¡Aguante, pura vida y vaya cambio! El Estadio Nacional, nuestra casa deportiva, ese donde hemos sudado la gota gorda viendo a sele goleando (o a veces no tanto), ahora tendrá un nuevo nombre: INS Estadio. Sí, así como lo lees, se le puso otro apellido cortesía del Instituto Nacional de Seguros. Parece que la Junta Administradora del fideicomiso decidió que era hora de buscarse unos billetes extra para mantener el templo de La Sabana en buen estado.
Según nos cuentan desde el INS y la administración del estadio, esto viene dando vueltas hace rato, buscando cómo fortalecer los recursos para darle mantenimiento y ponerle algunas mejoras. Ya saben, pintar andeneras, arreglar baños, ver si se puede instalar aire acondicionado en las palcos… cosas así. Al final, se llegó a un acuerdo con el INS por tres años, hasta el 2028. Dicen que es una empresa 100% nuestra, que ha crecido junto a nosotros, como si fuera mi abuela… pero con pólizas de seguro, claro.
Este no es ningún caso único en el mundo, ¡para nada! Mira, han visto que en Europa, especialmente en España e Inglaterra, los estadios tienen nombres de empresas. Por ejemplo, el Cívitas Metropolitano, donde juega el Atleti, o el Spotify Camp Nou, ahora la casa del Barça. En Brasil, hay un Neo Química Arena; en Alemania, el Allianz Arena y Stadium; y allá por Estados Unidos, todos conocemos el SoFi Stadium y el Mercedes-Benz Stadium. Son acuerdos que les dan una buena lana a los clubes y exponen la marca de la empresa, pero también generan controversia, ¿verdad?
Aquí en Costa Rica, es la primera vez que hacemos algo así a gran escala. Siempre hubo anuncios publicitarios en el estadio, obvio, pero nunca un cambio de nombre tan radical. Algunos dicen que es inevitable, que los tiempos cambian y que los estadios necesitan dinero para seguir funcionando. Otros, más puristas, se rascan la cabeza y piensan que el Estadio Nacional debería conservar su identidad original, su historia, su esencia tica, ¿me entiendes?
Uno se acuerda de tantos partidos épicos jugados ahí, de tantas victorias y derrotas compartidas con la gente. Imagínate gritar “¡Vamos, nacionales!” y escuchar “¡Vamos, INS Estadio!”. Suena raro, ¿no? Pero a fin de cuentas, lo importante es que el estadio siga abierto, que la selección tenga dónde jugar y que la gente pueda ir a disfrutar del fútbol, sin importar qué diga en el cartel de entrada.
Además, parece que el INS está tratando de capitalizar la oportunidad de acercarse más a la gente. Quieren asociar su imagen con la emoción del deporte, con la pasión de los ticos por el fútbol. Si funciona, pues bien; si no, siempre pueden cambiar de estrategia, ¡pero el estadio ya tiene otro nombre!
Es curioso pensar que, mientras algunos paìses mantienen intacta su tradición futbolística, nosotros damos este salto. Países como España ven esta práctica con recelo, sobretodo aquellos con ligas tradicionales que valoran más la historia y el patrimonio. Nos preguntamos, ¿será esto el futuro del fútbol en Costa Rica? ¿Veremos más estadios con nombres de marcas comerciales en los próximos años?
Ahora dime, ¿qué piensas tú? ¿Te gusta la idea de tener el INS Estadio o preferirías que el Estadio Nacional mantuviera su nombre original? ¿Crees que esto ayudará a mejorar el estadio o simplemente es una forma de hacer negocio a costa de nuestra identidad deportiva? Déjame saber tu opinión en los comentarios, ¡quiero leerla!
Según nos cuentan desde el INS y la administración del estadio, esto viene dando vueltas hace rato, buscando cómo fortalecer los recursos para darle mantenimiento y ponerle algunas mejoras. Ya saben, pintar andeneras, arreglar baños, ver si se puede instalar aire acondicionado en las palcos… cosas así. Al final, se llegó a un acuerdo con el INS por tres años, hasta el 2028. Dicen que es una empresa 100% nuestra, que ha crecido junto a nosotros, como si fuera mi abuela… pero con pólizas de seguro, claro.
Este no es ningún caso único en el mundo, ¡para nada! Mira, han visto que en Europa, especialmente en España e Inglaterra, los estadios tienen nombres de empresas. Por ejemplo, el Cívitas Metropolitano, donde juega el Atleti, o el Spotify Camp Nou, ahora la casa del Barça. En Brasil, hay un Neo Química Arena; en Alemania, el Allianz Arena y Stadium; y allá por Estados Unidos, todos conocemos el SoFi Stadium y el Mercedes-Benz Stadium. Son acuerdos que les dan una buena lana a los clubes y exponen la marca de la empresa, pero también generan controversia, ¿verdad?
Aquí en Costa Rica, es la primera vez que hacemos algo así a gran escala. Siempre hubo anuncios publicitarios en el estadio, obvio, pero nunca un cambio de nombre tan radical. Algunos dicen que es inevitable, que los tiempos cambian y que los estadios necesitan dinero para seguir funcionando. Otros, más puristas, se rascan la cabeza y piensan que el Estadio Nacional debería conservar su identidad original, su historia, su esencia tica, ¿me entiendes?
Uno se acuerda de tantos partidos épicos jugados ahí, de tantas victorias y derrotas compartidas con la gente. Imagínate gritar “¡Vamos, nacionales!” y escuchar “¡Vamos, INS Estadio!”. Suena raro, ¿no? Pero a fin de cuentas, lo importante es que el estadio siga abierto, que la selección tenga dónde jugar y que la gente pueda ir a disfrutar del fútbol, sin importar qué diga en el cartel de entrada.
Además, parece que el INS está tratando de capitalizar la oportunidad de acercarse más a la gente. Quieren asociar su imagen con la emoción del deporte, con la pasión de los ticos por el fútbol. Si funciona, pues bien; si no, siempre pueden cambiar de estrategia, ¡pero el estadio ya tiene otro nombre!
Es curioso pensar que, mientras algunos paìses mantienen intacta su tradición futbolística, nosotros damos este salto. Países como España ven esta práctica con recelo, sobretodo aquellos con ligas tradicionales que valoran más la historia y el patrimonio. Nos preguntamos, ¿será esto el futuro del fútbol en Costa Rica? ¿Veremos más estadios con nombres de marcas comerciales en los próximos años?
Ahora dime, ¿qué piensas tú? ¿Te gusta la idea de tener el INS Estadio o preferirías que el Estadio Nacional mantuviera su nombre original? ¿Crees que esto ayudará a mejorar el estadio o simplemente es una forma de hacer negocio a costa de nuestra identidad deportiva? Déjame saber tu opinión en los comentarios, ¡quiero leerla!