¡Ay, Dios mío, qué torta! El Instituto Tecnológico (TEC) tuvo que suspender todas las actividades presenciales hasta nuevo aviso. Resulta que recibieron una amenazaa seria, una amenaza de ataque armado por correo electrónico, que puso a todos en alerta máxima. Imagínate la movida, ¡toca parar todo!
La bronca comenzó el viernes por la tarde, cuando llegó el correo. Inmediatamente, el TEC activó sus protocolos y la comisión de emergencias empezó a moverse. Se evacuaron todas las sedes y centros educativos del país, ¡un verdadero éxodo! Parece que los mae andaban bastante preocupados, con toda razón.
La rectora del TEC, María Estrada Sánchez, salió a hablar para aclarar la situación. Dijo que están trabajando codo a codo con el Poder Judicial y que ya presentaron la denuncia correspondiente. Además, revisaron a fondo todas las instalaciones para asegurarse de que estuviera todo bien. “Estamos haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad de nuestros estudiantes y funcionarios,” comentó la rectora.
Ahora, si nos remontamos un poquito atrás, esto no es la primera vez que ocurre. Recordemos que hace apenas un mes, la Universidad de Costa Rica (UCR) vivió una experiencia similar. Recibieron una amenaza parecida, tuvieron que evacuar todas las sedes… ¡qué sal! Da la impresión de que estas amenazas van tomando fuerza y eso da mucho que pensar.
El correo que recibió la UCR era aún más escalofriante. Un mae se identificaba como miembro de un grupo online llamado ‘764’ – parece que esos tipos andan dedicados a enviar mensajes amenazantes a instituciones educativas en varios países. Lo peor es que decía que iba a llegar armado con pistolas y cuchillos, y que iba a matar a tanta gente como fuera posible, como forma de venganza. ¡Menuda barbaridad!
Después de eso, la UCR permaneció cerrada por casi dos días mientras el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) investigaba el caso. Hasta ahora, no hay capturas ni pistas sólidas, lo cual preocupa a muchos. La verdad es que esta situación ha puesto a las universidades públicas en el ojo del huracán y nadie sabe qué esperar. La preocupación está a flor de piel, diay.
Este tipo de situaciones nos hacen reflexionar sobre la seguridad en nuestras instituciones educativas. ¿Cómo podemos proteger a nuestros estudiantes y funcionarios de estos ataques? ¿Es suficiente con activar los protocolos de emergencia y denunciar a las autoridades? Es necesario fortalecer la vigilancia, mejorar la comunicación entre las universidades y las fuerzas de seguridad, e incluso invertir en programas de prevención de la violencia escolar. Es un brete complicado, pero tenemos que buscar soluciones pronto.
Con todo lo anterior, es evidente que estamos ante una crisis creciente en materia de seguridad universitaria. Ahora, me pregunto... ¿Debería considerarse implementar medidas de seguridad más estrictas en todas las universidades públicas, aunque eso signifique limitar la libertad de circulación y crear un ambiente de tensión constante?
La bronca comenzó el viernes por la tarde, cuando llegó el correo. Inmediatamente, el TEC activó sus protocolos y la comisión de emergencias empezó a moverse. Se evacuaron todas las sedes y centros educativos del país, ¡un verdadero éxodo! Parece que los mae andaban bastante preocupados, con toda razón.
La rectora del TEC, María Estrada Sánchez, salió a hablar para aclarar la situación. Dijo que están trabajando codo a codo con el Poder Judicial y que ya presentaron la denuncia correspondiente. Además, revisaron a fondo todas las instalaciones para asegurarse de que estuviera todo bien. “Estamos haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad de nuestros estudiantes y funcionarios,” comentó la rectora.
Ahora, si nos remontamos un poquito atrás, esto no es la primera vez que ocurre. Recordemos que hace apenas un mes, la Universidad de Costa Rica (UCR) vivió una experiencia similar. Recibieron una amenaza parecida, tuvieron que evacuar todas las sedes… ¡qué sal! Da la impresión de que estas amenazas van tomando fuerza y eso da mucho que pensar.
El correo que recibió la UCR era aún más escalofriante. Un mae se identificaba como miembro de un grupo online llamado ‘764’ – parece que esos tipos andan dedicados a enviar mensajes amenazantes a instituciones educativas en varios países. Lo peor es que decía que iba a llegar armado con pistolas y cuchillos, y que iba a matar a tanta gente como fuera posible, como forma de venganza. ¡Menuda barbaridad!
Después de eso, la UCR permaneció cerrada por casi dos días mientras el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) investigaba el caso. Hasta ahora, no hay capturas ni pistas sólidas, lo cual preocupa a muchos. La verdad es que esta situación ha puesto a las universidades públicas en el ojo del huracán y nadie sabe qué esperar. La preocupación está a flor de piel, diay.
Este tipo de situaciones nos hacen reflexionar sobre la seguridad en nuestras instituciones educativas. ¿Cómo podemos proteger a nuestros estudiantes y funcionarios de estos ataques? ¿Es suficiente con activar los protocolos de emergencia y denunciar a las autoridades? Es necesario fortalecer la vigilancia, mejorar la comunicación entre las universidades y las fuerzas de seguridad, e incluso invertir en programas de prevención de la violencia escolar. Es un brete complicado, pero tenemos que buscar soluciones pronto.
Con todo lo anterior, es evidente que estamos ante una crisis creciente en materia de seguridad universitaria. Ahora, me pregunto... ¿Debería considerarse implementar medidas de seguridad más estrictas en todas las universidades públicas, aunque eso signifique limitar la libertad de circulación y crear un ambiente de tensión constante?