¡Ay, Dios mío! Esto sí que te deja pensando... Un señor, papá, trabajador hasta las lágrimas, salió tempranito del brete el jueves pasado y terminó perdiendo la vida en un accidente de moto en Playa Hermosa de Sardinal. La cosa es así, ¿no?
Según nos cuentan, don Ricardo, pues, unos 53 años tenía, trabajaba como obrero y le había dado por pedir permiso para hacer unas compras rápidas. Él quería llegar temprano a su casa en Liberia, aprovechando que era fin de semana largo. Supuestamente, en lugar de irse en el transporte de la empresa, que siempre anda con sus propios tiempos, decidió agarrar la moto para ahorrarse unos minutos, ¡y vaya si le costaron!
La Cruz Roja llegó al llamado, pero ya era demasiado tarde. Los paramédicos confirmaron que el hombre estaba fallecido en el sitio mismo. Parece que se le zafó la moto cerca de “las cuestas”, esas pendientes fuertes que hay por allá, y bueno, ahí se fue al suelo. Dicen que no llevaba puesto el casco, y eso, pues, complica mucho la situación.
Manuel Gutiérrez, nuestro corresponsal fiel de la zona, nos cuenta que la comunidad está consternada. Don Ricardo era un hombre conocido, muy respetado por todos lados. Siempre dispuesto a echarle una mano. Imagínate el dolor de su familia, qué pesar... Además, esto me hace acordarme de tantos otros accidentes que pasan por falta de precaución.
Y claro, aquí viene el meollo del asunto: ¿cuántas veces hemos hecho cosas similares, arriesgándonos solo para ahorrar unos minutos? Nosotros mismos nos jalamos una torta pensando que podemos llegar rápido así. Esta tragedia debería ser una llamada de atención para todos nosotros, para pensar dos veces antes de tomar atajos peligrosos. ¿No será que estamos tan apurados que olvidamos lo más importante: nuestra seguridad?
Lo que más preocupa es el tema de la cultura laboral en algunas empresas. ¿Se les presiona tanto a los trabajadores que terminan tomando decisiones riesgosas solo para cumplir con horarios? Se dice que muchos sienten que tienen que inventarse excusas o saltarse normas para llegar 'a tiempo'. Y este pobre señor, buscando llegar rápido a ver a su familia, acabó así. ¡Qué sal!
Este caso también plantea preguntas sobre la infraestructura vial en zonas turísticas como Sardinal. Las carreteras, aunque han mejorado, todavía presentan retos, especialmente en esas zonas de pendiente pronunciada. Necesitamos más señales claras, mayor iluminación y calles en mejores condiciones. Porque nomás mira, un descuido y ¡zas!, te vas al traste. No es ningún secreto que las autoridades deberían prestarle más atención a estos temas.
En fin, una tragedia lamentable que nos recuerda lo frágil que es la vida y la importancia de valorar cada momento. Y hablando de momentos, ¿ustedes qué opinan? Conozcan a alguien que haya vivido una situación similar por querer llegar ‘a tiempo’? ¿Creen que las empresas deben revisar sus políticas laborales para evitar presionar a los empleados a tomar riesgos innecesarios?
Según nos cuentan, don Ricardo, pues, unos 53 años tenía, trabajaba como obrero y le había dado por pedir permiso para hacer unas compras rápidas. Él quería llegar temprano a su casa en Liberia, aprovechando que era fin de semana largo. Supuestamente, en lugar de irse en el transporte de la empresa, que siempre anda con sus propios tiempos, decidió agarrar la moto para ahorrarse unos minutos, ¡y vaya si le costaron!
La Cruz Roja llegó al llamado, pero ya era demasiado tarde. Los paramédicos confirmaron que el hombre estaba fallecido en el sitio mismo. Parece que se le zafó la moto cerca de “las cuestas”, esas pendientes fuertes que hay por allá, y bueno, ahí se fue al suelo. Dicen que no llevaba puesto el casco, y eso, pues, complica mucho la situación.
Manuel Gutiérrez, nuestro corresponsal fiel de la zona, nos cuenta que la comunidad está consternada. Don Ricardo era un hombre conocido, muy respetado por todos lados. Siempre dispuesto a echarle una mano. Imagínate el dolor de su familia, qué pesar... Además, esto me hace acordarme de tantos otros accidentes que pasan por falta de precaución.
Y claro, aquí viene el meollo del asunto: ¿cuántas veces hemos hecho cosas similares, arriesgándonos solo para ahorrar unos minutos? Nosotros mismos nos jalamos una torta pensando que podemos llegar rápido así. Esta tragedia debería ser una llamada de atención para todos nosotros, para pensar dos veces antes de tomar atajos peligrosos. ¿No será que estamos tan apurados que olvidamos lo más importante: nuestra seguridad?
Lo que más preocupa es el tema de la cultura laboral en algunas empresas. ¿Se les presiona tanto a los trabajadores que terminan tomando decisiones riesgosas solo para cumplir con horarios? Se dice que muchos sienten que tienen que inventarse excusas o saltarse normas para llegar 'a tiempo'. Y este pobre señor, buscando llegar rápido a ver a su familia, acabó así. ¡Qué sal!
Este caso también plantea preguntas sobre la infraestructura vial en zonas turísticas como Sardinal. Las carreteras, aunque han mejorado, todavía presentan retos, especialmente en esas zonas de pendiente pronunciada. Necesitamos más señales claras, mayor iluminación y calles en mejores condiciones. Porque nomás mira, un descuido y ¡zas!, te vas al traste. No es ningún secreto que las autoridades deberían prestarle más atención a estos temas.
En fin, una tragedia lamentable que nos recuerda lo frágil que es la vida y la importancia de valorar cada momento. Y hablando de momentos, ¿ustedes qué opinan? Conozcan a alguien que haya vivido una situación similar por querer llegar ‘a tiempo’? ¿Creen que las empresas deben revisar sus políticas laborales para evitar presionar a los empleados a tomar riesgos innecesarios?