¡Ay, Dios mío! Se puso candela en Cartago con la Operación Azul, una movida bien grande de la Policía de Control de Drogas (PCD). Resulta que hicieron unos 11 allanamientos este miércoles por toda la provincia, buscando desmantelar unas bandas dedicadas al narcomenudeo. Lo que encontraron, mae, es de película... ¡una verdadera torta!
Según nos cuentan desde la oficina de prensa, los allanamientos fueron en zonas estratégicas como Oreamuno, Paraíso, Vista Hermosa, cerca del Dique Miraflores, el Dique de Tejar y hasta en Tobosí. Ahí, los fiscales y oficiales anduvieron revisando cada rincón, buscando pruebas de estas actividades ilícitas que ya estaban afectando la tranquilidad del pueblo.
Y vaya si encontraron cosas. Hablamos de 444 gramos de cocaína, ¡casi medio kilo, mae! Y 1246 dosis de crack, pa' que se hagan una idea del volumen. También decomisaron 781 gramos de marihuana, con dos plantitas creciendo a sus anchos, y hasta 50 gramos de metanfetamina y unas pastillitas de éxtasis, chunches peligrosos esos.
Pero eso no es todo, ¡ahora vienen lo bueno! Hallaron un millón 483 mil colones en billetes, directo del bolsillo de estos delincuentes. Además, encontraron tres armas de fuego, con sus cargadores y 474 municiones de diferentes calibres. ¡Imagínate la bronca que se podían haber armado! Y para rematar, un chaleco antibalas y radios de comunicación, clarito que estaban organizados, muchachos.
Lo peor de todo es que todavía andan buscando a dos peces gordos: un tal Carrasco Redondo, alias “Epy”, y su hijo, Carrasco Amador. Estos dos, parece que eran los jefes de una banda que controlaba gran parte del centro de Cartago, desde los alrededores del Mercado Central hasta la Basílica y los Llanos de Santa Lucía. Dicen que tenían a la gente sacada, intimidada… ¡qué brete tan feo!
Esta operación, según fuentes internas de la PCD, ha sido una prioridad durante meses. Llevaban tiempo investigando estas bandas y recopilando información para poder golpearlas con fuerza. Parece que ahora sí le dieron duro, aunque aún queda trabajo por hacer, porque seguramente tienen cómplices y estructuras paralelas funcionando.
Ahora, la Fiscalía debe presentar cargos contra los implicados y determinar qué va a pasar con todos estos bienes decomisados. Seguramente habrá juicios largos y complejos, pero la comunidad cartagüeña espera ver resultados pronto y recuperar la paz que tanto anhelan. Esta Operación Azul, más allá de los números y las estadísticas, representa un esfuerzo importante para combatir el narcotráfico y la delincuencia organizada en nuestra querida provincia.
Entre tanta chinche y novedades, me pregunto: ¿Crees que estas operaciones policiales son suficientes para frenar el avance del narcotráfico en Costa Rica, o necesitamos medidas más drásticas a nivel social y económico para abordar la raíz del problema? ¡Déjanos tus comentarios!
Según nos cuentan desde la oficina de prensa, los allanamientos fueron en zonas estratégicas como Oreamuno, Paraíso, Vista Hermosa, cerca del Dique Miraflores, el Dique de Tejar y hasta en Tobosí. Ahí, los fiscales y oficiales anduvieron revisando cada rincón, buscando pruebas de estas actividades ilícitas que ya estaban afectando la tranquilidad del pueblo.
Y vaya si encontraron cosas. Hablamos de 444 gramos de cocaína, ¡casi medio kilo, mae! Y 1246 dosis de crack, pa' que se hagan una idea del volumen. También decomisaron 781 gramos de marihuana, con dos plantitas creciendo a sus anchos, y hasta 50 gramos de metanfetamina y unas pastillitas de éxtasis, chunches peligrosos esos.
Pero eso no es todo, ¡ahora vienen lo bueno! Hallaron un millón 483 mil colones en billetes, directo del bolsillo de estos delincuentes. Además, encontraron tres armas de fuego, con sus cargadores y 474 municiones de diferentes calibres. ¡Imagínate la bronca que se podían haber armado! Y para rematar, un chaleco antibalas y radios de comunicación, clarito que estaban organizados, muchachos.
Lo peor de todo es que todavía andan buscando a dos peces gordos: un tal Carrasco Redondo, alias “Epy”, y su hijo, Carrasco Amador. Estos dos, parece que eran los jefes de una banda que controlaba gran parte del centro de Cartago, desde los alrededores del Mercado Central hasta la Basílica y los Llanos de Santa Lucía. Dicen que tenían a la gente sacada, intimidada… ¡qué brete tan feo!
Esta operación, según fuentes internas de la PCD, ha sido una prioridad durante meses. Llevaban tiempo investigando estas bandas y recopilando información para poder golpearlas con fuerza. Parece que ahora sí le dieron duro, aunque aún queda trabajo por hacer, porque seguramente tienen cómplices y estructuras paralelas funcionando.
Ahora, la Fiscalía debe presentar cargos contra los implicados y determinar qué va a pasar con todos estos bienes decomisados. Seguramente habrá juicios largos y complejos, pero la comunidad cartagüeña espera ver resultados pronto y recuperar la paz que tanto anhelan. Esta Operación Azul, más allá de los números y las estadísticas, representa un esfuerzo importante para combatir el narcotráfico y la delincuencia organizada en nuestra querida provincia.
Entre tanta chinche y novedades, me pregunto: ¿Crees que estas operaciones policiales son suficientes para frenar el avance del narcotráfico en Costa Rica, o necesitamos medidas más drásticas a nivel social y económico para abordar la raíz del problema? ¡Déjanos tus comentarios!