¡Ay, Dios mío! Aquí vamos de cabeza con otro lío mediático. Resulta que la Sala Constitucional, sí, la máxima autoridad legal del país, le ha puesto el freno de mano a la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL) con respecto a la subasta de frecuencias radioeléctricas. Esto significa que todo quedó suspendido hasta que la Sala diga qué onda con el asunto, ¿me entienden?
Para ponerlos al día, la Sutel quería rifar frecuencias para radios y canales de tele nuevos, bajo un modelo que, según algunos expertos –y también la Sala– podría dejar a medio país sin señales abiertas y gratuitas. Estamos hablando de pasar de más de cien emisoras y canales a apenas veintiún, lo cual es como quitarle el pan a los pobres, ¡literalmente! Tres grupazos, Teletica, Repretel y Extra, acapararían la mayoría de las ondas, dejando a los canales regionales prácticamente desapareciendo del mapa.
Todo este rollo empezó con un recurso de amparo, básicamente, alguien reclamando que lo estaban haciendo mal. Y ahora, la Sala IV se metió en el brete, citando el “grave riesgo de una disminución significativa de los servicios de radiodifusión” y la posibilidad de “daños severos”. Imaginen, ¿qué pasa si nos quedamos sin radio o tele local? Pues que perdemos parte de nuestra identidad, de nuestras tradiciones, del espacio donde la gente habla claro y cuenta lo que pasa en nuestros barrios.
Y ojo, la Sala no solo frenó la tramitación de las licitaciones. Además, amplió el curso del amparo incluyendo al Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones, al Ministerio de la Presidencia, ¡hasta agregaron gente al clavel! Se nota que esto va a ser un batallar largo, porque la Sutel, como siempre, dice que respeta la decisión judicial, pero uno sabe que ahí hay movidas detrás de escena, ¿no?
Según reportes internos de la Sutel, para el año 2023 había más de cien frecuencias en uso, una cifra que coincide con la de la Cámara Nacional de Radio (CANARA). Pero pa’ la primera subasta, solo entraron 21 oferentes, una cifra bastante triste. Y eso sin contar que muchos canales regionales, como Canal 14 de San Carlos y TVSur 14, ni siquiera se molestaron en participar, porque dicen que los precios base eran prohibitivos, una verdadera torta.
Esto afecta directamente a muchísima gente, sobre todo en las zonas más apartadas del país. Piensen en las familias que dependen de la señal de tele gratuita para enterarse de las noticias, para aprender cosas, para distraerse un rato. Y en el caso de la radio AM, que llega hasta los lugares más recónditos, el impacto sería aún peor: pasaríamos de casi cincuenta emisoras a solo una, ¡qué sal!
Federico Chacón, el jefe de la Sutel, defiende la subasta argumentando que cumplimos con las metas de cobertura, mostrando unos mapitas bonitos que supuestamente demuestran que todo está bien. Pero bueno, nosotros sabemos cómo funcionan estos informes, ¿verdad? Siempre hay trucos para maquillar la realidad, diay. Y Gustavo Piedra, presidente de CANARA, no se anda con rodeos: dice que la subasta es un “fracaso” y que el gobierno está intentando silenciar a los medios, algo que, para muchos, huele a cuento chino.
Con todo esto, la incertidumbre reina en el ambiente. Las emisoras que no participaron en la subasta están a la expectativa de lo que decidirá la Sala, temiendo quedarse sin aire. ¿Será que la Sala Constitucional logrará salvar la diversidad de medios en Costa Rica o veremos cómo se concentra el poder en unas pocas manos? ¿Ustedes creen que la Sutel debería reconsiderar los precios base de la subasta o es hora de buscar alternativas para garantizar el acceso a la información para todos los costarricenses?
Para ponerlos al día, la Sutel quería rifar frecuencias para radios y canales de tele nuevos, bajo un modelo que, según algunos expertos –y también la Sala– podría dejar a medio país sin señales abiertas y gratuitas. Estamos hablando de pasar de más de cien emisoras y canales a apenas veintiún, lo cual es como quitarle el pan a los pobres, ¡literalmente! Tres grupazos, Teletica, Repretel y Extra, acapararían la mayoría de las ondas, dejando a los canales regionales prácticamente desapareciendo del mapa.
Todo este rollo empezó con un recurso de amparo, básicamente, alguien reclamando que lo estaban haciendo mal. Y ahora, la Sala IV se metió en el brete, citando el “grave riesgo de una disminución significativa de los servicios de radiodifusión” y la posibilidad de “daños severos”. Imaginen, ¿qué pasa si nos quedamos sin radio o tele local? Pues que perdemos parte de nuestra identidad, de nuestras tradiciones, del espacio donde la gente habla claro y cuenta lo que pasa en nuestros barrios.
Y ojo, la Sala no solo frenó la tramitación de las licitaciones. Además, amplió el curso del amparo incluyendo al Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones, al Ministerio de la Presidencia, ¡hasta agregaron gente al clavel! Se nota que esto va a ser un batallar largo, porque la Sutel, como siempre, dice que respeta la decisión judicial, pero uno sabe que ahí hay movidas detrás de escena, ¿no?
Según reportes internos de la Sutel, para el año 2023 había más de cien frecuencias en uso, una cifra que coincide con la de la Cámara Nacional de Radio (CANARA). Pero pa’ la primera subasta, solo entraron 21 oferentes, una cifra bastante triste. Y eso sin contar que muchos canales regionales, como Canal 14 de San Carlos y TVSur 14, ni siquiera se molestaron en participar, porque dicen que los precios base eran prohibitivos, una verdadera torta.
Esto afecta directamente a muchísima gente, sobre todo en las zonas más apartadas del país. Piensen en las familias que dependen de la señal de tele gratuita para enterarse de las noticias, para aprender cosas, para distraerse un rato. Y en el caso de la radio AM, que llega hasta los lugares más recónditos, el impacto sería aún peor: pasaríamos de casi cincuenta emisoras a solo una, ¡qué sal!
Federico Chacón, el jefe de la Sutel, defiende la subasta argumentando que cumplimos con las metas de cobertura, mostrando unos mapitas bonitos que supuestamente demuestran que todo está bien. Pero bueno, nosotros sabemos cómo funcionan estos informes, ¿verdad? Siempre hay trucos para maquillar la realidad, diay. Y Gustavo Piedra, presidente de CANARA, no se anda con rodeos: dice que la subasta es un “fracaso” y que el gobierno está intentando silenciar a los medios, algo que, para muchos, huele a cuento chino.
Con todo esto, la incertidumbre reina en el ambiente. Las emisoras que no participaron en la subasta están a la expectativa de lo que decidirá la Sala, temiendo quedarse sin aire. ¿Será que la Sala Constitucional logrará salvar la diversidad de medios en Costa Rica o veremos cómo se concentra el poder en unas pocas manos? ¿Ustedes creen que la Sutel debería reconsiderar los precios base de la subasta o es hora de buscar alternativas para garantizar el acceso a la información para todos los costarricenses?
