¡Ay, Dios mío, qué chiva esta iniciativa! Resulta que un grupo de tejedores corazones está haciendo una labor social increíblemente linda, tejiendo gorritos para los más peques del Hospital San Vicente de Paúl en Heredia. Se llama ‘Tejetón’, y la verdad, nos sacaron del brete con tanta bondad.
Todo empezó hace cuatro años, cortesía de Natalie Angée Suárez, una profe de tejido que decidió poner sus habilidades al servicio de los demás. Inicialmente, eran solo sus alumnos quienes tejían, pero la idea pegó tanto que ahora se abrió a toda la comunidad. Imagínate, antes era un grupito pequeño, y ahora es una verdadera movida comunitaria llena de gente dispuesta a echarle ganas a un buen proyecto.
El ‘Tejetón’ no es ninguna vaina complicada ni costosa; ¡es totalmente gratis! Se realiza el 25 de octubre de 2 a 5 de la tarde en el Centro Cultural Alajuela de Nueva Acrópolis. Si tienes unas agujas y ganas de ayudar, corre porque todavía hay cupos. Puedes escribir al 8616-5353 para confirmar tu asistencia, ¡y así sumarte a esta onda!
Lo lindo de esto es que la señora Natalie, que es pura piña, ya ha hecho donaciones similares a otros hospitales, como el Hospital Nacional de Niños (HNN). También le echaron la mano a pacientes de la Fundación Resurgir en Alajuela, demostrando que el corazón tico es enorme y siempre está dispuesto a extenderse a quien lo necesita. ¡Qué nivel!
Pero no crean que solo es para expertas en tejido. Según contó Natalie al Diario Extra, incluso si eres principiante puedes ir y aprender. Hay maestras ahí que te guiarán paso a paso para que puedas crear un gorrito calentito y lleno de amor. Así que, si siempre quisiste aprender a tejer, ¡esta es tu oportunidad dorada!
Más allá de simplemente donar gorritos, ‘Tejetón’ es una manera de conectar a personas con intereses comunes, compartir conocimientos y crear un ambiente positivo donde todos se apoyan mutuamente. Es un ejemplo claro de cómo las pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en la vida de los demás. De verdad, nos da orgullo ver iniciativas así naciendo en nuestro país.
Y eso que a veces, entre tanta nota negativa que vemos en las noticias, es reconfortante encontrarnos con historias tan inspiradoras como esta. Nos recuerda que aún hay mucha gente buena en este mundo y que, aunque haya momentos difíciles, siempre podemos encontrar motivos para sonreír y creer en la humanidad. Este ‘Tejetón’ es prueba fehaciente de ello, un verdadero rayito de sol en medio de la rutina.
Así que, queridos lectores, díganme… ¿qué otras actividades comunitarias les gustaría ver impulsadas en sus barrios? ¿Creen que las escuelas deberían incorporar talleres de tejido u otras manualidades en sus programas educativos para fomentar la creatividad y el sentido de pertenencia?
Todo empezó hace cuatro años, cortesía de Natalie Angée Suárez, una profe de tejido que decidió poner sus habilidades al servicio de los demás. Inicialmente, eran solo sus alumnos quienes tejían, pero la idea pegó tanto que ahora se abrió a toda la comunidad. Imagínate, antes era un grupito pequeño, y ahora es una verdadera movida comunitaria llena de gente dispuesta a echarle ganas a un buen proyecto.
El ‘Tejetón’ no es ninguna vaina complicada ni costosa; ¡es totalmente gratis! Se realiza el 25 de octubre de 2 a 5 de la tarde en el Centro Cultural Alajuela de Nueva Acrópolis. Si tienes unas agujas y ganas de ayudar, corre porque todavía hay cupos. Puedes escribir al 8616-5353 para confirmar tu asistencia, ¡y así sumarte a esta onda!
Lo lindo de esto es que la señora Natalie, que es pura piña, ya ha hecho donaciones similares a otros hospitales, como el Hospital Nacional de Niños (HNN). También le echaron la mano a pacientes de la Fundación Resurgir en Alajuela, demostrando que el corazón tico es enorme y siempre está dispuesto a extenderse a quien lo necesita. ¡Qué nivel!
Pero no crean que solo es para expertas en tejido. Según contó Natalie al Diario Extra, incluso si eres principiante puedes ir y aprender. Hay maestras ahí que te guiarán paso a paso para que puedas crear un gorrito calentito y lleno de amor. Así que, si siempre quisiste aprender a tejer, ¡esta es tu oportunidad dorada!
Más allá de simplemente donar gorritos, ‘Tejetón’ es una manera de conectar a personas con intereses comunes, compartir conocimientos y crear un ambiente positivo donde todos se apoyan mutuamente. Es un ejemplo claro de cómo las pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en la vida de los demás. De verdad, nos da orgullo ver iniciativas así naciendo en nuestro país.
Y eso que a veces, entre tanta nota negativa que vemos en las noticias, es reconfortante encontrarnos con historias tan inspiradoras como esta. Nos recuerda que aún hay mucha gente buena en este mundo y que, aunque haya momentos difíciles, siempre podemos encontrar motivos para sonreír y creer en la humanidad. Este ‘Tejetón’ es prueba fehaciente de ello, un verdadero rayito de sol en medio de la rutina.
Así que, queridos lectores, díganme… ¿qué otras actividades comunitarias les gustaría ver impulsadas en sus barrios? ¿Creen que las escuelas deberían incorporar talleres de tejido u otras manualidades en sus programas educativos para fomentar la creatividad y el sentido de pertenencia?