¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que la Corte Suprema de Justicia le dio un frenazo a Randall Zúñiga, el jefe del OIJ, colgándole la placa por unos quince días. Parece que anda metido en unas movidas bastante raras, y ahora los jueces decidieron ponerle el freno de mano para investigar a fondo el asunto.
La jugada se dio este miércoles, y vaya si sacudió al mundo policial. Según fuentes judiciales, Zúñiga enfrenta cuatro denuncias de índole sexual. ¡Cuatro, diay! Eso ya es un brete considerable, y el Ministerio Público no tardó en pedirle a la Corte que lo suspendiera temporalmente. Al parecer, necesitan tiempo para juntar todas las pruebas y ver si la cosa va más allá de lo que parece.
Uno se queda pensando, ¿cómo llegó a esto el tipo? El OIJ es quien debería estar cazando a los malos, y resulta que el mismo director anda en medio de un escándalo así. La gente está comentando que esto le pegó duro a la imagen del OIJ, y que ahora toca limpiar la barnizada rapidito. Esto demuestra que nadie, ni siquiera el que manda en la policía, está por encima de la ley, y eso hay que valorarlo, aunque a veces dé pena verlo pasar.
Por supuesto, la Corte Suprema se puso bien clara: van a seguir trabajando para combatir la delincuencia, pero sin taparle agujeros a nadie. Dijeron que respetan el debido proceso y la presunción de inocencia, pero que también van a hacer lo que tienen que hacer para mantener la institucionalidad. Una manera de decir que no les importa quién seas, si estás metido en líos, te vas a enfrentar a las consecuencias.
Y ojo, que esto no es una cosa rara en nuestro país. Hemos visto caer a muchos funcionarios públicos por corrupción y otros males. Pero el caso de Zúñiga es especial porque él estaba encargado de perseguir precisamente esos tipos de delitos. Da la impresión de que la olla se le quemó, y ahora tendrá que explicar muy bien cómo manejó las cosas.
Lo curioso es que justo cuando pasa esto, el ICE anuncia que va a construir una nueva planta de energía solar en la Uruca. ¡Parece que siempre hay algo bueno y algo malo pasando al mismo tiempo! Mientras unos andan en problemas, otros siguen adelante con proyectos que benefician al país. Uno se pregunta si estas dos noticias están conectadas de alguna forma... quizás una distracción para quitarle atención al problema del OIJ, ¿quién sabe?
En fin, el caso de Zúñiga ha levantado mucha polvareda en el país. Ahora todos estamos pendientes de lo que pase con la investigación, y esperando que salga la verdad a la luz. Aunque sea dolorosa, es importante saber qué pasó realmente y que los responsables paguen por sus actos. No podemos permitir que la impunidad siga campando a sus anchas en Costa Rica, máxime cuando tenemos instituciones encargadas de velar por la justicia.
Ahora dime, tú qué opinas: ¿crees que la suspensión de Zúñiga es suficiente castigo, o deberíamos exigir medidas más drásticas? ¿Te parece que este escándalo daña la confianza de la gente en las instituciones públicas, o consideras que es un paso positivo para fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas? ¡Déjanos tus comentarios!
	
		
			
		
		
	
				
			La jugada se dio este miércoles, y vaya si sacudió al mundo policial. Según fuentes judiciales, Zúñiga enfrenta cuatro denuncias de índole sexual. ¡Cuatro, diay! Eso ya es un brete considerable, y el Ministerio Público no tardó en pedirle a la Corte que lo suspendiera temporalmente. Al parecer, necesitan tiempo para juntar todas las pruebas y ver si la cosa va más allá de lo que parece.
Uno se queda pensando, ¿cómo llegó a esto el tipo? El OIJ es quien debería estar cazando a los malos, y resulta que el mismo director anda en medio de un escándalo así. La gente está comentando que esto le pegó duro a la imagen del OIJ, y que ahora toca limpiar la barnizada rapidito. Esto demuestra que nadie, ni siquiera el que manda en la policía, está por encima de la ley, y eso hay que valorarlo, aunque a veces dé pena verlo pasar.
Por supuesto, la Corte Suprema se puso bien clara: van a seguir trabajando para combatir la delincuencia, pero sin taparle agujeros a nadie. Dijeron que respetan el debido proceso y la presunción de inocencia, pero que también van a hacer lo que tienen que hacer para mantener la institucionalidad. Una manera de decir que no les importa quién seas, si estás metido en líos, te vas a enfrentar a las consecuencias.
Y ojo, que esto no es una cosa rara en nuestro país. Hemos visto caer a muchos funcionarios públicos por corrupción y otros males. Pero el caso de Zúñiga es especial porque él estaba encargado de perseguir precisamente esos tipos de delitos. Da la impresión de que la olla se le quemó, y ahora tendrá que explicar muy bien cómo manejó las cosas.
Lo curioso es que justo cuando pasa esto, el ICE anuncia que va a construir una nueva planta de energía solar en la Uruca. ¡Parece que siempre hay algo bueno y algo malo pasando al mismo tiempo! Mientras unos andan en problemas, otros siguen adelante con proyectos que benefician al país. Uno se pregunta si estas dos noticias están conectadas de alguna forma... quizás una distracción para quitarle atención al problema del OIJ, ¿quién sabe?
En fin, el caso de Zúñiga ha levantado mucha polvareda en el país. Ahora todos estamos pendientes de lo que pase con la investigación, y esperando que salga la verdad a la luz. Aunque sea dolorosa, es importante saber qué pasó realmente y que los responsables paguen por sus actos. No podemos permitir que la impunidad siga campando a sus anchas en Costa Rica, máxime cuando tenemos instituciones encargadas de velar por la justicia.
Ahora dime, tú qué opinas: ¿crees que la suspensión de Zúñiga es suficiente castigo, o deberíamos exigir medidas más drásticas? ¿Te parece que este escándalo daña la confianza de la gente en las instituciones públicas, o consideras que es un paso positivo para fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas? ¡Déjanos tus comentarios!
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		