¡Ay, Dios mío! La Sala Constitucional, esa institución que nos protege a todos contra los despistes del gobierno y los maños políticos, anda al borde del abismo. Parece que si los diputados no se apuran, vamos a tener problemas gordos para garantizar nuestros derechos.
La bronca es que los doce magistrados suplentes de la Sala – esos que entran a cubrir cuando alguien se va de viaje o necesita descanso – terminan su periodo el 16 de diciembre. Y pa' que no se pare el país, la Corte Suprema de Justicia tiene que mandar una terna a la Asamblea Legislativa para que elijan quién los reemplaza. Pero, ¿qué pasa si no lo hacen a tiempo?
Según confirmaron desde la propia Sala, si no hay nuevos suplentes listos antes de esa fecha, la Sala Constitucional podría verse obligada a suspender algunas actividades. Imagínate, recursos de amparo quedándose sin atender, acciones de inconstitucionalidad aplazándose… ¡Una verdadera torta!
Y ojo, porque esto no es cualquier cosa. La Sala Constitucional es el guardián de nuestra dignidad, de nuestras libertades y de nuestros derechos fundamentales. Es el que decide si un ley es justa o si un acto del gobierno te vulnera. Si se paraliza, estamos quedando expuestos a cualquier capricho político o administrativo. Diay, qué miedo me da pensar en ello.
Ahora sí, pasemos a los nombres. La Corte ya envió la terna a la Asamblea, compuesta por nueve hombres y nueve mujeres. De ahí, los diputados tendrán que elegir seis varones y seis damas que ocuparán esos puestos vacantes. Entre los candidatos tenemos a Alvarado Paniagua, Araya Zúñiga, Fernández Acuña, Jara Velásquez, Jiménez Rojas... ¡una lista larga, chunches!, y todos buscando demostrar que tienen lo que se requiere para defender la Constitución.
Recordemos que estos magistrados suplentes fueron nombrados en 2021, hace ya cuatro años. Y aunque el periodo de los magistrados propietarios es de ocho años, con la posibilidad de reelección, el de los suplentes es de tan solo cuatro. Por eso, este proceso es crucial para asegurar la continuidad de la labor esencial de la Sala.
Para que se hagan una idea, la Sala Constitucional resuelve recursos de amparo, hábeas corpus, acciones de inconstitucionalidad y hasta consultas legislativas de constitucionalidad. Son muchísimas las decisiones que toman y afectan directamente la vida de los ciudadanos. No es ningún jueguito, es una responsabilidad enorme.
En fin, la pelota ahora está en el techo de los diputados. Esperemos que actúen con prontitud y criterio, eligiendo a los mejores candidatos para ocupar estos puestos clave. Pero, díganme ustedes, ¿creen que la Comisión de Nombramientos tomará esta decisión con la seriedad que amerita o habrá politiquerías de por medio? ¿Cuál crees que será el factor determinante para elegir a los nuevos suplentes: experiencia legal, trayectoria política o simplemente afinidades personales?
La bronca es que los doce magistrados suplentes de la Sala – esos que entran a cubrir cuando alguien se va de viaje o necesita descanso – terminan su periodo el 16 de diciembre. Y pa' que no se pare el país, la Corte Suprema de Justicia tiene que mandar una terna a la Asamblea Legislativa para que elijan quién los reemplaza. Pero, ¿qué pasa si no lo hacen a tiempo?
Según confirmaron desde la propia Sala, si no hay nuevos suplentes listos antes de esa fecha, la Sala Constitucional podría verse obligada a suspender algunas actividades. Imagínate, recursos de amparo quedándose sin atender, acciones de inconstitucionalidad aplazándose… ¡Una verdadera torta!
Y ojo, porque esto no es cualquier cosa. La Sala Constitucional es el guardián de nuestra dignidad, de nuestras libertades y de nuestros derechos fundamentales. Es el que decide si un ley es justa o si un acto del gobierno te vulnera. Si se paraliza, estamos quedando expuestos a cualquier capricho político o administrativo. Diay, qué miedo me da pensar en ello.
Ahora sí, pasemos a los nombres. La Corte ya envió la terna a la Asamblea, compuesta por nueve hombres y nueve mujeres. De ahí, los diputados tendrán que elegir seis varones y seis damas que ocuparán esos puestos vacantes. Entre los candidatos tenemos a Alvarado Paniagua, Araya Zúñiga, Fernández Acuña, Jara Velásquez, Jiménez Rojas... ¡una lista larga, chunches!, y todos buscando demostrar que tienen lo que se requiere para defender la Constitución.
Recordemos que estos magistrados suplentes fueron nombrados en 2021, hace ya cuatro años. Y aunque el periodo de los magistrados propietarios es de ocho años, con la posibilidad de reelección, el de los suplentes es de tan solo cuatro. Por eso, este proceso es crucial para asegurar la continuidad de la labor esencial de la Sala.
Para que se hagan una idea, la Sala Constitucional resuelve recursos de amparo, hábeas corpus, acciones de inconstitucionalidad y hasta consultas legislativas de constitucionalidad. Son muchísimas las decisiones que toman y afectan directamente la vida de los ciudadanos. No es ningún jueguito, es una responsabilidad enorme.
En fin, la pelota ahora está en el techo de los diputados. Esperemos que actúen con prontitud y criterio, eligiendo a los mejores candidatos para ocupar estos puestos clave. Pero, díganme ustedes, ¿creen que la Comisión de Nombramientos tomará esta decisión con la seriedad que amerita o habrá politiquerías de por medio? ¿Cuál crees que será el factor determinante para elegir a los nuevos suplentes: experiencia legal, trayectoria política o simplemente afinidades personales?