¡Ay, Dios mío! Pues resulta que el gobierno, con toda la intención del mundo de ayudarnos a quitarle un poco de estrés al tráfico, ha decidido extender el teletrabajo en el sector público hasta febrero del 2026. Sí, leyeron bien, casi dos años más atascados en casa viendo series y comiéndole picadillo a la computadora, mientras tanto ellos ahí, tranquilos.
Todo esto, según nos dicen, es para aliviar la torta que estamos pasando con las obras en carretera. Joder, qué bueno que se acordaron ahora, cuando ya tenemos el pelo cano esperando a que terminen los proyectos. Entre que cierran calles acá, cierran calles allá, parece que vivimos en un laberinto hecho por pura negligencia.
La lista de cantones afectados es larguísima, desde Alajuela hasta Pavas, pasando por Heredia y Cartago. Prácticamente todo el país se verá beneficiado… digo, afectado, por esta medida. La idea es que, si trabajamos desde casa, no engrosamos tanto el embotellamiento. Pero díganme, ¿quién no echa de menos agarrarle al chunche y salir a respirar aire fresco, aunque sea para sudar la gota gorda en el tráfico?
Según el comunicado oficial, esta medida busca mantener la continuidad de los servicios públicos, claro. Porque sino, ¿qué haríamos? Imaginen la fila en la Caja Costarricense de Seguro Social si todos tuviéramos que ir en persona. Pero la verdad, a veces me pregunto si estos políticos entienden cómo vive el pueblo. Piensan que todos tenemos internet ultrarrápido y computadoras de última generación, cuando muchos apenas podemos pagar la factura de la luz.
Lo que más me preocupa es que hayan hecho un “llamado” a universidades, empresas privadas y bancos para que también adopten el teletrabajo. ¿Será que quieren que todos estemos encerrados en nuestras casas para siempre? A ver, entiendo que pueden ayudar a reducir el tráfico, pero también necesitamos interactuar con nuestros compañeros, socializar, compartir un café… Ya me siento como un ermitaño.
Dicen que van a evaluar periódicamente la situación, dependiendo de cómo avancen las obras. Ojalá que sí, porque esta vara se está poniendo difícil de aguantar. Me da la impresión de que vamos a estar teletrabajando hasta que nos anden usando de baterías para alimentar los semáforos.
Y ni hablar de las personas que dependen del transporte público para llegar al trabajo. Ellos, sinceramente, están fregados. No importa cuánto se les pague extra, la realidad es que tienen que salir a ganarse la vida, y eso implica enfrentarse a diario a la torta del tráfico. A ellos, la verdad, nadie piensa.
En fin, pues… ¿ustedes creen que esta extensión indefinida del teletrabajo es una solución real al problema del tráfico, o simplemente una forma cómoda de posponer decisiones más audaces y efectivas? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios! A ver si entre todos encontramos la salida a este brete.
Todo esto, según nos dicen, es para aliviar la torta que estamos pasando con las obras en carretera. Joder, qué bueno que se acordaron ahora, cuando ya tenemos el pelo cano esperando a que terminen los proyectos. Entre que cierran calles acá, cierran calles allá, parece que vivimos en un laberinto hecho por pura negligencia.
La lista de cantones afectados es larguísima, desde Alajuela hasta Pavas, pasando por Heredia y Cartago. Prácticamente todo el país se verá beneficiado… digo, afectado, por esta medida. La idea es que, si trabajamos desde casa, no engrosamos tanto el embotellamiento. Pero díganme, ¿quién no echa de menos agarrarle al chunche y salir a respirar aire fresco, aunque sea para sudar la gota gorda en el tráfico?
Según el comunicado oficial, esta medida busca mantener la continuidad de los servicios públicos, claro. Porque sino, ¿qué haríamos? Imaginen la fila en la Caja Costarricense de Seguro Social si todos tuviéramos que ir en persona. Pero la verdad, a veces me pregunto si estos políticos entienden cómo vive el pueblo. Piensan que todos tenemos internet ultrarrápido y computadoras de última generación, cuando muchos apenas podemos pagar la factura de la luz.
Lo que más me preocupa es que hayan hecho un “llamado” a universidades, empresas privadas y bancos para que también adopten el teletrabajo. ¿Será que quieren que todos estemos encerrados en nuestras casas para siempre? A ver, entiendo que pueden ayudar a reducir el tráfico, pero también necesitamos interactuar con nuestros compañeros, socializar, compartir un café… Ya me siento como un ermitaño.
Dicen que van a evaluar periódicamente la situación, dependiendo de cómo avancen las obras. Ojalá que sí, porque esta vara se está poniendo difícil de aguantar. Me da la impresión de que vamos a estar teletrabajando hasta que nos anden usando de baterías para alimentar los semáforos.
Y ni hablar de las personas que dependen del transporte público para llegar al trabajo. Ellos, sinceramente, están fregados. No importa cuánto se les pague extra, la realidad es que tienen que salir a ganarse la vida, y eso implica enfrentarse a diario a la torta del tráfico. A ellos, la verdad, nadie piensa.
En fin, pues… ¿ustedes creen que esta extensión indefinida del teletrabajo es una solución real al problema del tráfico, o simplemente una forma cómoda de posponer decisiones más audaces y efectivas? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios! A ver si entre todos encontramos la salida a este brete.
