Ay, mi gente, la vaina está feísima. Pensábamos que ya íbamos a tener el busito directo de Cartago pa’ la UCR, pero resulta que la cosa está peor que antes. Ya saben cómo son las cosas acá, entre papeleo, trámites y arepas políticas, la esperanza se nos esfuma como humo. Parece que vamos a seguir haciendo malabares con el tren y el Lumaca, ¡y qué torta!
La UCR había echao toda la carne al asador, buscando solucionar el problema del transporte para los estudiantes que vienen de Cartago, porque díganle a quién no le duele el bolsillo con los pasajes. Habían hasta firmado un convenio con Busetas Heredianas, la empresa que iba a encargarse de la ruta. Todo parecía ir viento en popa, pero luego aparecieron los tecnicismos y los trabajos con letras chiquitas.
Según don Pedro Navarro, el director de la oficina de servicios generales de la UCR, Busetas Heredianas fue la “mejor opción” disponible. Aceptaron los horarios y las tarifas que les propusieron, y encima estaban dispuestas a poner los autobuses en circulación, a diferencia de otras empresas que andaban más regaladas que gallinas en semáforo verde. Pero, ay diay, llegó la ARESEP a ponerle hielo al picadillo…
Resulta que la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) quiere que revisen y aprueben las tarifas antes de que siquiera empiecen a correr los buses. Esto frena todo el proceso, porque la UCR quería echar a andar el servicio rápido, sin tanta burocracia. ¡Qué carga esta gente! Se creen que estamos jugando con cerillos, ¿verdad?
Y para colmo, tenemos el tema de Busetas Heredianas. Recordarán que hace poco le retiraron la licencia para operar la ruta Heredia-San José, por varios problemas: buses sin revisión técnica, poca frecuencia y deudas acumuladas con la CCSS. ¡Imagínense! Ahora quieren que nos confiemos otra vez a ellos. Más que nada, parece que la UCR tuvo que aguantarse lo que encontró, porque nadie más estaba dispuesto a meterle mano a este brete.
Ahora mismo, la preocupación es si Busetas Heredianas seguirá interesada en operar la ruta con estas nuevas condiciones impuestas por la ARESEP. Don Pedro dice que “hay que ver si siguen interesados”. Uno se queda pensando… ¿Vale la pena meterse en líos legales y administrativos por unos cuantos pasajes? Porque eso, mi pana, es un negocio que no da muchos dividendos.
Sumándole leña al fuego, tenemos la moratoria del Consejo de Transporte Público (CTP), un decreto ejecutivo que prohíbe dar nuevos permisos para transporte de estudiantes hasta mayo del próximo año. Así que, aunque Busetas Heredianas quiera jugar, tendrá que esperar a que termine esta prohibición. Y claro, mientras tanto, nosotros seguimos pataleando en tierra seca.
En fin, la situación está más que complicada, y los estudiantes de Cartago seguimos varados. Parece que la UCR está nadando en un mar de trámites y regulaciones, y no sabe cómo salir adelante. ¿Será que realmente existe la voluntad política para solucionar este problema, o simplemente nos van a seguir dando largas con promesas vacías? Dígame usted, ¿cree que alguna vez tendremos un bus decente que nos lleve a la UCR sin tener que recurrir al tren y al Lumaca?
La UCR había echao toda la carne al asador, buscando solucionar el problema del transporte para los estudiantes que vienen de Cartago, porque díganle a quién no le duele el bolsillo con los pasajes. Habían hasta firmado un convenio con Busetas Heredianas, la empresa que iba a encargarse de la ruta. Todo parecía ir viento en popa, pero luego aparecieron los tecnicismos y los trabajos con letras chiquitas.
Según don Pedro Navarro, el director de la oficina de servicios generales de la UCR, Busetas Heredianas fue la “mejor opción” disponible. Aceptaron los horarios y las tarifas que les propusieron, y encima estaban dispuestas a poner los autobuses en circulación, a diferencia de otras empresas que andaban más regaladas que gallinas en semáforo verde. Pero, ay diay, llegó la ARESEP a ponerle hielo al picadillo…
Resulta que la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) quiere que revisen y aprueben las tarifas antes de que siquiera empiecen a correr los buses. Esto frena todo el proceso, porque la UCR quería echar a andar el servicio rápido, sin tanta burocracia. ¡Qué carga esta gente! Se creen que estamos jugando con cerillos, ¿verdad?
Y para colmo, tenemos el tema de Busetas Heredianas. Recordarán que hace poco le retiraron la licencia para operar la ruta Heredia-San José, por varios problemas: buses sin revisión técnica, poca frecuencia y deudas acumuladas con la CCSS. ¡Imagínense! Ahora quieren que nos confiemos otra vez a ellos. Más que nada, parece que la UCR tuvo que aguantarse lo que encontró, porque nadie más estaba dispuesto a meterle mano a este brete.
Ahora mismo, la preocupación es si Busetas Heredianas seguirá interesada en operar la ruta con estas nuevas condiciones impuestas por la ARESEP. Don Pedro dice que “hay que ver si siguen interesados”. Uno se queda pensando… ¿Vale la pena meterse en líos legales y administrativos por unos cuantos pasajes? Porque eso, mi pana, es un negocio que no da muchos dividendos.
Sumándole leña al fuego, tenemos la moratoria del Consejo de Transporte Público (CTP), un decreto ejecutivo que prohíbe dar nuevos permisos para transporte de estudiantes hasta mayo del próximo año. Así que, aunque Busetas Heredianas quiera jugar, tendrá que esperar a que termine esta prohibición. Y claro, mientras tanto, nosotros seguimos pataleando en tierra seca.
En fin, la situación está más que complicada, y los estudiantes de Cartago seguimos varados. Parece que la UCR está nadando en un mar de trámites y regulaciones, y no sabe cómo salir adelante. ¿Será que realmente existe la voluntad política para solucionar este problema, o simplemente nos van a seguir dando largas con promesas vacías? Dígame usted, ¿cree que alguna vez tendremos un bus decente que nos lleve a la UCR sin tener que recurrir al tren y al Lumaca?
