¡Ay, Dios mío, qué bronca! La Final Nacional está a punto de explotar y Alajuelense no quiere sorpresas desagradables. Con la serie igualada 2-2, la tensión se siente hasta en Cartago y la dirigencia manuda ha decidido ponerle hielo a la situación, reforzando las medidas de seguridad para el partido de vuelta este sábado en casa. Se espera un lleno absoluto y, bueno, ya sabemos cómo son algunos aficionados… ¡más vale prevenir!
Después de lo que pasó en el primer partido en el Ricardo Saprissa, donde la polémica arbitral dejó regusto amargo a muchos, los directivos del Equipo Grande han jurado que no permitirán ningún incidente que pueda empañar la fiesta manuda. Entendemos la pasión, ¿eh?, nadie niega que la Final Nacional es sagrada, pero hay que mantener la compostura. "Queremos que nuestros hinchas disfruten el partido en un ambiente seguro y familiar", declararon desde la oficina del club.
Así las cosas, prepárense porque la entrada al Morera va a ser más exigente que subir el Cerro de la Muerte en bicicleta. Han anunciado un control más riguroso en los accesos, lo que probablemente alargará el tiempo de espera, así que lleguen con maaaana. ¡No digan que no los avisamos! Además, van a tener un montón de cámaras nuevas por todos lados, así que nada de hacer travesuras que luego les salen caro. Este es el momento de demostrar que somos unos verdaderos caballeros deportivos.
Pero atención, que la lista de cosas prohibidas es larga como la cola para entrar a los conciertos de Galy. Nada de armas, ni siquiera esas navajas que usan para pelar mangos, objetos punzocortantes, selfies sticks (¿en serio alguien piensa usar eso en un partido?), baterías externas, perfumes o aerosoles (¡quédese con su olor natural!), bultos sospechosos, botellas, vasos, sombrillas (si llueve, llueve), binoculares (disfrute el partido con sus propios ojos) y, obviamente, drogas, vapes, encendedores y cualquier clase de pirotecnia que pueda asustar a los caballos. ¡Ni se les ocurra traer bancos o sillas plegables tampoco!
Y eso no es todo, amigos. Lo que es peor, si llegan al Morera estando más arriba que un quirquincho en un árbol, o alterando el orden público, ¡directamente a la calle! No se andan de rodeos con eso. El club ha dejado claro que cero tolerancia con esas actitudes. Queremos ver gente que venga a apoyar al equipo, no a causar problemas. Recordemos que esto es un espectáculo familiar, y queremos que los niños puedan disfrutar de la Final sin presenciar escenas desagradables.
Ahora bien, la pregunta del millón: ¿será suficiente con estas medidas para evitar cualquier problema? Sabemos que siempre hay algún personaje que busca meter la pata, pero esperemos que la mayoría de los aficionados entiendan la importancia de colaborar y respetar las normas. Un triunfo manudo significaría la ansiada 31ª estrella, mientras que una derrota prolongaría la agonía y obligaría a los equipos a disputar dos partidos más. ¡Imagínense la torta si tienen que jugar otra vez en el Ricardo Saprissa!
Muchos analistas deportivos señalan que la clave estará en controlar los nervios y ejecutar un buen plan táctico. Alajuelense necesita aprovechar la ventaja de jugar en casa y mostrar su mejor fútbol para doblegar a un Saprissa que viene con la moral alta, aunque con la espina clavada de haber cedido el empate en el partido anterior. Veremos si los jugadores pueden manejar la presión y salir airosos frente a una afición que promete rugir como nunca antes. Ya saben, ¡esta final está más picante que chile serrano!
Con tantas precauciones y expectativas, ¿creen que Alajuelense logrará levantar la copa este sábado, o el Saprissa le arruinará la fiesta y la definición se extenderá por más fechas? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero escuchar sus predicciones sobre esta épica batalla!
Después de lo que pasó en el primer partido en el Ricardo Saprissa, donde la polémica arbitral dejó regusto amargo a muchos, los directivos del Equipo Grande han jurado que no permitirán ningún incidente que pueda empañar la fiesta manuda. Entendemos la pasión, ¿eh?, nadie niega que la Final Nacional es sagrada, pero hay que mantener la compostura. "Queremos que nuestros hinchas disfruten el partido en un ambiente seguro y familiar", declararon desde la oficina del club.
Así las cosas, prepárense porque la entrada al Morera va a ser más exigente que subir el Cerro de la Muerte en bicicleta. Han anunciado un control más riguroso en los accesos, lo que probablemente alargará el tiempo de espera, así que lleguen con maaaana. ¡No digan que no los avisamos! Además, van a tener un montón de cámaras nuevas por todos lados, así que nada de hacer travesuras que luego les salen caro. Este es el momento de demostrar que somos unos verdaderos caballeros deportivos.
Pero atención, que la lista de cosas prohibidas es larga como la cola para entrar a los conciertos de Galy. Nada de armas, ni siquiera esas navajas que usan para pelar mangos, objetos punzocortantes, selfies sticks (¿en serio alguien piensa usar eso en un partido?), baterías externas, perfumes o aerosoles (¡quédese con su olor natural!), bultos sospechosos, botellas, vasos, sombrillas (si llueve, llueve), binoculares (disfrute el partido con sus propios ojos) y, obviamente, drogas, vapes, encendedores y cualquier clase de pirotecnia que pueda asustar a los caballos. ¡Ni se les ocurra traer bancos o sillas plegables tampoco!
Y eso no es todo, amigos. Lo que es peor, si llegan al Morera estando más arriba que un quirquincho en un árbol, o alterando el orden público, ¡directamente a la calle! No se andan de rodeos con eso. El club ha dejado claro que cero tolerancia con esas actitudes. Queremos ver gente que venga a apoyar al equipo, no a causar problemas. Recordemos que esto es un espectáculo familiar, y queremos que los niños puedan disfrutar de la Final sin presenciar escenas desagradables.
Ahora bien, la pregunta del millón: ¿será suficiente con estas medidas para evitar cualquier problema? Sabemos que siempre hay algún personaje que busca meter la pata, pero esperemos que la mayoría de los aficionados entiendan la importancia de colaborar y respetar las normas. Un triunfo manudo significaría la ansiada 31ª estrella, mientras que una derrota prolongaría la agonía y obligaría a los equipos a disputar dos partidos más. ¡Imagínense la torta si tienen que jugar otra vez en el Ricardo Saprissa!
Muchos analistas deportivos señalan que la clave estará en controlar los nervios y ejecutar un buen plan táctico. Alajuelense necesita aprovechar la ventaja de jugar en casa y mostrar su mejor fútbol para doblegar a un Saprissa que viene con la moral alta, aunque con la espina clavada de haber cedido el empate en el partido anterior. Veremos si los jugadores pueden manejar la presión y salir airosos frente a una afición que promete rugir como nunca antes. Ya saben, ¡esta final está más picante que chile serrano!
Con tantas precauciones y expectativas, ¿creen que Alajuelense logrará levantar la copa este sábado, o el Saprissa le arruinará la fiesta y la definición se extenderá por más fechas? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero escuchar sus predicciones sobre esta épica batalla!
