¡Qué pesar, pura vida! La cruda realidad nos golpeó esta madrugada con el descubrimiento del cuerpo sin vida de Kevin Kirby, un muchacho que todos conocíamos como exalumnado del Lincoln School. La noticia cayó como balde de agua fría porque, apenas unos días atrás, se reportó su desaparición, y ahora encontramos esto... Jala, qué manera de empezar el día.
Según las autoridades, encontraron el cuerpo en un lugar bastante feo, allá por Hatillo 8, justo debajo del puente de la Circunvalación, muy cerquita del río María Aguilar, en el lado que va pa’ Pavas. Las cosas se pusieron feas cuando llegó la Cruz Roja; los paramédicos llegaron al sitio, pero ya era tarde, no había forma de hacer nada. El pobre mae tenía golpes fuertes, una torta, literalmente, y no presentaba signos vitales. ¡Qué sal!
Como muchos saben, Kevin formó parte de la promoción del 2017 del Lincoln. La escuela, obviamente, emitió un comunicado súper triste donde expresan sus condolencias a la familia y amigos. Dicen que estaban consternados por lo sucedido y que lamentaban mucho la partida de Kevin. Poneron un listón negro, eso sí, como muestra de duelo. Un gesto, pero insuficientes ante esta tragedia.
El OIJ ya está investigando a fondo el caso, tratando de armar el rompecabezas para entender cómo terminó así la cosa. Se rumora que podría haber sido un accidente, pero también hay quienes hablan de algo más turbio. Hay mucha especulación corriendo en redes sociales, como siempre pasa en estos casos, pero hasta que el OIJ diga algo concreto, mejor quedarse tranquilo y esperar los resultados de la investigación. Esperemos que agarren a los responsables si se trató de algo malo.
Y hablando de redes sociales, el impacto ha sido tremendo. Muchos ex compañeros de clases han compartido fotos y recuerdos de Kevin, recordándolo como un chico buena onda, siempre dispuesto a echarle bromas y a pasarla bien. Ver esas imágenes te da un vuelco al corazón, porque te das cuenta de lo rápido que pueden cambiar las cosas. Uno nunca sabe cuándo le tocará su turno, diay…
Este caso nos hace reflexionar sobre la seguridad en la ciudad, sobre la necesidad de tener más vigilancia en zonas vulnerables como ésta. La Circunvalación puede ser peligrosa, especialmente de noche, y es preocupante que haya podido ocurrir algo así tan cerca de la ciudad. Necesitamos más iluminación, más patrullaje policial, más presencia del Estado en esos lugares, para evitar que estas tragedias se repitan. No podemos seguir perdiendo jóvenes de esta manera, es una carga demasiado grande para toda la sociedad.
Además, me pregunto si existe suficiente apoyo psicológico para los estudiantes que atraviesan momentos difíciles. En el colegio, deben existir programas de acompañamiento y orientación, pero a veces estos no son suficientes. Muchas familias no tienen acceso a terapia ni asesoramiento profesional, y los jóvenes terminan sufriendo en silencio. Esto nos demuestra que necesitamos fortalecer los servicios de salud mental, tanto en las escuelas como en la comunidad en general. Es fundamental brindarles herramientas para afrontar problemas y gestionar emociones, porque esto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, literalmente.
Ahora, con todo este dolor y reflexión, me pregunto: ¿Cómo crees tú que podríamos mejorar la seguridad y el bienestar emocional de nuestros jóvenes en Costa Rica, evitando tragedias como esta y construyendo una sociedad más solidaria y humana?
Según las autoridades, encontraron el cuerpo en un lugar bastante feo, allá por Hatillo 8, justo debajo del puente de la Circunvalación, muy cerquita del río María Aguilar, en el lado que va pa’ Pavas. Las cosas se pusieron feas cuando llegó la Cruz Roja; los paramédicos llegaron al sitio, pero ya era tarde, no había forma de hacer nada. El pobre mae tenía golpes fuertes, una torta, literalmente, y no presentaba signos vitales. ¡Qué sal!
Como muchos saben, Kevin formó parte de la promoción del 2017 del Lincoln. La escuela, obviamente, emitió un comunicado súper triste donde expresan sus condolencias a la familia y amigos. Dicen que estaban consternados por lo sucedido y que lamentaban mucho la partida de Kevin. Poneron un listón negro, eso sí, como muestra de duelo. Un gesto, pero insuficientes ante esta tragedia.
El OIJ ya está investigando a fondo el caso, tratando de armar el rompecabezas para entender cómo terminó así la cosa. Se rumora que podría haber sido un accidente, pero también hay quienes hablan de algo más turbio. Hay mucha especulación corriendo en redes sociales, como siempre pasa en estos casos, pero hasta que el OIJ diga algo concreto, mejor quedarse tranquilo y esperar los resultados de la investigación. Esperemos que agarren a los responsables si se trató de algo malo.
Y hablando de redes sociales, el impacto ha sido tremendo. Muchos ex compañeros de clases han compartido fotos y recuerdos de Kevin, recordándolo como un chico buena onda, siempre dispuesto a echarle bromas y a pasarla bien. Ver esas imágenes te da un vuelco al corazón, porque te das cuenta de lo rápido que pueden cambiar las cosas. Uno nunca sabe cuándo le tocará su turno, diay…
Este caso nos hace reflexionar sobre la seguridad en la ciudad, sobre la necesidad de tener más vigilancia en zonas vulnerables como ésta. La Circunvalación puede ser peligrosa, especialmente de noche, y es preocupante que haya podido ocurrir algo así tan cerca de la ciudad. Necesitamos más iluminación, más patrullaje policial, más presencia del Estado en esos lugares, para evitar que estas tragedias se repitan. No podemos seguir perdiendo jóvenes de esta manera, es una carga demasiado grande para toda la sociedad.
Además, me pregunto si existe suficiente apoyo psicológico para los estudiantes que atraviesan momentos difíciles. En el colegio, deben existir programas de acompañamiento y orientación, pero a veces estos no son suficientes. Muchas familias no tienen acceso a terapia ni asesoramiento profesional, y los jóvenes terminan sufriendo en silencio. Esto nos demuestra que necesitamos fortalecer los servicios de salud mental, tanto en las escuelas como en la comunidad en general. Es fundamental brindarles herramientas para afrontar problemas y gestionar emociones, porque esto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, literalmente.
Ahora, con todo este dolor y reflexión, me pregunto: ¿Cómo crees tú que podríamos mejorar la seguridad y el bienestar emocional de nuestros jóvenes en Costa Rica, evitando tragedias como esta y construyendo una sociedad más solidaria y humana?