¡Ay, Dios mío! Qué pesar nos dio enterarnos de lo que pasó anoche en Miramar de Puntarenas. Un pobre mae, mecánico de profesión, se fue directo al otro lado tratando de cruzar la carretera y un tráiler, ¡pam!, se lo llevó. La mara está sacudida, diay, porque esto pasa seguido aquí en la zona y nadie hace nada pa' ponerle un stop o semáforo decente.
Según los testigos, el señor iba acompañando a sus compañeros para ayudarles con una emergencia mecánica en otro lado. Imagínate la sorpresa... iban todos relajados, agarrados de una vaina, y de pronto, boom. El tipo se bajó del carro, se lanzó a cruzar la calle creyendo que tenía tiempo, pero apareció el tráiler de sopetón. Parece mentira, ¿verdad?
Las autoridades llegaron rapidito, claro, pero ya era demasiado tarde. El pobre sujeto quedó hecho pedazos en el acto. Sacaron el cuerpo entre ungüentos y lágrimas, lo metieron en la ambulancia y se lo llevaron pa’l INAMU. Ya imagínate el dolor de la familia, qué harta tristeza. Las fotos no han salido todavía, aunque en redes sociales andan circulando cosas turbias. Mejor ni buscarlas, mejor rezarle a Dios por el alma del mae.
Lo que más me molesta es que esto es tan típico de nuestra carretera. La gente va volando, los tráileres no paran, y los peatones tenemos que jugar a la ruleta rusa. Dicen que van a investigar si el conductor del tráiler estaba bajo los efectos del alcohol o si iba distraído, pero eso no le devuelve la vida al mae. Esto demuestra que necesitamos más control en nuestras carreteras, señores, ¡ya basta!
Ahora, muchos vecinos de Miramar reclaman que desde hace años han solicitado a las autoridades un semáforo o algún tipo de señalización en ese punto de la carretera. La verdad es que es un sitio peligroso, especialmente durante la noche cuando la visibilidad es poca. Muchos han tenido sustos, pero lamentablemente este se convirtió en una tragedia irreparable. ¿Será que ahora sí harán algo o tendremos que esperar otra desgracia?
El Ministerio de Transportes ha emitido un comunicado expresando sus condolencias a la familia del fallecido y prometiendo colaborar con la investigación. Pero, vamos, esos comunicados siempre salen después de que alguien se muera. ¿Por qué no toman medidas preventivas antes de que ocurran estas tragedias? A veces dan la impresión de que esperan a que pase algo grave para reaccionar. ¡Qué pena!
Este caso nos recuerda que debemos extremar las precauciones al momento de cruzar cualquier carretera. Mirar bien a ambos lados, asegurarnos de que no viene ningún vehículo y, si podemos, buscar un paso seguro o un puente elevado. No vale la pena arriesgar la vida por ahorrar unos metros caminando. Además, los conductores tienen la obligación de respetar las señales de tránsito y conducir con prudencia, especialmente en zonas pobladas.
En fin, esta tragedia deja un sabor amargo en la boca. Más allá de las investigaciones y los comunicados oficiales, lo importante es recordar a Don Juan, el fallecido, y ofrecer nuestras condolencias a su familia. Pero también hay que preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo realmente como sociedad para evitar que estos accidentes sigan sucediendo? ¿Estamos dispuestos a exigir a las autoridades medidas más estrictas para garantizar la seguridad vial en nuestras carreteras? ¡Díganme qué piensan ustedes, changos, qué soluciones propondrían para mejorar la seguridad en Miramar y en todas las rutas de Costa Rica!
Según los testigos, el señor iba acompañando a sus compañeros para ayudarles con una emergencia mecánica en otro lado. Imagínate la sorpresa... iban todos relajados, agarrados de una vaina, y de pronto, boom. El tipo se bajó del carro, se lanzó a cruzar la calle creyendo que tenía tiempo, pero apareció el tráiler de sopetón. Parece mentira, ¿verdad?
Las autoridades llegaron rapidito, claro, pero ya era demasiado tarde. El pobre sujeto quedó hecho pedazos en el acto. Sacaron el cuerpo entre ungüentos y lágrimas, lo metieron en la ambulancia y se lo llevaron pa’l INAMU. Ya imagínate el dolor de la familia, qué harta tristeza. Las fotos no han salido todavía, aunque en redes sociales andan circulando cosas turbias. Mejor ni buscarlas, mejor rezarle a Dios por el alma del mae.
Lo que más me molesta es que esto es tan típico de nuestra carretera. La gente va volando, los tráileres no paran, y los peatones tenemos que jugar a la ruleta rusa. Dicen que van a investigar si el conductor del tráiler estaba bajo los efectos del alcohol o si iba distraído, pero eso no le devuelve la vida al mae. Esto demuestra que necesitamos más control en nuestras carreteras, señores, ¡ya basta!
Ahora, muchos vecinos de Miramar reclaman que desde hace años han solicitado a las autoridades un semáforo o algún tipo de señalización en ese punto de la carretera. La verdad es que es un sitio peligroso, especialmente durante la noche cuando la visibilidad es poca. Muchos han tenido sustos, pero lamentablemente este se convirtió en una tragedia irreparable. ¿Será que ahora sí harán algo o tendremos que esperar otra desgracia?
El Ministerio de Transportes ha emitido un comunicado expresando sus condolencias a la familia del fallecido y prometiendo colaborar con la investigación. Pero, vamos, esos comunicados siempre salen después de que alguien se muera. ¿Por qué no toman medidas preventivas antes de que ocurran estas tragedias? A veces dan la impresión de que esperan a que pase algo grave para reaccionar. ¡Qué pena!
Este caso nos recuerda que debemos extremar las precauciones al momento de cruzar cualquier carretera. Mirar bien a ambos lados, asegurarnos de que no viene ningún vehículo y, si podemos, buscar un paso seguro o un puente elevado. No vale la pena arriesgar la vida por ahorrar unos metros caminando. Además, los conductores tienen la obligación de respetar las señales de tránsito y conducir con prudencia, especialmente en zonas pobladas.
En fin, esta tragedia deja un sabor amargo en la boca. Más allá de las investigaciones y los comunicados oficiales, lo importante es recordar a Don Juan, el fallecido, y ofrecer nuestras condolencias a su familia. Pero también hay que preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo realmente como sociedad para evitar que estos accidentes sigan sucediendo? ¿Estamos dispuestos a exigir a las autoridades medidas más estrictas para garantizar la seguridad vial en nuestras carreteras? ¡Díganme qué piensan ustedes, changos, qué soluciones propondrían para mejorar la seguridad en Miramar y en todas las rutas de Costa Rica!
