Tres ancianos están esperando en el bar a que venga el que falta para jugar su partidita de mus de después de comer. Dice uno de ellos:
─ ¿Qué pasa con Ramiro, que no llega? Suele ser el primero….
─ Pues no se… es raro. Contesta otro.
─ ¿Por qué no le llamáis por teléfono a ver? Dice el tercero.
Así que uno de ellos, le llama y cuando contesta Ramiro, le dice:
─ Ramiro… Soy Pablo. ¿Qué pasa? ¿No vienes a jugar la partida?
─ Hola Pablo, verás: Es que llevo mucho tiempo pensándolo y hoy por fin me he decidido y he llamado a uno de esos anuncios de sexo del periódico que se ofrecen chicas y ahora viene una y estoy esperando…
─ ¡Ah, bueno! Pues nada; si puedes, ven.
─ No, No, Si puedo… ¡¡NO VOY!!
─ ¿Qué pasa con Ramiro, que no llega? Suele ser el primero….
─ Pues no se… es raro. Contesta otro.
─ ¿Por qué no le llamáis por teléfono a ver? Dice el tercero.
Así que uno de ellos, le llama y cuando contesta Ramiro, le dice:
─ Ramiro… Soy Pablo. ¿Qué pasa? ¿No vienes a jugar la partida?
─ Hola Pablo, verás: Es que llevo mucho tiempo pensándolo y hoy por fin me he decidido y he llamado a uno de esos anuncios de sexo del periódico que se ofrecen chicas y ahora viene una y estoy esperando…
─ ¡Ah, bueno! Pues nada; si puedes, ven.
─ No, No, Si puedo… ¡¡NO VOY!!