¡Ay, Dios mío! Esto sí que cayó de perrillo. Resulta que la Fiscalía Adjunta de Género entró sorpresivamente a la casita del director del OIJ, Randall Zúñiga, justo cuando ya estaba todo revuelto por esas denuncias de agresión sexual. Uno diría que esto es novela, pero no, ¡es toda verdad!
Según fuentes cercanas a la Fiscalía, el operativo se realizó en un departamento en Barrio Cristal, La Uruca. Parece que estaban buscando pruebas clave para esos tres casos penales que lo tienen hasta las narices al señor Zúñiga. Imagínate la bronca que debe estar pasando el pobre tipo. Desde hace unos días está suspendido de su brete, así que pa’lante va.
Y hablando de complicaciones, recuerden que el año pasado ya salió a defenderse diciendo que todo era un “montaje político” orquestado por el Gobierno de Don Rodri. Ahora, con esto del allanamiento, parece que la cosa se pone aún más picante. Asegura que quieren sacarlo del camino por las investigaciones que el OIJ ha estado haciendo sobre cosas turbias en el Poder Ejecutivo. ¡Qué vara!
Para ponerle más sabor al arroz, también te cuento que, allá por el 24 de octubre, cuando se formalizó la primera denuncia, le decomisaron el celular. Dicen que ahí había mensajes e información que podrían ayudar a aclarar qué pasó realmente. En fin, un chururrismo completo. La Fiscalía va con todo para destapar la verdura, y eso no se cocina rápido.
Este caso ha levantado polvareda en el OIJ, generando mucha tensión entre los empleados. Imagínate, es el jefe de todos, y ahora está metido en este lío tremendo. Pone a prueba la independencia del sistema judicial, porque al final, el OIJ es quien debe investigar estos temas. Pero bueno, dicen que ‘el pez por su boca se muere’, y parece que a Zúñiga lo están ahogando con sus propias acciones.
Hasta ahora, ni la Fiscalía ni el Ministerio Público han dicho mucho al respecto, prefirieron guardar silencio. Pero aseguran que pronto van a salir con un comunicado oficial contando qué encontraron en el allanamiento. Ya estamos todos con la lupa puesta, esperando ver qué sale a la luz. ¿Será que esto es el principio del fin para el señor Zúñiga?
Es importante recordar que una de las mujeres que lo acusaba inicialmente, pues se echó para atrás y retiró la denuncia. Eso dio aire al director del OIJ, pero luego salió con otro rollo, acusando que alguien estaba tratando de ‘sembrarle’ pruebas falsas. ¡Uy! Que nadie esté sembrando nada, que la verdad salga a la luz, diay.
En fin, este caso es pura intriga nacional. Un escándalo que sacudió al país entero, y que nos deja pensando: ¿Cómo podemos asegurar que quienes investigan la corrupción, estén ellos mismos libres de ella? ¿Creen que el director del OIJ es víctima de un montaje político, o que deberá enfrentar consecuencias legales por las denuncias en su contra? ¡Den acá sus opiniones, cholos!
Según fuentes cercanas a la Fiscalía, el operativo se realizó en un departamento en Barrio Cristal, La Uruca. Parece que estaban buscando pruebas clave para esos tres casos penales que lo tienen hasta las narices al señor Zúñiga. Imagínate la bronca que debe estar pasando el pobre tipo. Desde hace unos días está suspendido de su brete, así que pa’lante va.
Y hablando de complicaciones, recuerden que el año pasado ya salió a defenderse diciendo que todo era un “montaje político” orquestado por el Gobierno de Don Rodri. Ahora, con esto del allanamiento, parece que la cosa se pone aún más picante. Asegura que quieren sacarlo del camino por las investigaciones que el OIJ ha estado haciendo sobre cosas turbias en el Poder Ejecutivo. ¡Qué vara!
Para ponerle más sabor al arroz, también te cuento que, allá por el 24 de octubre, cuando se formalizó la primera denuncia, le decomisaron el celular. Dicen que ahí había mensajes e información que podrían ayudar a aclarar qué pasó realmente. En fin, un chururrismo completo. La Fiscalía va con todo para destapar la verdura, y eso no se cocina rápido.
Este caso ha levantado polvareda en el OIJ, generando mucha tensión entre los empleados. Imagínate, es el jefe de todos, y ahora está metido en este lío tremendo. Pone a prueba la independencia del sistema judicial, porque al final, el OIJ es quien debe investigar estos temas. Pero bueno, dicen que ‘el pez por su boca se muere’, y parece que a Zúñiga lo están ahogando con sus propias acciones.
Hasta ahora, ni la Fiscalía ni el Ministerio Público han dicho mucho al respecto, prefirieron guardar silencio. Pero aseguran que pronto van a salir con un comunicado oficial contando qué encontraron en el allanamiento. Ya estamos todos con la lupa puesta, esperando ver qué sale a la luz. ¿Será que esto es el principio del fin para el señor Zúñiga?
Es importante recordar que una de las mujeres que lo acusaba inicialmente, pues se echó para atrás y retiró la denuncia. Eso dio aire al director del OIJ, pero luego salió con otro rollo, acusando que alguien estaba tratando de ‘sembrarle’ pruebas falsas. ¡Uy! Que nadie esté sembrando nada, que la verdad salga a la luz, diay.
En fin, este caso es pura intriga nacional. Un escándalo que sacudió al país entero, y que nos deja pensando: ¿Cómo podemos asegurar que quienes investigan la corrupción, estén ellos mismos libres de ella? ¿Creen que el director del OIJ es víctima de un montaje político, o que deberá enfrentar consecuencias legales por las denuncias en su contra? ¡Den acá sus opiniones, cholos!
