Ay, pata, qué bajón... La búsqueda de Jonathan Sánchez llegó a un desenlace tristísimo. El OIJ confirmó ayer, sábado, que el cuerpo hallado en un río en pleno centro de Alajuela es el del estilista de 36 años que desapareció la semana pasada. Un golpe duro para toda la comunidad creativa y, claro, para su familia y amigos.
Como les contaban los compas de CR Hoy, la alerta salió el pasado 19 de octubre cuando Jonathan no apareció en su casa. Su rutina era fija, así que empezarona preocuparse rápido. Las últimas personas que lo vieron, aseguran, estaba por Heredia, prometiendo regresar esa misma noche o al día siguiente. Pero ahí quedó la cosa, el silencio y el miedo empezaron a apoderarse de todos.
La investigación avanzaba lentamente, buscando alguna pista que pudiera aclarar qué le había pasado al muchacho. Entonces, ¡bam!, el viernes encontraron su celular y su cartera tirados en la calle de Canoas. Una persona bien amable, que pasaba por ahí, vio las cosas y mandó un mensajito para avisarle a la policía. Imagínate el susto de Carol, la hermana de Jonathan, cuando recibió la llamada. "Una persona encontró las cosas… apuntó el número y llamó para avisar que el celular y el bolso estaban tirados", contó ella, con la voz quebrada.
Ahora resulta que ese Chunche encontrado en Canoas, no estaba muy lejos del lugar donde hallaron el cuerpo. Las aguas del río se llevaron al pobre Jonathan, dejándolo varado sobre unas piedras. Que sal... una tragedia que nadie esperaba. Las autoridades tuvieron que confirmar visualmente su identidad para poder cerrar este capítulo, aunque para la familia, creo que nunca cerrará realmente.
Según fuentes cercanas, Jonathan era un mae super trabajador, siempre dispuesto a echarle ganas a todo lo que hacía. Era conocido en el medio por su buen ojo para combinar colores y texturas, y por tratar a todos con respeto. Muchos colegas y clientes ya han expresado su consternación por lo sucedido, recordando anécdotas divertidas y momentos especiales compartidos con él. Hasta hicieron un morrito virtual, demostrando que era querido por muchos.
Por supuesto, el OIJ mantiene abierta la investigación para saber qué pasó exactamente. Están revisando todas las pistas, entrevistando a posibles testigos y analizando los restos encontrados en el lugar. No quieren dejar nada librado al azar, ni siquiera pensar que se trató de un simple accidente. Quieren llegar hasta el fondo del brete, para darle respuestas a la familia y justicia a Jonathan.
El Delegado Regional del OIJ en Alajuela hizo un llamado a la ciudadanía, pidiéndole a cualquiera que tenga información, por mínima que parezca, que la comparta. Pueden llamar al 800-8000645 o mandar un WhatsApp al 8800-0645. Toda información puede ser valiosa para resolver este misterio. Esperemos que los investigadores logren esclarecer qué pasó y llevar a los responsables ante la justicia, si es que hubo terceros involucrados.
Con este cierre amargo, nos queda preguntarnos: ¿Cómo podemos, como sociedad, brindar mayor apoyo y protección a nuestros artistas y creadores, especialmente aquellos que trabajan solos y pueden ser más vulnerables a situaciones de riesgo? ¿Creen que las autoridades deberían invertir más en programas de prevención de la violencia y cuidado personal?
Como les contaban los compas de CR Hoy, la alerta salió el pasado 19 de octubre cuando Jonathan no apareció en su casa. Su rutina era fija, así que empezarona preocuparse rápido. Las últimas personas que lo vieron, aseguran, estaba por Heredia, prometiendo regresar esa misma noche o al día siguiente. Pero ahí quedó la cosa, el silencio y el miedo empezaron a apoderarse de todos.
La investigación avanzaba lentamente, buscando alguna pista que pudiera aclarar qué le había pasado al muchacho. Entonces, ¡bam!, el viernes encontraron su celular y su cartera tirados en la calle de Canoas. Una persona bien amable, que pasaba por ahí, vio las cosas y mandó un mensajito para avisarle a la policía. Imagínate el susto de Carol, la hermana de Jonathan, cuando recibió la llamada. "Una persona encontró las cosas… apuntó el número y llamó para avisar que el celular y el bolso estaban tirados", contó ella, con la voz quebrada.
Ahora resulta que ese Chunche encontrado en Canoas, no estaba muy lejos del lugar donde hallaron el cuerpo. Las aguas del río se llevaron al pobre Jonathan, dejándolo varado sobre unas piedras. Que sal... una tragedia que nadie esperaba. Las autoridades tuvieron que confirmar visualmente su identidad para poder cerrar este capítulo, aunque para la familia, creo que nunca cerrará realmente.
Según fuentes cercanas, Jonathan era un mae super trabajador, siempre dispuesto a echarle ganas a todo lo que hacía. Era conocido en el medio por su buen ojo para combinar colores y texturas, y por tratar a todos con respeto. Muchos colegas y clientes ya han expresado su consternación por lo sucedido, recordando anécdotas divertidas y momentos especiales compartidos con él. Hasta hicieron un morrito virtual, demostrando que era querido por muchos.
Por supuesto, el OIJ mantiene abierta la investigación para saber qué pasó exactamente. Están revisando todas las pistas, entrevistando a posibles testigos y analizando los restos encontrados en el lugar. No quieren dejar nada librado al azar, ni siquiera pensar que se trató de un simple accidente. Quieren llegar hasta el fondo del brete, para darle respuestas a la familia y justicia a Jonathan.
El Delegado Regional del OIJ en Alajuela hizo un llamado a la ciudadanía, pidiéndole a cualquiera que tenga información, por mínima que parezca, que la comparta. Pueden llamar al 800-8000645 o mandar un WhatsApp al 8800-0645. Toda información puede ser valiosa para resolver este misterio. Esperemos que los investigadores logren esclarecer qué pasó y llevar a los responsables ante la justicia, si es que hubo terceros involucrados.
Con este cierre amargo, nos queda preguntarnos: ¿Cómo podemos, como sociedad, brindar mayor apoyo y protección a nuestros artistas y creadores, especialmente aquellos que trabajan solos y pueden ser más vulnerables a situaciones de riesgo? ¿Creen que las autoridades deberían invertir más en programas de prevención de la violencia y cuidado personal?