¡Ay, Dios mío! La cosa está que arde en la Asamblea. Hoy fue un día para guardar en el museo de la política nacional: los diputados dieron luz verde al desafuero del presidente Rodolfo Chaves. Después de horas de debate reglado, tira y media, y un ambiente cargado como gallina flaca, el Pleno Legislativo aprobó iniciar el proceso judicial contra el mandatario por el caso BCIE-Cariñitos. Se armó un maje tremendo, diay.
Para ponerles un poco de contexto a los que andaban desconectados, recuerden que la Fiscalía General lo ha acusado de concusión, básicamente sobornos, en relación con unos manejos turbios dentro del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Chaves siempre ha negado rotundamente estas acusaciones, catalogándolas de persecución política. El asunto viene rodando desde hace buen rato, ya saben, que nunca nada viene fácil en este país.
La sesión inició puntualmente a las 2:00 p.m., y desde el principio se sentía la tensión cortante. Los diputados, listos para defender o atacar, ocuparon sus bancas mientras se escuchaban los informes de la Comisión Especial que investigó el caso. Luego vino el debate reglado, que más parecía un ring de boxeo verbal. Cada fracción tuvo su tiempo para exponer argumentos, algunos más convincentes que otros, pero todos con la intención clara de convencer a sus compañeros – o al público, porque eso importa, aunque muchos digan lo contrario.
El PLN, con 14 votos seguros a favor del desafuero desde antes, jugó la carta de la firmeza. Andrea Álvarez, Rodrigo Arias Sánchez, y compañía, defendieron la necesidad de que la justicia siga su curso. Por otro lado, el PUSC, liderado por Juan Carlos Hidalgo, inicialmente mostró divisiones internas, pero al final se alinearon con la corriente mayoritaria. Hasta Vanessa Castro, vicepresidenta del Congreso, se animó a dar su opinión y confirmó su voto positivo, mostrando coraje y determinación.
Pero claro, no todo fue tan sencillo. Leslye Bojorges, del PUSC, demostró ser la voz disidente, asegurando que votaría en contra. También hubo resistencia en otras bancadas, especialmente entre aquellos cercanos al presidente, quienes intentaron frenar el avance del desafuero con uñas y dientes. ¡Se escucharon algunos gritos y reclamos!, fue una verdadera “torta”. Hasta se rumoreaba que estaban llegando llamadas desde Casa Presidencial tratando de influir en el voto de algunos diputados, ¡qué sal!
El Frente Amplio, fiel a su postura crítica, votó en bloque a favor del desafuero, mientras que las diputaciones independientes mostraron cierta flexibilidad, algunas inclinándose por apoyar la medida, otras permaneciendo agoreras. Incluso Luz Mary Alpízar, del PPSD, que había mostrado incertidumbre, terminó votando a favor, quizás cansada de tanta polémica y habiendo roto públicamente con Chaves. En resumen, se contaron 38 votos a favor, lo justo para aprobar el desafuero.
Ahora, con el desafuero aprobado, comienza un nuevo capítulo en este escándalo. Chaves será llevado ante la justicia y deberá enfrentar las acusaciones formalmente. Esta situación plantea serias interrogantes sobre el futuro político del Presidente y la estabilidad del país. Veremos qué pasa, pero una cosa es segura: este caso seguirá dando de qué hablar por mucho tiempo. ¿Creen que este proceso judicial dañará irreversiblemente la imagen de Costa Rica a nivel internacional?
Y ahora, les pregunto a ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿Consideran que el desafuero de Chaves es un paso necesario para fortalecer el Estado de Derecho en Costa Rica, o simplemente una jugada política para desgastar al gobierno? Dejen sus opiniones abajo, ¡quiero leerlas!
Para ponerles un poco de contexto a los que andaban desconectados, recuerden que la Fiscalía General lo ha acusado de concusión, básicamente sobornos, en relación con unos manejos turbios dentro del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Chaves siempre ha negado rotundamente estas acusaciones, catalogándolas de persecución política. El asunto viene rodando desde hace buen rato, ya saben, que nunca nada viene fácil en este país.
La sesión inició puntualmente a las 2:00 p.m., y desde el principio se sentía la tensión cortante. Los diputados, listos para defender o atacar, ocuparon sus bancas mientras se escuchaban los informes de la Comisión Especial que investigó el caso. Luego vino el debate reglado, que más parecía un ring de boxeo verbal. Cada fracción tuvo su tiempo para exponer argumentos, algunos más convincentes que otros, pero todos con la intención clara de convencer a sus compañeros – o al público, porque eso importa, aunque muchos digan lo contrario.
El PLN, con 14 votos seguros a favor del desafuero desde antes, jugó la carta de la firmeza. Andrea Álvarez, Rodrigo Arias Sánchez, y compañía, defendieron la necesidad de que la justicia siga su curso. Por otro lado, el PUSC, liderado por Juan Carlos Hidalgo, inicialmente mostró divisiones internas, pero al final se alinearon con la corriente mayoritaria. Hasta Vanessa Castro, vicepresidenta del Congreso, se animó a dar su opinión y confirmó su voto positivo, mostrando coraje y determinación.
Pero claro, no todo fue tan sencillo. Leslye Bojorges, del PUSC, demostró ser la voz disidente, asegurando que votaría en contra. También hubo resistencia en otras bancadas, especialmente entre aquellos cercanos al presidente, quienes intentaron frenar el avance del desafuero con uñas y dientes. ¡Se escucharon algunos gritos y reclamos!, fue una verdadera “torta”. Hasta se rumoreaba que estaban llegando llamadas desde Casa Presidencial tratando de influir en el voto de algunos diputados, ¡qué sal!
El Frente Amplio, fiel a su postura crítica, votó en bloque a favor del desafuero, mientras que las diputaciones independientes mostraron cierta flexibilidad, algunas inclinándose por apoyar la medida, otras permaneciendo agoreras. Incluso Luz Mary Alpízar, del PPSD, que había mostrado incertidumbre, terminó votando a favor, quizás cansada de tanta polémica y habiendo roto públicamente con Chaves. En resumen, se contaron 38 votos a favor, lo justo para aprobar el desafuero.
Ahora, con el desafuero aprobado, comienza un nuevo capítulo en este escándalo. Chaves será llevado ante la justicia y deberá enfrentar las acusaciones formalmente. Esta situación plantea serias interrogantes sobre el futuro político del Presidente y la estabilidad del país. Veremos qué pasa, pero una cosa es segura: este caso seguirá dando de qué hablar por mucho tiempo. ¿Creen que este proceso judicial dañará irreversiblemente la imagen de Costa Rica a nivel internacional?
Y ahora, les pregunto a ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿Consideran que el desafuero de Chaves es un paso necesario para fortalecer el Estado de Derecho en Costa Rica, o simplemente una jugada política para desgastar al gobierno? Dejen sus opiniones abajo, ¡quiero leerlas!
