¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez, con la Selección Nacional metiéndose en un brete innecesario. Resulta que después de que Gamboa y Galo se tuvieron que ir de la concentración –por aquello de las tarjetas, ya saben– Don Miguelito Herrera, el técnico, decidió que “no, gracias” a cualquier otro jugador que quisiera sumarse. ¿Pa’ qué molestarse, dice? Pues ahí lo tienen, a muchos de nosotros raspándonos la cabeza tratando de entender la jugada.
La Federación, siempre puntual en comunicar las cosas con claridad cristalina, lanzó el comunicado oficial: “No se convocará a ningún otro jugador a la concentración”. Suena contundente, ¿verdad? Como si estuvieran cerrando toda puerta a posibles soluciones. Recordemos que, usualmente, cuando el profe saca 26 jugadores, tres terminan viendo el juego desde la gradería. Con la ausencia de estos dos, pareciera que se han quedado cortos, y eso, mae, inquieta a cualquiera.
Si vamos a analizarlo bien, durante el partido contra Honduras, vimos a Celso Borges, José Guillermo Villalobos y Andy Rojas sentados en la banca, esperando su oportunidad. Era la norma. Ahora, con solo un cupo disponible, parece que la lógica se ha ido de vacaciones a Rincón de la Vieja. ¿Será que Don Miguelito confía ciegamente en los once titulares? O tal vez, simplemente, se olvidó de traer más chunches al campamento. Lo cierto es que esto ha levantado ampollas entre los aficionados.
Y no es para menos, porque la situación en el Grupo C está más apretada que un taco de carne asada en el Día de la Madre. Haití y Honduras encabezan la tabla con cinco puntos, mientras que nosotros andamos pegaditos a Nicaragua, con tan solo tres. Este partido del lunes es clave, vital, para mantener vivas nuestras esperanzas de llegar al Mundial. Necesitamos sumar esos tres puntos, y hacerlo con todo, mostrando la fuerza y el garra que nos caracteriza. Pero ¿cómo vamos a hacer eso si no tenemos recambio en la banca?
Muchos se preguntan si esta decisión obedece a una estrategia premeditada, quizás para evitar fatiga muscular o darle continuidad a ciertos jugadores. Puede ser, claro. Pero la verdad es que suena un poco arriesgado. Porque, digámoslo sin pelos en la lengua, el fútbol es impredecible. Un lesionado, una expulsión temprana… y entonces, ¿qué hacemos? Improvisamos con el tipo de seguridad, ¿eh? Eso, obviamente, no es serio ni profesional.
Además, no podemos ignorar el factor Nicaragua. Estos muchachos tampoco se rinden fácil. Están peleando con uñas y dientes por clasificar, y van a venir con todo buscando dar la sorpresa aquí en nuestro territorio. Necesitamos tener todas las cartas bajo la manga, y eso implica contar con un banquillo sólido, capaz de cambiar el rumbo del partido si es necesario. No vaya a ser que la confianza ciega de Don Miguelito termine costándonos caro.
Keylor Navas, como buen capitán y ejemplo a seguir, ha llamado a la afición a apoyar incondicionalmente al equipo. Ha dicho que necesitamos sentirnos como un solo cuerpo, unidos en la búsqueda de la victoria. Y él tiene razón, por supuesto. Pero también creo que los jugadores necesitan ver que sus entrenadores están pensando en todas las variables, anticipándose a cualquier eventualidad. Una selección grande se prepara para todos los escenarios, no solo para uno.
Así que aquí estamos, a unas horas del partido contra Nicaragua, con la incertidumbre rondando en el aire. ¿Será suficiente con la fe y la ilusión para llevarnos la victoria? ¿O esta falta de recambio terminará siendo nuestra perdición? ¿Ustedes creen que Don Miguelito Herrera hizo bien en no convocar más jugadores, o debió tomar una decisión diferente considerando la importancia del partido y la necesidad de tener opciones en la banca? ¡Denle duro al debate en el foro!
La Federación, siempre puntual en comunicar las cosas con claridad cristalina, lanzó el comunicado oficial: “No se convocará a ningún otro jugador a la concentración”. Suena contundente, ¿verdad? Como si estuvieran cerrando toda puerta a posibles soluciones. Recordemos que, usualmente, cuando el profe saca 26 jugadores, tres terminan viendo el juego desde la gradería. Con la ausencia de estos dos, pareciera que se han quedado cortos, y eso, mae, inquieta a cualquiera.
Si vamos a analizarlo bien, durante el partido contra Honduras, vimos a Celso Borges, José Guillermo Villalobos y Andy Rojas sentados en la banca, esperando su oportunidad. Era la norma. Ahora, con solo un cupo disponible, parece que la lógica se ha ido de vacaciones a Rincón de la Vieja. ¿Será que Don Miguelito confía ciegamente en los once titulares? O tal vez, simplemente, se olvidó de traer más chunches al campamento. Lo cierto es que esto ha levantado ampollas entre los aficionados.
Y no es para menos, porque la situación en el Grupo C está más apretada que un taco de carne asada en el Día de la Madre. Haití y Honduras encabezan la tabla con cinco puntos, mientras que nosotros andamos pegaditos a Nicaragua, con tan solo tres. Este partido del lunes es clave, vital, para mantener vivas nuestras esperanzas de llegar al Mundial. Necesitamos sumar esos tres puntos, y hacerlo con todo, mostrando la fuerza y el garra que nos caracteriza. Pero ¿cómo vamos a hacer eso si no tenemos recambio en la banca?
Muchos se preguntan si esta decisión obedece a una estrategia premeditada, quizás para evitar fatiga muscular o darle continuidad a ciertos jugadores. Puede ser, claro. Pero la verdad es que suena un poco arriesgado. Porque, digámoslo sin pelos en la lengua, el fútbol es impredecible. Un lesionado, una expulsión temprana… y entonces, ¿qué hacemos? Improvisamos con el tipo de seguridad, ¿eh? Eso, obviamente, no es serio ni profesional.
Además, no podemos ignorar el factor Nicaragua. Estos muchachos tampoco se rinden fácil. Están peleando con uñas y dientes por clasificar, y van a venir con todo buscando dar la sorpresa aquí en nuestro territorio. Necesitamos tener todas las cartas bajo la manga, y eso implica contar con un banquillo sólido, capaz de cambiar el rumbo del partido si es necesario. No vaya a ser que la confianza ciega de Don Miguelito termine costándonos caro.
Keylor Navas, como buen capitán y ejemplo a seguir, ha llamado a la afición a apoyar incondicionalmente al equipo. Ha dicho que necesitamos sentirnos como un solo cuerpo, unidos en la búsqueda de la victoria. Y él tiene razón, por supuesto. Pero también creo que los jugadores necesitan ver que sus entrenadores están pensando en todas las variables, anticipándose a cualquier eventualidad. Una selección grande se prepara para todos los escenarios, no solo para uno.
Así que aquí estamos, a unas horas del partido contra Nicaragua, con la incertidumbre rondando en el aire. ¿Será suficiente con la fe y la ilusión para llevarnos la victoria? ¿O esta falta de recambio terminará siendo nuestra perdición? ¿Ustedes creen que Don Miguelito Herrera hizo bien en no convocar más jugadores, o debió tomar una decisión diferente considerando la importancia del partido y la necesidad de tener opciones en la banca? ¡Denle duro al debate en el foro!