¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, ¿verdad, compas? El director del OIJ, Randall Zúñiga, suspendido por quince diitas. Un buen revés para el tipo, pero también un día bueno para el país, si esto significa que van a investigar hasta el fondo estas acusaciones. Ya saben, cuatro denuncias de cositas turbias con mujeres... ¡Qué pena!, pero es así, el que nada debe nada teme, dicen.
Como bien sabemos, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) es el encargado de perseguir el crimen organizado y la corrupción en Costa Rica. Que el líder de esa institución esté en medio de un lío así… pues vaya brete, porque genera mucha sospecha y pone en tela de juicio toda la labor que hacen, mándale saludar. Es como si el jardinero fuera el que está regando las malas hierbas, ¿me entienden?
La Corte Plena del Poder Judicial tomó la decisión de suspenderlo temporalmente, buscando evitar cualquier influencia indebida en la investigación que ya se abrió. Dicen que es una medida cautelar provisionalísima, con goce de salario, lo cual ha levantado ampollas entre algunos sectores. Algunos dicen “¡Qué carga!”, otros se preguntan qué tan justo es seguir cobrando mientras te investigan por algo así. Pero, como siempre, la ley es la ley, y ahí le toca esperar a ver qué sale.
Rodrigo Araya, nuestro colega abogado experto en estos temas, nos explica que la Corte Plena tiene la potestad de decidir si mantener o no el goce de salario durante la suspensión. Según él, es totalmente legal en esta etapa inicial, mientras se juntan todas las pruebas. Lo importante, dice, es que la suspensión no es punitiva, sino preventiva. Buscan que Zúñiga no pueda meter pata y complicar más las cosas, y que la investigación transcurra lo más transparente posible. ¡Bien ahí!
Y ahora viene la jugada maestra: en quince días, la Corte volverá a reunirse para evaluar el caso. Ahí sí van a tener más información sobre lo que realmente pasó. Pueden reintegrarlo al puesto, mantenerlo suspendido con su sueldito, o incluso sacarlo del carrete sin pagarle, dependiendo de la magnitud de la evidencia que hayan encontrado. ¡Qué se yo!, esto va a estar interesante.
Este caso, mis queridos lectores, plantea preguntas profundas sobre cómo manejamos los procesos judiciales cuando los implicados ocupan posiciones de poder dentro de las propias instituciones encargadas de investigarlos. Es un desafío tremendo para la administración de justicia, un verdadero volteao’ de mesa. Hay que tener cuidado de que la política no influya en el proceso y que todos tengan derecho a defenderse, sin importar quiénes sean.
Zúñiga, por su parte, salió con el clásico “el que nada debe nada teme”. Un poquito frío, quizás, pero demuestra cierta seguridad, o al menos eso quiere hacer creer. Dice que todavía no ha visto el expediente completo y que está tranquilo. Mándale un saludo, porque estar tranquilo en una situación así es más difícil que subir el cerro de Abangares con un chunche en la mano. Mas tranquilos que Juan Conejo, habrá que ver a dónde nos lleva esta historia.
En fin, este tema está dando mucho que hablar y seguramente seguirá generando controversia por un buen rato. ¿Ustedes creen que la suspensión con goce de salario es justa en este caso? ¿O debería haber sido destituido inmediatamente? Dejen sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan ustedes, mis compas!
	
		
			
		
		
	
				
			Como bien sabemos, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) es el encargado de perseguir el crimen organizado y la corrupción en Costa Rica. Que el líder de esa institución esté en medio de un lío así… pues vaya brete, porque genera mucha sospecha y pone en tela de juicio toda la labor que hacen, mándale saludar. Es como si el jardinero fuera el que está regando las malas hierbas, ¿me entienden?
La Corte Plena del Poder Judicial tomó la decisión de suspenderlo temporalmente, buscando evitar cualquier influencia indebida en la investigación que ya se abrió. Dicen que es una medida cautelar provisionalísima, con goce de salario, lo cual ha levantado ampollas entre algunos sectores. Algunos dicen “¡Qué carga!”, otros se preguntan qué tan justo es seguir cobrando mientras te investigan por algo así. Pero, como siempre, la ley es la ley, y ahí le toca esperar a ver qué sale.
Rodrigo Araya, nuestro colega abogado experto en estos temas, nos explica que la Corte Plena tiene la potestad de decidir si mantener o no el goce de salario durante la suspensión. Según él, es totalmente legal en esta etapa inicial, mientras se juntan todas las pruebas. Lo importante, dice, es que la suspensión no es punitiva, sino preventiva. Buscan que Zúñiga no pueda meter pata y complicar más las cosas, y que la investigación transcurra lo más transparente posible. ¡Bien ahí!
Y ahora viene la jugada maestra: en quince días, la Corte volverá a reunirse para evaluar el caso. Ahí sí van a tener más información sobre lo que realmente pasó. Pueden reintegrarlo al puesto, mantenerlo suspendido con su sueldito, o incluso sacarlo del carrete sin pagarle, dependiendo de la magnitud de la evidencia que hayan encontrado. ¡Qué se yo!, esto va a estar interesante.
Este caso, mis queridos lectores, plantea preguntas profundas sobre cómo manejamos los procesos judiciales cuando los implicados ocupan posiciones de poder dentro de las propias instituciones encargadas de investigarlos. Es un desafío tremendo para la administración de justicia, un verdadero volteao’ de mesa. Hay que tener cuidado de que la política no influya en el proceso y que todos tengan derecho a defenderse, sin importar quiénes sean.
Zúñiga, por su parte, salió con el clásico “el que nada debe nada teme”. Un poquito frío, quizás, pero demuestra cierta seguridad, o al menos eso quiere hacer creer. Dice que todavía no ha visto el expediente completo y que está tranquilo. Mándale un saludo, porque estar tranquilo en una situación así es más difícil que subir el cerro de Abangares con un chunche en la mano. Mas tranquilos que Juan Conejo, habrá que ver a dónde nos lleva esta historia.
En fin, este tema está dando mucho que hablar y seguramente seguirá generando controversia por un buen rato. ¿Ustedes creen que la suspensión con goce de salario es justa en este caso? ¿O debería haber sido destituido inmediatamente? Dejen sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan ustedes, mis compas!
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		