¡Ay, Dios mío! Esto sí que cayó de sorpresa, mi clave. Después de meses de incertidumbre y de que el Depo se veía buscando arqueros por izquierda y derecha, parece que el Saprissa está a punto de darle un vuelco a la situación. Minor Álvarez, el ídolo de Tibás, está cerquita de volver a vestir la armadura morada, y la afición ya está explotando de júbilo – ¡qué chiva!
Para refrescarle la memoria a los más jóvenes, hablamos de un arquero con solera, uno que le puso pañuelos al Deportivo Saprissa durante años, y que marcó una época con su estilo único: la gorra. Sí, la famosa gorra que lo hizo leyenda y que siempre ponía a toda la gente a gritar. Después de una salida turbia hace más de una década, la posibilidad de verlo de vuelta en Tibás tiene un sabor especial, un gusto a redención, vamos.
Todo empezó con un video de despedida del Marquense, el club guatemalteco donde jugó el semestre pasado. Un video aparentemente inocente, pero que escondía una bomba. Minor se despidió agradeciendo al club y dejando caer una frase que encendió todas las alarmas: “Nos vemos pronto, regreso a un equipo donde estuve”. ¡Pucha! Esa frase quedó flotando en el aire como un balón perdido, esperando que alguien la agarrara y la metiera en la portería contraria.
Y así fue. Las redes sociales explotaron, los grupos de WhatsApp ardieron, y la calle entera comenzó a hablar del posible retorno de Minor. La afición morada, que venía sufriendo con la búsqueda de un reemplazo para Esteban Alvarado, vio en Álvarez una luz de esperanza, un faro en medio de la niebla. El Depo, después de tantear varios nombres, parece haber encontrado al indicado, y vaya si es un indicado con pedigrí.
Las fuentes internas confirman que ya hay conversaciones avanzadas entre el club y el jugador. No son rumores, ni especulaciones de pasillo. Se trata de contactos formales, de gestiones serias para intentar cerrar este fichaje que puede marcar un antes y un después en el arco morado. Imagínate, tener a un veterano como Minor compitiendo con los jóvenes Abraham Madriz e Isaac Alfaro... ¡una competencia sana que seguro elevará el nivel del equipo!
Más allá de lo deportivo, el regreso de Minor tendría un impacto emocional enorme en la afición. Él mismo lo reconoció, la salida del club no se dio en las mejores condiciones, y sentir el cariño incondicional de la hinchada sería una forma de reivindicar su carrera, de demostrar que aún tiene mucho fútbol en sus botas. Con la experiencia que ha adquirido en estas últimas temporadas, se cree que puede aportar bastante al equipo y también dirigir a los chicos.
El Deportivo Marquense, por su parte, oficializó su salida a través de un comunicado formal, expresando su agradecimiento por la entrega y el profesionalismo de Álvarez durante su paso por el club. Números contundentes avalan su rendimiento: 14 partidos jugados, más de mil minutos bajo los postes, y cinco vallas intactas. Estadísticas que demuestran que, a pesar de su edad, Minor sigue siendo un arquero competitivo y confiable, un verdadero guerrero dentro del área.
Ahora la pelota está en el tejado de Saprissa. La afición está eufórica, las negociaciones parecen encaminadas, y el rumor se extiende como reguero de pólvora por todo el país. Pero, ¿será suficiente para convencer a la directiva y asegurar el regreso de una figura emblemática? ¿Podrá Minor, con su experiencia y su carisma, devolverle la seguridad y el temple al arco morado? ¿Será este el inicio de una nueva etapa dorada para el Deportivo Saprissa?
Para refrescarle la memoria a los más jóvenes, hablamos de un arquero con solera, uno que le puso pañuelos al Deportivo Saprissa durante años, y que marcó una época con su estilo único: la gorra. Sí, la famosa gorra que lo hizo leyenda y que siempre ponía a toda la gente a gritar. Después de una salida turbia hace más de una década, la posibilidad de verlo de vuelta en Tibás tiene un sabor especial, un gusto a redención, vamos.
Todo empezó con un video de despedida del Marquense, el club guatemalteco donde jugó el semestre pasado. Un video aparentemente inocente, pero que escondía una bomba. Minor se despidió agradeciendo al club y dejando caer una frase que encendió todas las alarmas: “Nos vemos pronto, regreso a un equipo donde estuve”. ¡Pucha! Esa frase quedó flotando en el aire como un balón perdido, esperando que alguien la agarrara y la metiera en la portería contraria.
Y así fue. Las redes sociales explotaron, los grupos de WhatsApp ardieron, y la calle entera comenzó a hablar del posible retorno de Minor. La afición morada, que venía sufriendo con la búsqueda de un reemplazo para Esteban Alvarado, vio en Álvarez una luz de esperanza, un faro en medio de la niebla. El Depo, después de tantear varios nombres, parece haber encontrado al indicado, y vaya si es un indicado con pedigrí.
Las fuentes internas confirman que ya hay conversaciones avanzadas entre el club y el jugador. No son rumores, ni especulaciones de pasillo. Se trata de contactos formales, de gestiones serias para intentar cerrar este fichaje que puede marcar un antes y un después en el arco morado. Imagínate, tener a un veterano como Minor compitiendo con los jóvenes Abraham Madriz e Isaac Alfaro... ¡una competencia sana que seguro elevará el nivel del equipo!
Más allá de lo deportivo, el regreso de Minor tendría un impacto emocional enorme en la afición. Él mismo lo reconoció, la salida del club no se dio en las mejores condiciones, y sentir el cariño incondicional de la hinchada sería una forma de reivindicar su carrera, de demostrar que aún tiene mucho fútbol en sus botas. Con la experiencia que ha adquirido en estas últimas temporadas, se cree que puede aportar bastante al equipo y también dirigir a los chicos.
El Deportivo Marquense, por su parte, oficializó su salida a través de un comunicado formal, expresando su agradecimiento por la entrega y el profesionalismo de Álvarez durante su paso por el club. Números contundentes avalan su rendimiento: 14 partidos jugados, más de mil minutos bajo los postes, y cinco vallas intactas. Estadísticas que demuestran que, a pesar de su edad, Minor sigue siendo un arquero competitivo y confiable, un verdadero guerrero dentro del área.
Ahora la pelota está en el tejado de Saprissa. La afición está eufórica, las negociaciones parecen encaminadas, y el rumor se extiende como reguero de pólvora por todo el país. Pero, ¿será suficiente para convencer a la directiva y asegurar el regreso de una figura emblemática? ¿Podrá Minor, con su experiencia y su carisma, devolverle la seguridad y el temple al arco morado? ¿Será este el inicio de una nueva etapa dorada para el Deportivo Saprissa?