estas decisiones, desde el costo del alimento hasta la disponibilidad de recursos naturales en cada zona. Al final, cada finca busca la fórmula que le funcione mejor, ¿verdad?
Entonces, ¿qué opinan, compañeros del Foro? ¿Creen que esta leve disminución en el hato vacuno es una señal de alerta o simplemente una fluctuación normal dentro del ciclo agrícola? ¿Qué medidas deberían tomar nuestros funcionarios para fortalecer el sector ganadero y asegurar la producción de alimentos para todos los costarricenses?
Para ponerle contexto a esto, hay que recordar que la agropecuaria es pilar fundamental de nuestra economía, especialmente en zonas rurales. El ganado, así, grande o pequeño, le da trabajo a muchísima gente. Entonces, cualquier cambio en el hato, aunque sea mínimo, siempre genera curiosidad y un poco de preocupación, porque afecta directamente a los campesinos, a los negocios relacionados y hasta al precio de la carne en el supermercado. Imagínense el jale si se fuera al traste la producción, ¡sería bochornoso!
Si nos metemos en detalles, la gran mayoría – casi dos tercios, eh – de este ganado se dedica a producir carne: hablamos de unas 909.099 vaquitas regordetas listas para la milonga. Después, encontramos los “doble propósito”, esos que dan leche y carne a partes iguales, unos 279.415. Y finalmente, las dedicadas exclusivamente a la producción de leche, otras 279.709. Hay unos pocos animalitos trabajando, apenas 2.185, pero bueno, cumplen su brete, ¿no?
Lo interesante es que la mayoría del ganado, casi el 71%, son hembras. Eso es positivo, porque implica que tenemos potencial para seguir aumentando el hato con nuevas crías. Y hablando de eso, el reporte indica que nacieron cerca de 413.246 vaquitos durante el 2024. ¡Imaginen la alegría de los dueños viendo crecer sus manadas! Aunque también es importante destacar que perdimos unos 61.243 animales, principalmente por plagas y enfermedades. Ahí sí, qué sal… Siempre hay que estar pendientes de cuidar bien nuestro ganado.
Y ojo con cómo alimentamos al ganado, porque eso importa mucho. Los que producen leche y carne usan principalmente pasto natural, mientras que los que van directo a la carne reciben pasto mejorado. Es decir, se busca optimizar la producción dependiendo del propósito. Los criadores saben lo que hacen, buscando darle el mejor churche a sus animales para que estén sanos y productivos. ¡No les aflojan a trabajar la tierra, mae!
Pero no todo es vaca, ¿eh? También hay cerdos en Costa Rica. ¡Y vaya que los hay! Tenemos un hato porcino de 430.175 animales, la mayoría destinados a la producción de carne, alrededor del 88.9%. Se registraron más de 824.000 nacimientos de cerditos y lamentablemente, casi 96.500 muertes, casi todas por temas de carne. Esto demuestra la importancia del sector porcino en nuestra mesa y en la economía del país.
Ahora, para entender mejor esta dinámica, hay que ver cómo se alimenta el ganado porcino. En las fincas grandes y medianas, lo más común es utilizar concentrados, una alimentación más rica y enfocada en el crecimiento rápido. Mientras tanto, en las fincas más pequeñas, todavía se recurre al método tradicional del pastoreo. Varios factores influyen en estas decisiones, desde el costo del alimento hasta la disponibilidad de recursos naturales en cada zona. Al final, cada finca busca la fórmula que le funcione mejor, ¿verdad?
Entonces, ¿qué opinan, compañeros del Foro? ¿Creen que esta leve disminución en el hato vacuno es una señal de alerta o simplemente una fluctuación normal dentro del ciclo agrícola? ¿Qué medidas deberían tomar nuestros funcionarios para fortalecer el sector ganadero y asegurar la producción de alimentos para todos los costarricenses?