¡Ay, Dios mío! Qué movida, raza. La Sutel, esos señores siempre con sus papeleos, le puso el alto a la jugada de Liberty Latin America y Millicom (Tigo) de juntar sus fuerzas aquí en Costa Rica. Ya tenían todo listo, o casi, para hacer una mega fusión que prometían iba a revolucionar las redes de fibra… bueno, eso decían.
Todo empezó hace unos meses, allá por agosto del 2024, cuando estas dos compañías sacaron un comunicado desde Denver y Luxemburgo – pa’ que vean qué lejos llegaron pa’ avisarnos – diciendo que iban a unir sus negocios. La idea era buena en papel: fortalecer las redes de fibra óptica y traer mejores velocidades a todos nosotros, los clientes. Según los cálculos, Liberty y su socio minoritario iban a controlar alrededor del 86% de la operación combinada, mientras que Millicom se quedaba con un modesto 14%. Un respiro, pensábamos algunos, porque la competencia en el sector siempre ha sido… digamos, limitada.
Pero resulta que la Sutel no vio tan chiva la cosa. Después de analizarlo bien, decidieron decirles «freno» a estos americanos. El 11 de septiembre ya les habían notificado la resolución, y ahora estamos viendo las consecuencias. Liberty no tardó en apelar, buscando revertir la decisión y seguir adelante con sus planes. Dicen que el 22 de octubre presentaron la apelación junto con sus compinches, esperando que las cosas cambien. Pero la Sutel, parece que anda dura, así que ahí va a estar analizando hasta que se les antoje dar una respuesta.
Desde Liberty, claro, no andan contentos. Sacaron un comunicado donde expresan su decepción y recalcan que siguen convencidos de que la fusión traería beneficios para todos. Aseguran que han actuado con toda la pulcritud y que la transacción hubiera sido una inyección de dinamismo para el mercado de telecomunicaciones. Además, nos quieren vender la mosca coja de que van a seguir invirtiendo y modernizando la tecnología, incluso pensando en desplegar la red 5G SA a nivel nacional. ¡Eso dicen, veremos si cumplen!
Si nos ponemos a ver los números, hasta el 31 de diciembre del año pasado, las operaciones juntas de Liberty y Tigo sumaron unos $255 millones en ingresos. También tenían más de 440 mil suscriptores de banda ancha y una deuda neta de $533 millones. Ahí se ve que no estaban jugando y que la intención era meterle duro al negocio. La promesa era invertir aún más, aprovechando, según ellos, el rápido avance tecnológico que estamos viviendo en Costa Rica. Parece que la Sutel no compró esa historia completa.
Muchos se preguntan qué significa esto para el futuro del mercado de telecomunicaciones en Costa Rica. Con Liberty y Tigo fuera del juego, ¿quién va a impulsar la innovación y bajar los precios? Podríamos vernos estancados con las mismas opciones limitadas de siempre, pagando tarifas altas y sufriendo conexiones lentas. Aunque Liberty insiste en que seguirá siendo una compañía fuerte, la verdad es que la fusión les daba una ventaja considerable. Ahora tendrán que buscar otras formas de crecer y competir.
Y hablando de competencia, ¿qué pasará con los otros operadores del mercado? Claro, Movistar y Kolbi podrían verse beneficiados por esta situación, pero ¿serán capaces de llenar el vacío dejado por la posible fusión? O simplemente vamos a terminar con un oligopolio aún más consolidado, donde los precios se mantienen altos y la calidad del servicio no mejora significativamente. Esto pinta feo, diay.
En fin, la Sutel ha tomado una decisión importante, pero queda abierta la interrogante: ¿realmente servirá para proteger a los consumidores y fomentar la competencia, o simplemente frenará la evolución del sector? ¿Ustedes creen que la Sutel hizo bien en rechazar la fusión, o se perdió una oportunidad de tener un mejor servicio de internet y telefonía móvil? Dejen sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan mis panas!
Todo empezó hace unos meses, allá por agosto del 2024, cuando estas dos compañías sacaron un comunicado desde Denver y Luxemburgo – pa’ que vean qué lejos llegaron pa’ avisarnos – diciendo que iban a unir sus negocios. La idea era buena en papel: fortalecer las redes de fibra óptica y traer mejores velocidades a todos nosotros, los clientes. Según los cálculos, Liberty y su socio minoritario iban a controlar alrededor del 86% de la operación combinada, mientras que Millicom se quedaba con un modesto 14%. Un respiro, pensábamos algunos, porque la competencia en el sector siempre ha sido… digamos, limitada.
Pero resulta que la Sutel no vio tan chiva la cosa. Después de analizarlo bien, decidieron decirles «freno» a estos americanos. El 11 de septiembre ya les habían notificado la resolución, y ahora estamos viendo las consecuencias. Liberty no tardó en apelar, buscando revertir la decisión y seguir adelante con sus planes. Dicen que el 22 de octubre presentaron la apelación junto con sus compinches, esperando que las cosas cambien. Pero la Sutel, parece que anda dura, así que ahí va a estar analizando hasta que se les antoje dar una respuesta.
Desde Liberty, claro, no andan contentos. Sacaron un comunicado donde expresan su decepción y recalcan que siguen convencidos de que la fusión traería beneficios para todos. Aseguran que han actuado con toda la pulcritud y que la transacción hubiera sido una inyección de dinamismo para el mercado de telecomunicaciones. Además, nos quieren vender la mosca coja de que van a seguir invirtiendo y modernizando la tecnología, incluso pensando en desplegar la red 5G SA a nivel nacional. ¡Eso dicen, veremos si cumplen!
Si nos ponemos a ver los números, hasta el 31 de diciembre del año pasado, las operaciones juntas de Liberty y Tigo sumaron unos $255 millones en ingresos. También tenían más de 440 mil suscriptores de banda ancha y una deuda neta de $533 millones. Ahí se ve que no estaban jugando y que la intención era meterle duro al negocio. La promesa era invertir aún más, aprovechando, según ellos, el rápido avance tecnológico que estamos viviendo en Costa Rica. Parece que la Sutel no compró esa historia completa.
Muchos se preguntan qué significa esto para el futuro del mercado de telecomunicaciones en Costa Rica. Con Liberty y Tigo fuera del juego, ¿quién va a impulsar la innovación y bajar los precios? Podríamos vernos estancados con las mismas opciones limitadas de siempre, pagando tarifas altas y sufriendo conexiones lentas. Aunque Liberty insiste en que seguirá siendo una compañía fuerte, la verdad es que la fusión les daba una ventaja considerable. Ahora tendrán que buscar otras formas de crecer y competir.
Y hablando de competencia, ¿qué pasará con los otros operadores del mercado? Claro, Movistar y Kolbi podrían verse beneficiados por esta situación, pero ¿serán capaces de llenar el vacío dejado por la posible fusión? O simplemente vamos a terminar con un oligopolio aún más consolidado, donde los precios se mantienen altos y la calidad del servicio no mejora significativamente. Esto pinta feo, diay.
En fin, la Sutel ha tomado una decisión importante, pero queda abierta la interrogante: ¿realmente servirá para proteger a los consumidores y fomentar la competencia, o simplemente frenará la evolución del sector? ¿Ustedes creen que la Sutel hizo bien en rechazar la fusión, o se perdió una oportunidad de tener un mejor servicio de internet y telefonía móvil? Dejen sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan mis panas!
